Usted está aquí: martes 17 de octubre de 2006 Cultura Famosas arias operísticas fueron interpretadas a ritmo de rock

The East Village Opera se presentó en la Alhóndiga

Famosas arias operísticas fueron interpretadas a ritmo de rock

CARLOS PAUL ENVIADO

Guanajuato, Gto., 16 de octubre. Explosivos arreglos a ritmo de rock de famosas arias operísticas es lo que distingue el sonido de The East Village Opera Company, agrupación estadunidense cuya propuesta musical prendió al público asistente la noche del domingo en la Alhóndiga de Granaditas.

Concierto crossover en el que la banda arriba del escenario se puso a rocanrolear la ópera y a electrizar a compositores clásicos como Mozart, Puccini, Verdi, Bizet y Purcell, entre otros, mientras parte de la banda brincoteaba en su lugar en los momentos más roqueros o balanceaba los brazos en alto, en los más lentos y románticos.

La formalidad, el drama y el romanticismo de algunas arias de las óperas Las bodas de Figaro, Madame Butterfly, Turandot, Oh mi niño querido, Rigoletto o Carmen fueron revestidas con el duro, eléctrico y roquero sonido de un par de guitarras bajo el mando de Ben Butler y That Debrock; del bajo igual eléctrico de Richard Hammond; la bataca de Jeff Lipstein, y del sintetizador del arreglista Peter Keisewalter, sumados a las voces de Tyley Ross y AnnMarie Milazzo, cuyas actitudes desenfadadas y por momentos provocativamente sensuales al interpretar a dúo alguna aria arrancaron del público aplausos, silbidos y piropos.

El toque clásico orquestal lo imprimieron las armonías de las violinistas Pauline Kim y Hiroko Taguchi, y el violonchelo de Christine Kim, quienes igual in crecendo rompían el pomposo canon y de sus instrumentos brotaban explosivas y audaces notas.

Emblemas del rock son las luces estroboscópicas y los solos de requintos sicodélicos, ácidos, duros o metaleros, que en esta propuesta no pudieron faltar, acordes que eran precedidos siempre, como parte de los arreglos, de una lírica más suave y tranquila, que iba transformándose, fundiéndose para paulatinamente ir detonando un sonido rocanrolero.

AnnMarie y Tyley fueron el centro de atracción, por su atractivo y sus interpretaciones vocales, lejos de la solemnidad, pero no de la pasión y el regocijo.

De las más aplaudidas fueron sus interpretaciones de Habanera, de la ópera Carmen, cantada en francés, cuyos aromas flamencos se mezclaron con el sudor del rock; y La donna e mobile, de Rigoletto, con las que el crossover de ópera rock se potencializó, incluyendo en una posterior interpretación a cargo de Keisewalter, un hip hop orquestado.

Para concluir, tras ser presentados los integrantes de la banda, The East Village Opera Company tocó dos rolas más no incluidas en el programa, con las que igual los asistentes movieron el cuerpo, rocanrolearon famosas arias de óperas.

 
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