Usted está aquí: domingo 17 de septiembre de 2006 Política Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

¿Inició el derrumbe de las "materias primas" (incluyendo el petróleo)?

De aquí al 7 de noviembre, fecha de las cruciales elecciones de "medio término" en EU, cuando se juega el destino del "presidente del terror", Baby Bush, la "mano invisible" ya muy vista de la banca israelí anglosajona operará en los "mercados" durante 51 días para impedir una humillación del Partido Republicano en las urnas

Ampliar la imagen George W. Bush, el viernes pasado Foto: Ap

Ampliar la imagen Pozo petrolero de la corporación energética Devon, a unos 270 kilómetros al sur de Nueva Orleans, en el Golfo de México Foto: Ap

Stephen Roach (SR), jefe de economistas de Morgan Stanley (15-09-06), oficia las exequias de las materias primas, "incluyendo el petróleo", que "sufren fuertes presiones de venta". Luego de ridiculizar la teoría de los "superciclos de las materias primas", afirma que "los precios de materiales industriales no-energéticos como económicamente sensibles a la energía vivieron su pico en este ciclo". En las pasadas semanas, "la mayoría de los amplios índices han disminuido", que llegan hasta 14 por ciento en las mediciones de Goldman Sachs, mientras "los precios del petróleo se han abatido 17 por ciento de su máximo de hace dos meses".

En efecto, en esta coyuntura, el descenso del petróleo ha sido mayor al de níquel (12 por ciento), zinc (10), aluminio (9) y cobre (7). Sin llegar a vaticinar un "desplome brutal", asevera que los descensos son mínimos cuando se comparan a su disparo previo, pero pueden significar el inicio del fin del auge de las materias primas, postura economicista a ultranza que muchos geopolitólogos teóricos de la multipolaridad no apreciarán.

Puntualiza que el descenso comporta tres puntales: "el productor chino, el mercado de los bienes raíces en Estados Unidos (EU), y el vencimiento de asignaciones de los activos bursátiles". Asienta que el "factor China es, de lejos, el más importante elemento en el lado de la demanda de la ecuación de las materias primas". La insaciabilidad china (un mercado que conoce bastante bien SR), que en el periodo 2002-05 consumió 113 por ciento del zinc y 30 por ciento de petróleo, "ha cambiado ahora" debido al enfriamiento que han operado los planificadores a su economía supercalentada.

El estallido de la burbuja de los bienes raíces afectará la demanda de EU, en particular del cobre, mientras los activos bursátiles de las materias primas representan una pequeña porción (70 mil millones de dólares) del total. En síntesis: China detenta la llave económica de las materias primas, mientras EU posee su picaporte financiero.

SR, quien conoce las entrañas de la Reserva Federal, donde laboró, se equivocó en cinco años en su cronograma de los requilibrios globales. En realidad no se equivocó, sino que su escenario se atrasó. Más bien fue Alan Greenspan quien profundizó en ese lapso las burbujas financieras con el fin de acoplarse en la etapa bushiana a sus aliados bélicos del unilateralismo de la teocracia de los "cristianos sionistas". La opinión de SR peca de reduccionista y carece del abordaje multidimensional que incorpora las herramientas geopolíticas y geofinancieras que, a nuestro humilde entender, en términos de magnitud, pueden desacoplar en su caída a las materias primas en tres subsegmentos: la mayoría, el petróleo y el gas, y el oro y la plata.

No existe equivalente a la Organización de Países Exportadores de Petróleo para las otras materias primas cuyas cotizaciones se pueden desplomar en la misma forma artificial en que fueron elevadas, apuntaladas por la especulación financiera de la banca israelí-anglosajona mediante los ominosos hedge funds ("fondos de cobertura de riesgos"). No es el caso del oro negro, cuya baja, ostensiblemente forzada por las "fuerzas del mercado" que controla la banca israelí-anglosajona, puede ser contrarrestada por el cártel petrolero que busca un precio más estable y menos volátil (que beneficia la especulación financiera), alrededor de 50 dólares el barril. Además, la reunión del Grupo de los Siete en Singapur ha dejado destilar el trueque de una disminución de los precios de las materias primas en general, cuya alza perjudica a China, a cambio de la revaluación del yuan, con el fin de impedir el desplome del dólar.

