Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 15 de octubre de 2006 Num: 606


Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
¡Hoy marchamos, mañana…!
ROBERTO GARZA ITURBIDE
Ante Tàpies
JACQUES DUPIN
Para Antoni Tàpies
ANTONIO SAURA
París d’Antoni Tàpies
PERE GIMFERRER
Cuatro fragmentos para Antoni Tàpies
JOSÉ ÁNGEL VALENTE
Con la misma inquietud de cuando era joven
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ
Entrevista con ANTONI TÀPIES
El cine y el Guinness
RICARDO BADA
Al vuelo
ROGELIO GUEDEA
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
Y Ahora Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Danza
MANUEL STEPHENS

Tetraedro
JORGE MOCH


Directorio
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Ricardo Bada

El cine y el Guinness


Ilustración de Juan G. Puga

Qué duda cabe de que la Biblia, Don Quijote, las obras completas de Shakespeare y un par de libros más por el estilo, se cuentan entre los más editados y difundidos de la Historia. Pero no sé si hay alguno que atraiga tanta atención sostenida como el Libro Guinness de los Récords, cuyo nombre español registrado es Enciclopedia Guinness de Superlativos Mundiales.

Confesemos sinceramente que a todos nos gustaría aparecer alguna vez allí. Aunque sólo fuese hasta la siguiente edición del libro, pero ser alguna vez el mayor, la mejor, los plusmarquistas de cualquier actividad, por disparatada que parezca. Pienso por ejemplo en el campeón mundial de escupir semillas de calabaza o de melón a la mayor distancia posible. ¿Qué tal?

Y es que en el Guinness no hay nada, por increíble que parezca, que no se registre, a condición de que sea lo más relevante y destacado en la materia. Valga como botón de muestra la palabra con el mayor número de acentos, la francesa hétérogénéité... si bien hay que precisar que existe un topónimo que la iguala, el nombre de un atoll en medio del Océano Pacífico, situado a 320 millas al este de Tahití y que se llama Héréhérétué.

Y ya que nos hemos metidos en materia geográfica: poco antes de la aparición de la nueva edición del Guinness, un aborigen neozelandés solicitó protección legal para el nombre de montaña más largo del mundo, que sería el siguiente: Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukakapikimaungahoronukupokaiwhe-nuakitanatahu, palabra que significa: "La eminencia del monte donde Tamatea, el hombre de las grandes rodillas, que resbaló, escaló y devoró las montañas, y que viajó por el país, tocando la flauta para su bienamada."

Ahora bien, las ochenta y seis letras de este topónimo orográfico no son nada comparadas con las del nombre oficial de Bangkok, la capital de Tailandia, que ése sí que es el más largo del mundo, tanto que en su versión abreviada (repito: abreviada) consta de nada menos que 158 (repito: 158) letras, es decir, el resultado de multiplicar por 22.58 las modestas sólo siete de Bangkok.

Pues bien, se acaba de poner a la venta la nueva edición del Guinness, y ya le hemos echado una miradita a sus encopetadas páginas, detectando siete desopilantes récords relacionados con el cine.

¿Quién dirían ustedes, pues, que ha sido la estrella cinematográfica que estableció la plusmarca de correo de admiradores? No, no piensen en George Clooney, ni en Julia Roberts; tendrán que retroceder hasta 1921, cuando Charlie Chaplin regresó a su ciudad natal, Londres, de donde había salido in illo tempore como suele decirse: con una mano delante y otra detrás. Y ahora, en tan sólo tres días, recibió 73 mil cartas... siendo la mayoría de ellas ofertas matrimoniales.

También es un actor británico, sir Alec Guinness (nada que ver ni con el libro ni con la marca de cerveza que le dio nombre, o sea, nada de nepotismo), quien detenta el récord de mayor número de papeles distintos interpretados en una sola película: ocho –uno de ellos femenino–, en Ocho sentencias de muerte, que en el original inglés se titulaba Kind Hearts and Coronets.

Y asimismo es un hijo de la Gran Bretaña, aunque se trate de una figura de ficción, el personaje más recurrente en la historia del cine: Sherlock Holmes, que desde 1900 fue interpretado por setenta y cinco actores en 211 películas.

¿La mayor cantidad de seres humanos aparecida jamás en un filme? 300 mil indios de India, en una secuencia de 125 segundos de la película Gandhi. ¿Y la mayor cantidad de animales que nunca haya figurado en el celuloide? 8 mil 552 (desglosados así: 3 mil 800 ovejas, 2 mil 448 búfalos, 950 asnos –sin incluir a ninguno de los actores, añadiría Groucho Marx–, ochocientos caballos, 512 monos, diecisiete toros, quince elefantes, seis mofetas y cuatro avestruces) en La vuelta al mundo en 80 días, ¿recuerdan?, aquella donde Cantinflas hacía de criado de David Niven.

Pero ya me parece advertir signos de impaciencia en las lectoras. Acotemos, pues, que la actriz que más veces cambió de vestido en una sola película ha sido Madonna en Evita: ochenta y cinco diferentes, a los cuales hay que añadir treinta y nueve sombreros, cuarenta y cinco pares de zapatos y cincuenta y seis pares de pendientes. (Nada fue protocolizado acerca de su ropa interior, tal vez por razones obvias.)

Y el beso más largo de la historia del cine también se remonta a un año lejano, 1949, cuando Jane Wyman y Reg Toomey estuvieron intercambiando microbios vía oral por espacio de tres minutos y cinco segundos, en el film You’re In The Army Now. El galán falleció cuarenta y dos años después, en 1991, pero ella le sobrevive. Como ha sobrevivido además a su segundo esposo, un tal Ronald Reagan.

¡Oh Libro Guinness de los Récords, cuán grises y monótonas nuestras vidas sin el consuelo de tus páginas apasionantes, donde aprender tantísimas cosas que no sirven para nada! ¡Qué espejo de nuestro tiempo! Como Voltaire dijo de Dios: si no existieras, habría que inventarte.