Número 122 | Jueves 7 de septiembre de 2006
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

VIH/sida
¿Esperanzas para el futuro o acciones hoy?

En la Conferencia Internacional de Sida, celebrada en Toronto,
el tema central fue la prevención. Se escuchó sobre prometedoras investigaciones para tener nuevas tecnologías, mientras que otras voces instaron a no esperar fórmulas mágicas. África acaparó
la atención y la visión de promover sólo la abstinencia sexual
fue, una vez más, señalada como ineficaz.

Por: Alejandro Brito

Por primera vez en mucho tiempo, la prevención fue el centro de atención de la Conferencia Internacional de Sida, esta vez realizada en Toronto el pasado mes de agosto. Las anteriores conferencias pusieron el acento en los avances científicos y en el acceso a los tratamientos en los países más afectados.

Ahora, la situación ha variado un poco. La distribución masiva de las terapias antirretrovirales —más de 1.6 millones de personas en los países de bajo y mediano ingreso las están recibiendo a través de varios programas mundiales—, está permitiendo dirigir mayor atención y recursos a la prevención. En particular, al desarrollo de nuevas tecnologías preventivas. La pauta la dieron el magnate Bill Gates y su esposa Melinda, cuya fundación está invirtiendo cientos de millones de dólares en esa dirección. Según el propietario de Microsoft, resulta “imposible cambiar los comportamientos de las personas sin contar con nuevas herramientas preventivas”, en particular las que permitan a las mujeres tomar el control de sus vidas sexuales. La esperanza está puesta en el desarrollo de un gel vaginal microbicida capaz de eliminar al virus. Si las mujeres contaran con tal herramienta, eso cambiaría el curso de la pandemia, de acuerdo con la visión de los Gates.

Los pronósticos al respecto son optimistas. Un producto microbicida 60 por ciento efectivo podría evitar 2.5 millones de nuevas infecciones al año en países de bajos ingresos, según se reportó en la Conferencia. En los próximos años, se presentarán los primeros resultados de los ensayos masivos de estos nuevos productos.

No existen las técnicas mágicas
La de Toronto fue la conferencia de los Gates. Desde la ceremonia de inauguración Bill y Melinda fijaron lo que sería el tema central: el desarrollo de nuevas tecnologías preventivas, que además de los microbicidas incluye la prevención oral (la toma de dosis de antirretrovirales previo a la exposición sexual), el desarrollo de anillos o diafragmas cervicouterinos con sustancias antivíricas, la circuncisión masculina, y las vacunas.

Sin embargo, este nuevo enfoque también fue objeto de críticas. “Se están dirigiendo cuantiosos recursos al desarrollo de sofisticadas tecnologías preventivas cuando aún no somos capaces de garantizar el acceso a las medidas de prevención tradicionales para la mayoría de las poblaciones en riesgo”, fue el sentido de algunos de los cuestionamientos. Y las cifras hablan por sí solas: según el reporte global del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/sida (Onusida), sólo nueve por ciento de los hombres que tienen sexo con hombres y menos de 20 por ciento de los usuarios de drogas inyectadas reciben algún tipo de servicio preventivo. Por su parte, sólo a nueve por ciento de las mujeres embarazadas se le ofrece servicios para evitar la transmisión del virus a sus bebés. Y menos del 50 por ciento de las y los jóvenes tienen conocimientos suficientes acerca del VIH y del sida.

La brasileña Cristina Pimenta, del Programa brasileño de sida, advirtió sobre la tendencia de lo que llamó la “medicalización” de la prevención presentada como “una rápida solución técnica y mágica”, en referencia a esas tecnologías preventivas. Para la especialista, el acento debe ponerse en los factores de inequidad estructural y de exclusión que aumentan el riesgo de infección para muchas personas. Sin atender esos desequilibrios, de poco servirá desarrollar nuevos productos de prevención.

En Camerún y Camboya, los activistas han forzado el cierre prematuro de los ensayos masivos de la profilaxis pre-exposición al VIH por las consideraciones éticas adyacentes como la garantía de acceso a los tratamientos para las personas participantes que resultaran infectadas durante los ensayos.

