Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 10 de septiembre de 2006 Num: 601


Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
El malpensante
GESUALDO BUFALINO
Poesía joven de Perú
RICARDO VENEGAS
(selección)
Dos relatos
La Sinfonía del deshielo, un grito de libertad
NORMA ÁVILA JIMÉNEZ
Los dos rostros de Shostakovich
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Pickpocket ataca de nuevo
ROBERTO GARZA ITURBIDE
Entrevista con MARTÍN LASALLE
180 años de caricatura
AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ
Albricias
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Teatro
NOÉ MORALES MUÑOZ


Directorio
Núm. anteriores
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LUIS TOVAR
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UN REESTRENO

Mañana lunes 11 de septiembre habrá transcurrido la primera semana del reestreno de una película que quince millones de mexicanos, como mínimo, no queríamos volver a ver. La primera versión, estrenada hace dieciocho años, dejó un saldo negativo a tal grado que muchos habíamos considerado muy difícil, si no imposible, caer aún más bajo.

Esta nueva versión de Cómo ser un presidente espurio y no fracasar en el intento es el producto corregido y aumentado de los mismos realizadores que, entre la original protagonizada por Chorejas el Innombrable y el remake a cargo de Fecal el Chaparro Pelón de Lentes, nos entretuvieron con la muy anticlimática matiné compuesta por Zedillín, el Cuentachistes que no traía Cash seguida de Las martaventuras de Fox en el país maravilloso del Prozac.

Hay que agarrarse bien fuerte de la butaca, porque ya sabemos qué es lo que nos espera: seis años de ver cómo un sujeto mendaz, provocador, divisionista; que en su vida ha administrado ni siquiera el presupuesto del más pequeño de los municipios; que se autoprestó millones de pesos al amparo de un puesto directivo; que fue pieza fundamental del mayor atraco reciente a la economía de México, llamado Fobaproa y que suma miles de millones de dólares pagaderos —tal vez- en unos setenta años; que increíblemente se negó, bajo excusas propias de un tinterillo, a recontar los sufragios que supuestamente lo hicieron ganador, con lo cual —en caso de que fuese cierto el embuste de que la elección presidencial de 2006 fue impoluta- hubiera conseguido para sí una legitimidad que ahora le será para siempre inalcanzable; que ha tenido la desvergüenza de aceptar un nombramiento del que jamás será digno así no sea más que por la irreflexiva y peligrosa campaña de miedo, difamación y encono clasista de la que se sirvió para manipular la débil conciencia y compromiso social de una franja de población medrosa, mal informada y peor dispuesta a informarse; que hasta el último instante antes de ese nombramiento porfió en la irresponsabilidad de separar discursivamente a una sociedad a la que según él quiere servir sin distingos, entre "los pacíficos" —él y sus secuaces en primerísimo lugar, claro está- y "los violentos" —y llámesele así de ahora en adelante a todo aquel que proteste por cualquier cosa que al Usurpador no le parezca susceptible de ser protestada-; que a pocas horas de recibir el nombramiento llamó, valiéndose para ello de la televisión, su ágora ideal, a una "reconciliación" imposible precisamente a consecuencia de sus actos, sus omisiones y la comisión de una cantidad ya para siempre indescifrable de delitos electorales, e imposible igualmente a consecuencia de que no hay conciliación posible si se le quiere fundar sobra la base de la mentira, la irresponsabilidad, el clasismo, la manipulación, el amafiamiento y el mensaje implícito que significa "conciliemos, yo arriba y tú abajo; dialoguemos, yo dando las órdenes y tú obedeciéndolas; acordemos, a partir de la perpetuación de la impunidad institucionalizada que me permite hablarte con una generosidad de dientes para afuera, desmentida a priori por el discurso y la conducta que me colocaron a mí arriba y a ti abajo, por la cual me considero pacífico y te considero violento; conciliemos…; que cuando no suelta amenazas más o menos veladas de represión a próximas y predecibles manifestaciones de descontento, recurre a una retórica donde las palabras "democracia", "México", "legalidad" e "instituciones" son usadas de manera tan ramplona y maniquea que han dejado de tener un sentido que nunca debieron perder…; seis años de ver, decíamos, que este individuo al que por pura cuestión de principios me negaré siempre a nombrar como lo que no es, pretenderá legitimarse de la misma forma en que lo buscó, hace dieciocho años, su antecesor directo, el protagonista de la primera versión de Cómo ser un presidente espurio…

El desenlace de esa primera versión, inolvidable por sus funestas consecuencias, incluyó el gatopardismo mediante el cual los avaladores de hoy fueron los beneficiarios de ayer, y al revés también. Los productores de esta nueva cinta de horror esperan que dentro de seis años la historia se repita y ellos puedan programar, por ejemplo, otro zedillazo u otro martafoxazo, que serían comiquísimos si no fueran tan trágicos.

De lo que nadie tiene certidumbre alguna es de la reacción del público, jamás del todo predecible. Aquí no hay chiste que valga, pero en esta metáfora cinematográfica el equivalente a salirse del cine a media función puede tener consecuencias de película gore.