Usted está aquí: lunes 17 de julio de 2006 Cultura Renovar el discurso museológico, meta del vigésimo aniversario

Cerca de 70 por ciento de las piezas están en bodegas; se busca exhibir la mayoría

Renovar el discurso museológico, meta del vigésimo aniversario

Se cambiará la sala dedicada a cerámica; se trata de duplicar el número de piezas de plata en exposición

Expertos de Europa estudian las piezas de mobiliario novohispano del recinto

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Ampliar la imagen Parte del acervo del museo Foto: Yazmín Ortega Cortés

Ampliar la imagen Las bodegas del Franz Mayer, donde se encuentran casi todas las piezas que resguarda el museo Foto: Yazmín Ortega Cortés

El Museo Franz Mayer posee un destacado fondo artístico y una de las colecciones más importantes de plata. Actualmente alrededor de 70 por ciento de las piezas se encuentra en bodega, pero con motivo del vigésimo aniversario del recinto se exhibirán varios objetos de los casi 11 mil que integran el acervo.

El museo tiene la misión de divulgar y hacer accesible para el público las artes decorativas de distintas procedencias, materiales y estilos del siglo XVI al XIX. La colección está conformada por piezas de cerámica, plata, mobiliario, textiles, escultura y pintura. Complementan el acervo arte plumario, lacas, marfil, carey, estampa, vidrio y esmaltes.

Julieta Giménez Cacho, directora general adjunta del sitio, explicó a La Jornada que desde hace cinco años se planea un nuevo discurso museológico que sea atractivo al público, con información de especialistas en plata, mobiliario y cerámica.

"En la sala de platería queremos duplicar las 130 piezas en exhibición, porque tenemos gran cantidad de objetos guardados, que no está bien, pero ha sido por cuestiones de espacio y también presupuestales", indicó Giménez Cacho.

En el caso de la cerámica, otra de las salas que serán renovadas este año, podría aumentar en 30 o 40 por ciento el número de piezas en exhibición.

"Investigadores de México y del extranjero están analizando cómo son las piezas del museo, qué es lo que tienen, qué materiales, las decoraciones, así como las influencias. Con el paso del tiempo se ha obtenido mayor información.

"Nuestro equipo de investigación trabaja para cambiar la exposición permanente y para actualizar el catálogo, pero no de todas las piezas, que son casi 11 mil, de las cuales sólo 15 por ciento se encuentra en exhibición; realmente hay muchas piezas en bodega y estamos tratando de trabajar casi todos los objetos guardados, sobre todo los que son interesantes."

Agregó que especialistas de Francia, España, Alemania, Italia y Holanda realizan un estudio muy profundo sobre el mobiliario novohispano con la beca que otorgó la Fundación Getty.

Giménez Cacho explicó que se ha desmantelado la sala de cerámica, que será la primera en inaugurarse con las nuevas piezas.

"Esa sala ya tiene un avance en términos de curaduría y se están afinando las cédulas informativas; se tiene el diseño museográfico y pronto comenzaremos a trabajar los pisos, porque el museo realizará adaptaciones para nuevos servicios, con rampas para personas con capacidades diferentes, para convertirlo en un museo accesible."

El Franz Mayer -continúo Jiménez- "no es solamente la colección permanente, sino presenta exposiciones temporales que le dan vida y actualidad porque, además de mostrar artes decorativas, también nos enfocamos al diseño.

"El museo está para que el público lo visite, aprenda cosas, pueda reflexionar sobre los objetos y sobre la historia por medio de los objetos", señaló Julieta Giménez.

El director de colecciones y restauración del sitio, Ricardo Pérez Alvarez, expresó que durante estos años el Franz Mayer "ha tratado de apostar más a la conservación preventiva, ya que dentro de los almacenes se deben cuidar todos los materiales con los que se cubrirán las piezas o los anaqueles donde se depositarán.

"Todos los materiales que se introducen en una bodega deber ser revisados para evitar su deterioro. Las piezas que tenemos corresponden a periodos del siglo XVI al XIX, así que se consideran ya como bien cultural y por eso se tienen que invertir recursos para conservar las piezas."

Las personas que trabajan en este departamento no sólo se encargan de la conservación de los objetos, sino también llevan un inventario de cada una de las piezas para saber exactamente dónde se ubican en el museo.

"Para diferenciar los materiales los separamos en orgánicos, inorgánicos y mixtos. Tratamos de atender con mayor precaución los que son orgánicos porque son los más delicados; si están expuestos en condiciones adversas puede deteriorarlos", indicó Pérez Alvarez.

Los recursos del museo

Respecto del modelo de financiamiento del sitio, Julieta Giménez Cacho explicó que el museo funciona con un capital privado que dejó el coleccionista alemán nacionalizado mexicano Franz Mayer, quien, además de heredar su colección al país, dejó un contrato de fideicomiso para establecer un museo de arte en la ciudad de México.

"El señor Franz Mayer determinó quiénes integrarían el patronato; algunas personas no pudieron continuar, así que el patronato se ha renovado con la idea de contar con gente que ayude a obtener recursos para este proyecto de renovar las salas y las instalaciones."

Asimismo subrayó que ningún museo en el mundo tiene los servicios necesarios para funcionar, ya que generalmente trabajan con donaciones en efectivo o de obra. Para las salas y espacios que desean renovar aún no se cuenta con 50 por ciento de los recursos que necesitan, por lo que se trata de un proyecto a largo plazo.

"Actualmente el museo por el ingreso en taquilla, la venta en librería, cafetería, talleres y renta de espacios podemos cubrir aproximadamente 14 por ciento de la operación del museo; todo lo demás es con los recursos que el señor Mayer dejó con instrucciones precisas", señaló Giménez Cacho.

De acuerdo con los deseos de Franz Mayer, en el contrato quedó establecido que sería objetivo del fideicomiso la formación de una biblioteca, organizar exposiciones, concursos y conferencias.

Franz Mayer murió en 1975 y heredó a México su colección. El museo que lleva su nombre se inauguró el 15 de julio de 1986 en el antiguo edificio que durante cuatro siglos funcionó como una institución hospitalaria a cargo de diferentes administraciones.

 
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