La presencia dominante de los Gates generó descontento entre algunos asistentes. “Bill Gates no es nuestra voz”, reclamaron activistas de Sudáfrica al momento en que irrumpían en una conferencia de prensa, exigiendo mayor espacio a las personas que viven con VIH/sida. “Esta conferencia es un fracaso porque no ha dado espacio a lo que realmente está ocurriendo con la epidemia”, expresó una mujer sudafricana miembro del combativo grupo Treatment Action Campaign.

El dilema de las pruebas de detección
Otro tema polémico que resonó en la conferencia fue el de la aplicación masiva de las pruebas rutinarias de detección del virus. El acceso creciente a los tratamientos, ha puesto sobre la mesa la necesidad de promover dichas pruebas como un imperativo ético. El número de personas que están infectadas y lo desconocen es muy elevado en casi todos los países de bajo y mediano ingreso. Sin embargo, en algunos países como Bostwana se están aplicando sin el consentimiento de las personas. “Los profesionales de la salud no informan sobre el derecho a no aplicarse la prueba”, denunció una activista de ese país. Para Sofía Gruskin, directora del Programa de Derechos Humanos de la Escuela de Salud de Harvard, la aplicación de la prueba de detección sin el consentimiento informado pierde eficacia y se reduce a una “práctica veterinaria”. “Se deben tomar en cuenta los resultados adversos de la prueba generalizada, por ejemplo, la violencia hacia las personas que resulten positivas”, advirtió la especialista. Sin embargo, para otros, el beneficio de la prueba supera el riesgo de la misma. En el caso de las mujeres embarazadas, por ejemplo, un diagnóstico oportuno puede impedir que la madre transmita el virus al bebé. En Bostwana, la prueba se aplica sin el consentimiento informado de las mujeres porque, según la ministra de Salud de ese país, “las mujeres no quieren firmar”, lo que se interpretó más como una excusa.

El fantasmón de la abstinencia
En una acción sorpresiva e inusitada en la pacífica, tranquila y disciplinada ciudad de Toronto, activistas de Canadá, apoyados por activistas de otras partes del mundo, bloquearon los cruces de las principales avenidas del centro para exigir la continuidad del único lugar de inyección segura de drogas que existe en ese país.

Encabezados por la parlamentaria de la ciudad de Vancouver, Libby Davies, una recia y aguerrida mujer, llegaron en 14 autobuses para paralizar el tránsito de igual número de cruceros tan sólo durante dos minutos.

En el picadero seguro de Vancouver se aplican 600 inyecciones de droga diarias. En sus tres años de funcionamiento, ha beneficiado a seis mil 500 usuarios de drogas. Con su programa de intercambio de jeringas y del reemplazo de la heroína o cocaína por la metadona, ha evitado que se infecten por VIH. “El lugar ha sido todo un éxito, nadie muere en las calles de sobredosis como antes”, comenta orgullosa para Letra S la legisladora. Pero ahora ese lugar se encuentra amenazado por el gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper.

Este tipo de programas avanzados, que han probado su eficacia preventiva, han encontrado la oposición de los gobiernos que, encabezados por los Estados Unidos, se obstinan en promover programas de sólo abstinencia que responden a intereses ideológicos mas que de salud pública, como se reiteró en esta conferencia. “La rigidez ideológica casi nunca funciona cuando se aplica a la condición humana”, señaló Stephen Lewis, enviado especial de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida en África. Y llamó neocolonialista el intento de imponer a los países programas de abstinencia como condición para recibir ayuda, en referencia clara al gobierno de Bush.

América Latina fue la gran ausente en la mega conferencia del sida que reunió a más de 24 mil participantes. Con excepción de Brasil, todos los demás países casi no figuraron en las plenarias y sesiones. Sólo el nueve por ciento de las ponencias provenían de esa región. La ciudad de México será la sede de este multitudinario evento en el 2008, que por primera vez se realizará en un país latinoamericano, ahí se espera que esta región tenga una mayor presencia y un rol más protagónico, como aseguraron en la ceremonia de clausura los nuevos anfitriones.


Los nuevos métodos preventivos