Usted está aquí: viernes 1 de septiembre de 2006 Política Calderón dice que el 2 de julio ganó "voto por voto y casilla por casilla"

"La salvación de la patria no está cifrada en un caudillo", sostiene el panista

Calderón dice que el 2 de julio ganó "voto por voto y casilla por casilla"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Ampliar la imagen Preparan los panistas "magna" celebración en su sede nacional Foto: Guillermo Sologuren

Cuernavaca, Mor., 31 de agosto. México vivió pensando durante siglos que un caudillo iluminado solucionaría sus problemas, pero nunca llegó y nunca llegará, porque la salvación de la patria no es un caudillo ni una persona en particular, declaró Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN, durante una visita de agradecimiento a las bases panistas.

Además, hizo sorna de la demanda del perredista Andrés Manuel López Obrador para que se recuenten todos los sufragios. "No sé cuántas veces tengamos que ganar esta elección. La ganamos el 2 de julio en las casillas, voto por voto y casilla por casilla".

En la víspera del sexto informe presidencial, en un escenario de protestas del PRD, llamó a los legisladores a dejar atrás el desafío, los desplantes y los enconos para que prevalezcan la cordura, la sensatez y la responsabilidad. Les ofreció a cambio un gobierno de unidad y no de facciones.

Aun cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no ha declarado un presidente electo, invitó a los panistas a "celebrar como Dios manda" su triunfo, y trazó las prioridades de la agenda que impulsaría con la 60 Legislatura, que de antemano -definió- será "histórica". Los temas son tres: una "opción preferencial por los pobres", empleo y seguridad.

Su visita a esta entidad se hizo en medio de un fuerte operativo de seguridad, que tuvo como consecuencia que en dos actos la prensa estuviera confinada en corrales pequeños y alejada del michoacano. Inclusive en la última reunión sólo se le pudo observar por medio de los monitores de las cámaras que lo filmaban.

Además, hubo actos festivos organizados por la clase política del blanquiazul, encabezada por el gobernador electo, Marco Antonio Adame. A diferencia de Jalisco, Guanajuato y Tlaxcala, donde los gobernadores panistas lo acompañaron a sus actos, aquí el michoacano fue cuidadoso y nunca apareció en público con Sergio Estrada Cajigal, el polémico gobernador que se salvó de ser destituido.

Para evitar las protestas del PRD, los sitios adonde acudió Calderón -todos lugares cerrados- se convirtieron en verdaderas fortalezas.

Desde temprano, el hotel Villa Véjar estaba cercado con vallas metálicas y custodiado por decenas de elementos del Estado Mayor Presidencial, además -con una logística similar a la que se aplica con el presidente Vicente Fox- el acceso se reguló minuciosamente con arcos detectores de metales, revisión de bolsas y se permitió la salida de la gente sólo una vez que el abanderado panista había abandonado el lugar. Este operativo se repitió en las otras sedes.

En cuanto llegó, el panista escuchó halagos de quienes lo ayudaron a ganar la elección, pero también exigencias. Engracia Salas, líder estatal de Unimos -la llamada CNC azul-, recordó cómo en la contienda los partidos lanzaron sus "gallos finos de pelea", pero ahora "nos toca cacaraquear", y pidió respaldo para proyectos productivos.

Del discurso cauteloso de los días previos, Calderón pasó a hacer una dura crítica a los "caudillos".

Y lo hizo en su primera reunión con líderes del estado, cuando señaló: "México durante siglos vivió pensando que sus problemas se solucionarían el día en que llegara un caudillo iluminado, un jinete en un caballo alado, una serpiente emplumada, un hombre blanco y barbado, y durante décadas, insisto, durante siglos, esperamos a ese caudillo y, amigas y amigos, ese caudillo nunca llegó. Y debo decirles nunca llegará, porque precisamente la salvación de la patria no está cifrada en el caudillo y no está cifrada en una persona en lo particular".

