En ascenso, las telecomunicaciones en México
A mediano plazo Telmex seguirá dominando el mercado con América Móvil y la subsidiaria Telcel
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Plataforma con pantallas del centro de tecnología Telmex, en el Centro Histórico de la ciudad de México, donde se pueden observar los adelantos en telecomunicaciones
Foto: José Carlo González
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Edificio de Telmex en avenida Parque Vía, en el Distrito Federal, La participación de la telefónica está muy afianzada y la empresa ha mostrado determinación de defender su posición en los tribunales
Foto: Carlos Cisneros
El mercado de telecomunicaciones de México seguirá creciendo de manera vigorosa durante el período que se pronostica, a medida que el incremento de los ingresos personales permita mayor acceso a nuevas tecnologías, como servicios de tercera generación.
El importante aumento de las suscripciones de telefonía celular, sustentado también en ese incremento de ingresos y un mercado liberalizado, provocará que el índice de penetración se eleve a 61% de la población hacia finales de 2010 (aunque permanecerá por debajo de Argentina, Brasil y Chile). En líneas fijas, la penetración crecerá más despacio, apenas por arriba de 20% de la población para fines de 2010, ante el nulo avance de las reformas que deberían mejorar el nivel de cumplimiento de la normatividad y abrir el sector a una mayor participación y competencia.
Es probable que persista el predominio de Teléfonos de México (Telmex) en el mercado de telecomunicaciones. En el periodo 2006-10 el mercado estará definido por dos factores principales: la promulgación de una nueva legislación sobre telecomunicaciones federales, y la presión de otras empresas para poner fin a la hegemonía del gigante local, Teléfonos de México, la principal empresa de telecomunicaciones. A mediano plazo, Telmex seguirá dominando el mercado con América Móvil, empresa subsidiaria de Telmex cuya unidad principal es la compañía de telefonía celular Telcel. La participación de Telmex en el mercado se halla muy afianzada y la empresa ha mostrado en repetidas ocasiones determinación para defender su monopolio en los tribunales. El gobierno se ha mostrado cauteloso, al impulsar su proyecto de reforma por temor a desestabilizar al principal operador del sector, en un momento en que sus competidores están imposibilitados para invertir en telefonía de línea fija.
Las propuestas gubernamentales para una nueva legislación en telecomunicaciones sustituirían el marco establecido en 1995, un poco antes de la primera tentativa para abrir el sector, en 1996, y después de la privatización de Telmex, en 1990. El nuevo proyecto de ley incluye concesiones, interconexiones, acceso y regulación. En primer lugar, ampliaría las atribuciones de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), organismo regulador de la industria de telecomunicaciones que hasta ahora ha estado subordinado a la Secretaría de Comunicaciones y Transporte. Es probable que Cofetel tenga presupuesto propio y se convierta en un organismo independiente con facultades coercitivas y autoridad para imponer sanciones. En segundo lugar, el proyecto de ley abordaría los contratos de interconexión con Telmex para permitir cierta apertura de la red local de la operadora tradicional. Telmex sigue dominando la mayoría de los segmentos de mercado, inclusive 95% de telefonía local, 80% de larga distancia, 75% del mercado de telefonía celular y alrededor de 70% de servicios de Internet.
En tercer lugar, eliminaría el tope de 49% a la propiedad extranjera en telefonía de línea fija, que ya fue hecho a un lado en 2001, cuando Banamex-Accival, accionista mayoritario de Avantel (ambas empresas con sede en México), fue vendido a la empresa estadunidense Citibank. Finalmente se introduciría un marco para financiar la expansión de los servicios de telecomunicaciones en la zona rural, donde la rentabilidad es baja (los ocho estados más pobres del sur tienen densidades telefónicas de apenas 5 a 10%). A pesar de que todos los partidos políticos participaron en el proyecto de la nueva legislación, las reformas se han retrasado en el Congreso y no serán consideradas hasta 2007, al comenzar el nuevo gobierno.
Enorme potencial en tecnología de la información
En la actualidad, la inversión en tecnología de la información es baja en extremo, con un estimado de 1.4% del PIB, en comparación con un promedio de 4.3% del PIB en los países de la OCDE. De acuerdo con la consultora Pyramid Research, la existencia de computadoras personales en 2005 era equivalente a 11.2 por cada 100 personas, y apenas un suscriptor de banda ancha por cada 100 personas. Esto subraya un enorme potencial para la expansión de la industria a mediano plazo.
El programa de desarrollo del gobierno de Vicente Fox concede alta prioridad a la promoción del portal ciudadano del gobierno federal (e-gobierno) y al desarrollo de la industria de software (actualmente muy reducida). Prosoft, el programa de desarrollo de software que lanzó el gobierno en 2002, se ha impuesto el ambicioso objetivo de producir software por 5 mil mdd para 2010. Prosoft pretende posicionar al país como un centro global de fabricación de software y promover mayor competitividad económica. La campaña gubernamental para fomentar e-gobierno tiene el propósito de erradicar la corrupción y el papeleo burocrático, pero también impulsará el desarrollo del comercio electrónico, que está en su primera infancia.
En la actualidad, más de 80% de las contrataciones gubernamentales se gestionan en línea y muy pronto la presentación de declaraciones de impuestos se hará de la misma forma. A medida que se extiendan la penetración de Internet y el uso de tarjetas de crédito, el comercio electrónico crecerá. Entre los líderes del sector destacan el grupo de grandes almacenes Sanborns, los bancos comerciales extranjeros como Banamex (EU), HSBC (Reino Unido) y BBVA-Bancomer (España), así como todito.com, sitio de noticias y portal de comercio electrónico.
FUENTE: EIU