Usted está aquí: jueves 12 de octubre de 2006 Opinión Astillero

Astillero

Julio Hernández López

Los padrinos

Violentos y provocadores

"Te disparo una comida"

Odiseo monta teatritos

El difunto Mario Puzo y el muy vivo Francis Ford Coppola podrían haber filmado la más reciente de las producciones de Tlayuda Films: Los violentos, donde el duro de la película (DURO: Desgobernador Ulises Ruiz Ortiz) cumple con los deberes gastronómicos y de etiqueta política en algún añoso comedor de Bucareli mientras a la hora del plato fuerte, a centenares de kilómetros, cinco pistoleros salen de las oficinas de la secretaría estatal de (ja) Protección Ciudadana para disparar contra miembros de una brigada móvil de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Michael Corleone bautizaba a su sobrino mientras en las calles sus enemigos eran asesinados, pero en México los políticos se palmean la espalda, comparten alimentos y se espantan con rigor profesional de las consecuencias de sus omisiones o de sus acciones. Violentos, dijo el nuncio apostólico de Gobernación que son quienes en Oaxaca dejaron cuando menos dos heridos de bala. Provocadores, calificó el góber DURO, ajeno a todo, casi a punto de declararse víctima de algún autoatentado.

La Odisea de Ulises tiene todos los elementos escenográficos para un film jolivudense de gran taquilla: la extrema derecha que, abascalina, gobierna con una cruz apenas disimulada; los almirantes protectores de lanchas rápidas cargadas de polvito políticamente pica pica; los priístas del gran chantaje, que amenazan con no prestar su zapatito para que el príncipe llamado Banda Presidencial pueda encontrar a su Cenicienta de la Caldera luego de la medianoche sexenal; los panistas, que riñen abiertamente porque la droga del poder les ha llegado por la vía intravenosa presupuestal; los perredistas, que pelean por lo electoral en Tabasco mientras pierden en lo nacional y en lo poselectoralmente federal (más vale gobernador de Tabasco en mano que presidencia legítima volando, aunque a la hora de la hora la estrategia acabe siendo canina, binaria y tortera: P2T, el escenario del perro de las dos tortas).

Tragicomedia de enredos: Ulises-Odiseo rompe el diálogo con monseñor Abascal, pero le acepta una comida de apariencias en Bucareli, a cuyo final ambos dos juntos ponen cara de buenos amigos que mucho lamentan que tan promisorias pláticas gastronómicas sean afectadas por inexplicables y muy condenables hechos armados. El Gigante de Bucareli (en campaña para seguir en el cargo, en caso de que Felipe pueda finalmente instalarse en la Silla que en una de esas tiene como asiento un queso bola de Oaxaca) apenas podía disimular la piadosa sonrisa de cruzado victorioso que le acompaña desde que en columnas y comentarios políticos inducidos por él mismo le celebran la gran capacidad negociadora que estaría abriendo un camino para que la crisis del sureste se convierta en ejemplo mundial de eficacia gobernante. Embriagado -metafóricamente, desde luego, pues don Carlos María José y Jesús no se permite libertades etílicas- por los cantos gregorianos que ensalzan sus presuntos éxitos, el padrino derechista Abascal habría de toparse en plena comida con las novedades humeantes habidas en la ciudad capital de Oaxaca. El gobernador Durito, mientras tanto, hacía como que atendía los planteamientos del capellán de Gobernación, al tiempo que sus hombres boicoteaban riesgosamente los presuntos avances del posturopédico secretario Camabás.

Enredos tragicómicos: una subcomisión de senadores habría de viajar a Oaxaca para saber mediante consulta directa si los poderes están funcionando en aquella entidad (y, supuestamente, preparar así algún proyecto de dictamen para ser discutido y aprobado en la casona chilanga de Xicoténcatl), pregunta tan profunda la de esos legisladores federales que el buen Ulises se aprestó a organizar ayer mismo una representación teatral, mediante oficinas clausuradas que aparecerían abiertas y funcionando durante algunas horas o minutos, para que los señores senadores constataran que es cierto lo que toda Oaxaca sabe que es mentira. Pero la APPO puso a funcionar nuevamente sus famosas brigadas móviles y se dio a la tarea de organizar un tour por las oficinas burocráticas presuntamente activas para cerrarlas y echar fuera a los trabajadores que habían sido amenazados con actas de abandono de empleo si no acudían a las escenificaciones de la extensión oaxaqueña del Festival Cervantino. Los senadores decidieron no ir a Oaxappa porque los ciudadanos tratarían de demostrar en vivo y a todo riñón que los tales poderes estaban difuntos, y algunos de los notarios legislativos deseaban tomar como válidas las dramatizaciones hechas desde el más allá, donde hace como que gobierna el políticamente difunto Ulises. Puras pérdidas.

Felipe Calderón no rueda Los Violentos, sino Los Perdedores. Luego de erigir en signo viviente de su voluntad de triunfo a Carlos Medina Plascencia -cinco veces consecutivas perdedor en contiendas políticas, comandante en jefe del choro de ambiciones transexenales 2030 que han anunciado quienes no saben ni qué pasará en 2006-, el michoacano que en rancho ajeno usa sombrero ha comenzado negociaciones en busca de éxito con el priísta que ha pasado a la historia por ser el primero en perder en una elección presidencial, Francisco Labastida Ochoa, digno interlocutor para asuntos energéticos -fue héroe del Pemexgate- e inmejorable ejemplo del buen uso de hojas de olivo en la frente.

El César estadunidense encamina su pulgar hacia abajo en el caso nuclear de Corea del Norte, y exalta su derecho a la victoria universal y cósmica, armado de excepciones y miedos pos 11 de septiembre con los que ha abatido derechos constitucionales internos y legalidades externas. Pero el tal blindaje mundial y los modernísimos sistemas de protección de nada sirven ante vuelos caseros como el que ayer, presuntamente a cargo de un jugador profesional de beisbol, habría demostrado que los años de excesos en el espionaje de los ciudadanos, sus rutinas y sus propiedades, de poco sirven para impedir accidentes porque, a fin de cuentas, esos montajes de terror sólo han sido instalados para que las grandes firmas de las industrias bélica, petrolera y constructora, entre otras, mantengan el control de los individuos como de las naciones, a sabiendas de que el agravio al derecho ajeno es (para unos cuantos) la muy redituable falta de paz. ¡Hasta mañana, mientras Paco Gil sufre por ISOSA!

Fax: 56 05 20 99 * [email protected] * www.juliohernandez.com.mx

 
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