Para desmarcarse de los "caudillos iluminados", ofreció impulsar los cambios que México necesita sin hacer cuentas alegres ni ofrecimientos fáciles o promesas falsas.

En medio de las movilizaciones del PRD y el anuncio de que López Obrador, su contrincante, podría ser declarado "presidente legítimo" en la convención nacional democrática del día 16, Calderón aseguró que México no se quedará paralizado ni fuera de la jugada, y tampoco se quedará detenido mientras el mundo sigue caminando. No se detendrá por "lo pequeño".

Se adelantó a las negociaciones que establecerá el Ejecutivo con el Congreso de la Unión para asignar el presupuesto de 2007, y anticipó que habrá desacuerdos, pero confió en que podrán resolverse.

Fiesta en la finca Rivelinos

Los panistas echaron la casa por la ventana para recibir a Calderón. Adame, quien aclaró que era de "gente bien nacida" saber agradecer, organizó un banquete para un centenar de personas en la lujosa Finca Rivelinos, rodeada de espectaculares jardines, adornados con sillones de piel como en un bar lounge, cascadas artificiales, fuentes y una cava al aire libre.

En la mesa de honor se encontraban el presidente municipal de Emiliano Zapata, Martín Caballero, y el senador Adrián Rivera Pérez.

El grupo de mariachis Los Diamantes de América amenizó la tarde con los corridos predilectos del panista. Lo recibió con El hijo desobediente, que se convirtió en su lema de campaña. Después entonó Caminos de Michoacán y luego complació las peticiones que hizo el abanderado, como Traigo la sangre caliente, Puño de tierra y Pelea de gallos.

Animado, el panista seguía la letra de algunas canciones. "Anda contenta la gente, pues saben que ya gané", cantaba cuando recibió una llamada en su teléfono celular que lo hizo interrumpir su sesión de corridos calentanos. Después la reanudó con El rey y Juan Colorado.

En plena discusión sobre si habrá celebración el 15 de septiembre estando el plantón perredista en el Zócalo, se mostró retador y señaló que no le toca todavía dar el Grito, "pero el Grito del 15 de septiembre de 2007 ahí los espero en Palacio Nacional". Así respondió al mariachi que lo recibió con un "¡Que viva Felipe Calderón, nuestro ya presidente!"

Entre evocaciones a héroes nacionales como Emiliano Zapata, José María Morelos y Pavón y Francisco I. Madero como fuentes de inspiración para un México más democrático, invitó a los diputados y senadores a trabajar juntos para rendir buenas cuentas a los mexicanos, "que los poderes de la Unión debemos ser eso, poderes de la Unión y no de la desunión entre los mexicanos".

El candidato pasó de la euforia a las evocaciones sentimentales y a un intercambio de bromas con las bases panistas que se congregaron por la tarde en el Centro de Convenciones Arecas.

Aunque a lo largo del día insistió en sus llamados al diálogo, al final dijo con ironía que ganó el 2 de julio voto por voto y casilla por casilla, porque obtuvo el triunfo en las encuestas de salida y en los conteos rápidos, incluyendo el del propio IFE, en el PREP, en el recuento distrital hecho en presencia de todos los partidos y en el conteo ordenado por el TEPJF.

Y planteó: "La pregunta que pocos se han hecho, es por qué millones de mexicanos hicieron un esfuerzo tan singular en su vida el 2 de julio", a lo que un hombre respondió: "Para comerse al Peje".

Como ésa se escucharon otras voces de descalificación a López Obrador, pero Calderón insistió en pedir a los panistas que lo ayuden -después del fallo del tribunal- a iniciar una "enorme labor" de conciliación en México. Al final siguió un intercambio de frases con los panistas. "¡Caballo que alcanza, gana!", alguien exclamó. "Eso mero", contestó el candidato, y los invitó a celebrar su triunfo "como Dios manda", en referencia a un festejo más que preparan los panistas.

 
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