Ana María Ríos regresaba a Europa luego de pasar su luna de miel en el Caribe

Detienen a española en Cancún luego de detectarle cartuchos de grueso calibre

Afirman que las autoridades no le permitieron atestiguar la apertura de sus maletas

DPA

Cancún, Q. Roo, 11 de octubre. La luna de miel de la ciudadana española Ana María Ríos Bemposta, en el Caribe mexicano se transformó en pesadilla. La joven fue detenida el domingo pasado en el aeropuerto de Cancún cuando se disponía a regresar a Madrid en el vuelo 7103 de Air Pullmantur, luego de que fueron detectados en su maleta cartuchos de armas de uso exclusivo del Ejército mexicano.

Tras permanecer dos días en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), y de numerosas gestiones del cónsul español Javier Marañón Cañadas, Ríos Bemposta fue trasladada a la cárcel municipal de Cancún la noche del martes y este miércoles fue presentada en el juzgado 2 de distrito, con las manos esposadas, para rendir su primera declaración preparatoria.

Pedro Ramírez Violante, delegado de la PGR en Quintana Roo, explicó que "en las maletas de ella se encontraron varios cartuchos, algunos percutidos, de calibre 7.62 para las armas conocidas como cuernos de chivo, dos calibres 223 que son para las R-15, unos de nueve milímetros y otros calibre 50 o 60, que es de muy alto calibre".

El funcionario explicó que al momento de entregar el equipaje en la aerolínea para su documentación, el sistema automatizado de revisión detectó las municiones en las maletas de Ríos Bemposta, por lo que de inmediato fue detenida por la policía.

No obstante que el delito de violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos está catalogado como grave, y que quien lo comete no puede gozar del beneficio de la libertad bajo fianza, Ramírez Violante afirmó que la joven podría alcanzar esta prerrogativa.

En su declaración ministerial, la española dejó constancia de que, tras ser notificada de que en su equipaje se encontraron las municiones, no se le permitió estar presente en el momento de la apertura, por lo que no tiene certeza de que las cosas hayan ocurrido como dicen las autoridades.

Asimismo, declaró que tras abandonar la habitación y hacer el check out en el hotel Barceló, cerca de Tulum, donde estuvieron hospedados en la Riviera Maya, sus maletas permanecieron ahí durante varias horas hasta que llegó la transportación para llevarlos al aeropuerto y regresar a España.

"Ayúdenme por favor, no me dejen sola", clamó entre lágrimas, luego de besar a su esposo, Marcos da Silva, a través de los barrotes de una patrulla policial cuando se la llevaban de regreso a la prisión, donde permanecen recluidos delincuentes del fueron común y federal.

Su abogado, el mexicano Alvaro Alcocer, consiguió hoy que el juez Alfonso Gabriel García Lanz le diera más tiempo para presentar pruebas de descargo, por lo que la joven permanecerá al menos tres días más en prisión hasta que se defina su situación jurídica.

Ríos Bemposta, una peluquera de 27 años, de la localidad gallega de Arcade, "está devastada". Ella y su esposo, el fontanero Marcos da Silva, "vinieron en su viaje de novios, ahorraron mucho tiempo para poder hacerlo y de pronto les sucede esto... Es gente inocente que no tiene nada de culpa", dijo el cónsul Marañón Cañadas.

Da Silva, quien decidió montar guardia, primero en la fiscalía federal, y después en la cárcel municipal, en espera de que su esposa sea liberada, dijo que "nunca vamos a volver a Cancún".

Este hecho ocurre a menos de un mes de que la policía mexicana detuviera en el aeropuerto de Cancún a una periodista argentina del diario La Nación, después de encontrar droga en maletas marcadas con su nombre. La comunicadora quedó en libertad cuando se comprobó que su equipaje había sido intercambiado con otro en una escala en Panamá, en una maniobra atribuida al narcotráfico.

En el mismo hotel fueron acuchillados en febrero pasado dos turistas canadienses que habían viajado a este destino turístico para asistir a la boda de su hija. El caso todavía está bajo investigación, sin detenidos.