Usted está aquí: martes 11 de julio de 2006 Cultura El poeta responde al homenaje: ''a la vida me he entregado con pasión''

Alí Chumacero ha dejado en tres libros todo aquello de lo que es ''capaz'', afirma

El poeta responde al homenaje: ''a la vida me he entregado con pasión''

La poesía es ''una forma de conocimiento intuitivo, contrario a la razón'' que transforma la materia en espíritu

El desorden es muy hermoso, pero ajeno a la actividad artística, expresa

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Alí Chumacero recibirá un reconocimiento a su trayectoria, el jueves en Bellas Artes Foto: Guillermo Sologuren

A los 88 años de edad Alí Chumacero es un pesimista sereno y gozoso que carece ''de la virtud de la ira" y al que -dice con mordacidad el poeta- ya no perturba ''ni siquiera quién gane la Presidencia de la República". Diríase: un hombre más allá del bien y del mal.

El tiempo no le ha comido el cuerpo ni le ha quebrado la tronante voz; tampoco le ha empañado la lucidez ni le ha erosionado el entusiasmo.

Así se le ve y se le oye la mañana del lunes al llegar al Centro de Lectura Condesa para charlar con reporteros de la fuente cultural, a propósito del homenaje que recibirá este jueves en el Palacio de Bellas Artes (Sala Manuel M. Ponce, 19 horas). Conferencia de prensa que se torna cátedra sobre vida y literatura.

Poeta desde los 18 años y corrector de pruebas en el Fondo de Cultura Económica (FCE) desde 1956, Chumacero sostiene: ''más que un escritor, soy un tipógrafo, un hombre de libros de imprentas".

Su modestia es inversamente proporcional a la tarea realizada todo este tiempo. Por sus manos, ante sus ojos, han pasado los textos originales e inéditos de autores como Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Juan José Arreola y Juan Rulfo, por mencionar sólo algunos de los monstruos sagrados de las letras mexicanas a quienes ha podido leer antes que nadie. También le tocó trabajar junto a Alfonso Reyes 20 volúmenes de sus obras completas o sacar del olvido Los de abajo, de Mariano Azuela. Inmensos privilegios de lector.

Al servicio de la cultura

De anécdota en anécdota, de recuerdo en recuerdo, Alí Chumacero elabora un autorretrato en el tiempo:

''El FCE es el sitio donde me he formado, donde he pasado la mayor parte del tiempo posible, donde he querido ser lo más útil que mis capacidades me permiten, y entregarme totalmente al servicio de la cultura. Porque yo no creo en otros polos que en la vida y la cultura.

''A la vida me he entregado con suma pasión, tengo un prestigio que a veces he olvidado en las cantinas y tengo un gusto constante por la cultura en sus manifestaciones artísticas: la pintura, la música, las letras, la amistad que también forma parte del arte cuando se lleva con afecto, con libertad, sin rencores.

''Carezco de la virtud de la ira -sonríe-, no me enoja siquiera quién gane la Presidencia de la República. Me da lo mismo. Nunca me he disgustado con nadie, nunca le he mentado la madre a nadie. Perdón por la presunción, pero siempre he sido no sólo una persona decente, sino también agradecido.

''En cuanto he podido beneficiar a alguien, lo he hecho; he procurado siempre alentar, ayudar a algunos jóvenes hoy figuras de las letras nacionales que me agradecen que les haya echado la mano a muy buena hora, cuando empezaban a expresarse, y hoy felizmente tienen un sitio en la lista de escritores mexicanos, un nombre que probablemente los hará perdurar en la historia de nuestra literatura."

Dos son los motivos centrales del homenaje que ofrecen a Chumacero la Dirección de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y el gobierno de Nayarit, su estado natal: sus 88 años de vida, cumplidos el domingo pasado, y los 50 de la publicación de Palabras en reposo, el último de sus tres poemarios.

Para Alí Chumacero, entre las actividades más importantes del ser humano está la literatura, y de ésta ''la más hermosa es la poesía; yo la he cultivado parcamente, he escrito solamente tres libros y no pienso hacer ninguno más. En ellos ya he dejado el entusiasmo, la tristeza, la melancolía o la falta de destreza y la torpeza de que soy capaz".

La poesía ''es una forma de conocimiento intuitivo, contrario a la razón, que recoge sintéticamente la materia y la transforma en algo espiritual que nos hace reconocer, volver a pensar y sobre todo memorizar algo de nuestra vida o de lo que hubiéramos querido que fuera nuestra vida.

''Así tenemos, pues, que la ciencia por un lado y el arte por otro son los dos polos que hacen del hombre un ser verdaderamente superior."

Además de su trabajo literario -como poeta o corrector de pruebas-, el mito vivo que es Alí Chumacero se finca en su propensión al alcohol. ''Bebedor heroico", se le ha dicho.

Pero que nadie se confunda: ''El desorden es muy hermoso, pero tiene su valor en sí mismo, no tiene nada que ver con la actividad artística. Es una mentira que ciertas actividades sean útiles para crear. No confundan el reventón con la posibilidad de hacer un soneto, son actividades contradictorias. El soneto nace en el silencio de la biblioteca, en el silencio de la alcoba, en el silencio de la casa. El reventón es el desorden y nada tiene que ver con un endecasílabo.

''Así que soy enemigo de proclamar que el amor por los placeres, a los que no estoy negado, sea una fuente de la poesía. La poesía es reflexión, admiración, va más allá de lo inmediato, penetra en la realidad con mayor viveza con la cualidad de saber convertir esa penetración en palabras."

 
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