Usted está aquí: lunes 2 de octubre de 2006 Estados Alertan sobre contaminación por biogás en relleno de Tlalnepantla

El combustible se incinera al aire libre por falta de presupuesto para aprovecharlo

Alertan sobre contaminación por biogás en relleno de Tlalnepantla

La tecnología usada en el confinamiento es obsoleta, admite el procurador ambiental de Edomex

SILVIA CHAVEZ GONZALEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Aspecto del relleno sanitario de Tlalnepantla, estado de México, donde se encuentran depositadas millones de toneladas de basura * Mario Antonio Núñez

Tlalnepantla. Méx., 1º de octubre. En el relleno sanitario de Tlalnepantla, que opera desde hace ocho años, se incineran diariamente miles de metros cúbicos de biogás.

Habitantes de la colonia La Providencia, contigua al confinamiento, han atribuido enfermedades, fallecimientos y malformaciones de recién nacidos a la contaminación de agua, suelo y aire de la zona.

''Los rellenos son un súper negocio. Por eso todo mundo quiere construir uno'', aseguró el titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente (Propeam) estatal, Ramón Ojeda Mestre. Comentó que el confinamiento de Tlalnepantla genera utilidades de al menos un millón 600 mil pesos cada diez días. ''Imagínate cuánto se llevan los empresarios: en tres años recuperan su inversión'', sostuvo en entrevista.

Ubicado en un predio de 36 hectáreas, el relleno sanitario de Tlalnepantla comenzó a funcionar en abril de 1998, mediante una concesión de 20 años otorgada por el gobierno municipal a Mexicana del Medio Ambiente, empresa que también efectuó el saneamiento de las 16 hectáreas del antiguo tiradero municipal. Ambos confinamientos están en el poblado San Pedro Barrientos.

En ocho años han sido sepultadas al menos cuatro millones de toneladas de basura doméstica en ambos sitios.

A simple vista se observa un control estricto en el manejo de los desechos. Sin embargo, no aprovecha el biogás que, al quemarse al aire libre, contamina la atmósfera.

Investigaciones de la empresa Estudios y Técnicas Especializadas (Eteisa), realizadas en 2005 por encargo del ayuntamiento local y del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), señalan que el relleno y el tiradero producían hasta 2004 al menos 50 millones de metros cúbicos de biogás.

Se calcula que para 2018 el relleno producirá 90 millones de metros cúbicos de biogás, ''el equivalente a tener a lo largo de 250 kilómetros 16 mil 750 pipas de gas de 40 mil litros con las válvulas abiertas''. El biogás no aprovechado e inhibido contribuye a crear efecto invernadero, causante del cambio climático global.

El biogás incinerado se libera actualmente por medio de 84 chimeneas, informó el subdirector municipal de ecología, Juan Francisco Cervantes, quien señaló que la quema de combustible es una medida pasajera, pues el objetivo a corto plazo es crear una empresa generadora de energía eléctrica que aproveche el biogás.

Sin embargo, el proyecto de aprovechamiento del energético se estancó por la falta de inversiones y por negociaciones con autoridades y empresas del ramo, entre ellas Luz y Fuerza del Centro (LFC), explicó Juan Francisco Cervantes. Sostuvo que la generación de electricidad a partir de biogás consolidaría el éxito del relleno en Tlalnepantla.

Para 2006, según el documento Proyecto de crecimiento y vida útil, el confinamiento acumuló al menos 2 millones 478 mil toneladas de desechos domésticos. Se prevé que al término de la concesión, en 2018, tendrá sepultadas 6 millones 261 mil toneladas de basura, más dos millones del antiguo relleno.

El relleno sanitario, único en el área metropolitana, no genera moscas, fauna nociva ni emisiones pestilentes. Los lixiviados (jugos de la basura) son captados en una presa contigua al confinamiento. Una membrana subterránea de polietileno evita filtraciones de contaminantes al subsuelo.

Sin embargo, la tecnología de este relleno sanitario es obsoleta y el fracaso de este tipo de confinamientos es palpable en Europa, donde se han salido de control, aseguró el procurador del Medio Ambiente, Ojeda Mestre.

''Es necesario evolucionar hacia nuevas tecnologías'', insistió el funcionario, quien refirió que cada día se producen en la entidad al menos 14 mil toneladas de basura, y en cada uno de los 125 municipios mexiquenses existe en promedio un tiradero ''semirregulado'' y otro fuera de control.

 
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