De aquí al 7 de noviembre, fecha de las cruciales elecciones de "medio término" en EU, cuando se juega el destino del "presidente del terror", Baby Bush, la "mano invisible" ya muy vista de la banca israelí-anglosajona operará en los "mercados" durante 51 días para impedir una humillación del Partido Republicano en las urnas, lo que solamente pospone los inevitables plazos perentorios de la quebrada economía de EU en plena decadencia.

En lugar de elevar las tasas de interés, la Reserva Federal ha optado por la "pausa" que da tiempo a que la inflación sea yugulada por la vía de la baja precipitada del petróleo ("La baja del petróleo disminuye la inflación"; Financial Times, 15-09-06), mientras se anuncian rimbombantemente descubrimientos mágicos de Chevron-Texaco en el Golfo de México.

La teocracia chiíta iraní también ha descubierto que el cierre del estrecho de Ormuz, que elevaría el oro negro a la estratosfera, representa en esta fase delicada una de las mayúsculas vulnerabilidades de la teocracia bushiana obligada a morderse la lengua para sentarse a negociar con uno de los integrantes del "eje del mal" que le tiene tomada la medida.

Mucho más que el petróleo, que comporta consideraciones geopolíticas que no comparte con el resto de las materias primas denominadas genéricamente commodities por la vulgaridad bursátil de la fauna especulativa global, es más probable un desacoplamiento nítido del oro, el cual, inclusive, en relación inversamente proporcional con el desplome del dólar, podría revaluarse en forma espectacular en lo que queda del año, si resultan correctas las apreciaciones del británico Ambrose Evans-Pritchard (AEP), connotado analista vinculado al Olimpo bursátil anglosajón: "el oro tendrá que decidir pronto si es una materia prima como las demás, o si es una moneda de refugio seguro que brilla en los malos tiempos" y sirve de enchufe de "protección en la inflación como en la deflación" (The Daily Telegraph; 4-09-06).

"¿Qué pasará con la economía global cuando los estadunidenses cesen de retirar 600 mil millones de dólares al año (nota: un poco menos que el PIB de México) de dinero de bolsillo de sus bienes raíces, o cuando 2.7 millones de millones de dólares (nota: 3.8 veces el PIB de México) en tasas hipotecarias flotantes se ajusten a mayores tasas de interés?", pregunta acuciosamente AEP, quien cita algunas operaciones a futuro de "gente muy rica" que compra oro en hasta 2 mil 500 dólares (¡así, con cuatro dígitos!) la onza, situación incomprensible para las mentes ultramontanas en el escenario de una nada improbable "guerra de devaluaciones competitivas" entre EU, Europa y Asia.

Señala que sin mucho ruido Rusia compra oro y sus reservas foráneas han alcanzado 258 mil millones de dólares que "pronto equivaldrán a las de la eurozona".

Muy sofisticado, AEP no pone en tela de juicio lo consabido sobre las materias primas cuando el "ciclo de los recursos se ha correlacionado durante medio siglo con la política monetaria de EU, que llega a su pico conforme la tasa de los fondos de la Reserva Federal también llega a su pico". Afirma que para las materias primas la "campana sonó en julio", pero tañe en forma diferente respecto del oro.

Hubiera sido interesante que especificara más su posición referente al oro negro: si su campana tañe como la mayoría de las materias primas o también es susceptible de desacoplarse como el oro. Quizá los tañidos del petróleo se ubiquen en una fase intermedia y equidistante a ambos sonidos metálicos entre los dos extremos: el de las materias primas en general y el del oro desacoplado.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.