Usted está aquí: jueves 12 de octubre de 2006 Política El muro, una estupidez; muestra lo peor de la mentalidad de mi país: Davidow

El tema migratorio estaba mal, pero ha sido pésimo en los recientes 6 años, afirmó

El muro, una estupidez; muestra lo peor de la mentalidad de mi país: Davidow

El gobierno mexicano, sin voluntad "masculina" para que se cumplan las leyes, aseguró

VICTOR BALLINAS

El ex embajador de Estados Unidos en México y presidente del Instituto de las Américas de la Universidad de California, Jeffrey Davidow, consideró ayer que "la construcción del muro en la frontera con México por parte de su país, es una estupidez y una idiotez"; pero advirtió que hay que tener cuidado con el vocabulario: el muro, precisó, "no es una violación a los derechos humanos".

Al participar en el congreso internacional El fenómeno migratorio y los derechos humanos, que organizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos y El Colegio de la Frontera Norte, Davidow insistió que la edificación del muro fronterizo por parte de Estados Unidos en la frontera norte de México "es una idiotez, una estupidez, es una pérdida de recursos, deja ver la peor mentalidad de mi país, pero, por obvias razones, no se van a construir todos los kilómetros de muro aprobados".

Durante su intervención, el ex embajador acusó: "ni el gobierno de México ni el de Estados Unidos han manejado bien el asunto migratorio. Lo han hecho muy mal. Teníamos grandes esperanzas en el año 2000, los presidentes George Bush y Vicente Fox querían de verdad hacer algo para mejorar la situación que, era claro entonces, estaba mal, pero en los últimos seis años ha empeorado".

Davidow subrayó: "francamente hay falta de seriedad en los dos gobiernos al abordar el tema, que ha derivado en que hoy se tenga que transitar por la situación con mucho problema. Estados Unidos, como gobierno, se portó como un oso, el animal más grande, que no ha aceptado ninguna responsabilidad por el hecho de que ya hay un mercado laboral y leyes que regulan esa situación. Decidimos andar por el bosque sin pensar en la realidad.

"Los mexicanos se han portado como puercoespín, siempre a la defensiva, muy dados con el pensamiento explícito o implícito de que cada mexicano tiene el derecho a migrar al norte".

El éxodo masivo ha causado problemas con los ciudadanos estadunidenses, aseveró el también presidente del Instituto de las Américas de la Universidad de California, en San Diego. "En los últimos seis años entraron a Estados Unidos entre 300 y 400 mil mexicanos cada año, lo que suma entre 1.8 y 2.4 millones más de mexicanos indocumentados, y esto ha provocado la baja de la tolerancia de los estadunidenses."

La migración ha ayudado a mantener baja la inflación y el crecimiento de la economía de Estados Unidos, porque a los migrantes se les pagan salarios menores que a los ciudadanos estadunidenses, pero eso es en el plano federal, añadió. Y justificó: "con los estaunidenses no vale decir 'pero los migrantes ayudan a mantener baja la inflación y el crecimiento de la economía', eso es nacional. A ellos les afecta el nivel micro, de su estado o condado. Ellos piensan que los hijos de migrantes indocumentados tienen derechos a la salud, a la escuela, donde sus estados gastan sus impuestos, por eso va a la baja la tolerancia".

El ex diplomático consideró que aún se pueden lograr acuerdos con Estados Unidos en migración; por ello aconsejó a que el próximo gobierno de México cambie su estrategia en le tema. "Un acuerdo migratorio que va a resolver todos los problemas no tiene sentido: si no lo tenía hace seis años, ahora menos. México debe buscar y estudiar cuáles son las oportunidades, debe buscar cambiar la ley y las regulaciones estadunidenses, porque ante la cerrazón del Congreso hay grupos de estadunidenses que quieren ayudar, que esperan que México les diga cómo ayudarlo. Debe buscar objetivos alcanzables.

"Un programa de empleo temporal es factible, pero cuidado porque las experiencias no son muy buenas. Nosotros podríamos haber entregado un millón o más visas de trabajo temporal, pero no hay límite, no hay cupo. Los mexicanos vienen y se quieren quedar."

Pero México también tiene que hacer su trabajo -apuntó Davidow-; por ejemplo, tiene que reconocer los elementos "no funcionales de su economía", porque si no, la migración va a seguir; tiene que hacer que sus ciudadanos cumplan sus leyes, porque "no ha tenido la voluntad masculina -para no decir una mala palabra- para hacer que sus ciudadanos cumplan las leyes, y que si quieren salir de su país, pasen por las puertas -cruces fronterizos- legales".

 
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