Usted está aquí: lunes 10 de julio de 2006 Sociedad y Justicia La medicina holística, batalla contra el reduccionismo y las multinacionales

Parte de una visión multifacética de cada fenómeno, dice el neurólogo Roberto Oscoy

La medicina holística, batalla contra el reduccionismo y las multinacionales

MARIANA NORANDI

Ampliar la imagen "Es aberrante tener especialidades. No se puede arreglar algo en un sistema interrelacionado sin ver el total", sostiene el doctor Roberto Oscoy Foto: José Carlo González

En el mundo actual los enfermos, ante cualquier padecimiento, exigen una curación rápida, que se adapte a la velocidad de la vida en las sociedades "modernas". Esta noción, que comienza tras la revolución industrial y se acentúa en esta era tecnológica, parte del concepto capitalista de que una persona enferma no produce y, por tanto, una sociedad basada en el desarrollo económico no puede detener la cadena productiva y poner en riesgo la acumulación de capital.

Esa visión de la salud encuentra su mejor aliado en la poderosa industria farmacéutica, que ofrece una curación rápida, sin detenerse en las consecuencias, entrando con ello "al paraíso" de las grandes multinacionales y las macrocifras económicas.

Sin embargo, en un mundo de Goliats no falta un David que prefiera dar una batalla propia y poner su mirada en la tradición para avanzar.

Es el caso del neurólogo Roberto Oscoy, egresado de la Universidad de Granada, España, quien decepcionado de los resultados de la medicina convencional se suma a las brigadas de Médicos Sin Fronteras en Tanzania para después instalarse durante un largo periodo en India y aprender la medicina holística tibetana.

-¿Qué encontró en India que hizo que cambiara el sentido de su carrera?

-Otra visión de la medicina, el ser humano, la salud y la enfermedad, y sobre todo una medicina no reduccionista, ya que ésta, implantada en el siglo XVI, ataca el padecimiento desde una parte del cuerpo. Es un pensamiento lineal, basado en el binomio causa-efecto, cuando la realidad no es lineal.

"La medicina que aprendí en India es holística, se contrapone al reduccionismo y es una visión multifacética e integral de cada fenómeno. Esta abarca aspectos como el pensamiento, las emociones, la genética, las predisposiciones del paciente, las condiciones de vida y su alimentación. En esta forma de ver la salud interviene la percepción, es decir, el médico capta la esencia de la persona."

-¿Qué tipos de enfermedades se pueden tratar con ese método?

-Todas, porque el principio es el mismo y la enfermedad es una respuesta a ciertas condiciones prexistentes, como la forma de pensar o de actuar del individuo. No puedes curar el mal si la persona no trabaja sobre esos aspectos. Tampoco puedes separar la enfermedad física de la mental. Somos energía y hemos comprobado que cualquier patología surge a raíz del estancamiento bioenergético en una determinada zona del cuerpo, producto, a su vez, de la acumulación de las tensiones emocionales.

"Se sabe que los términos de la salud y la enfermedad responden a los distintos niveles de somatización de las reacciones emocionales del individuo frente a la realidad circundante. Tampoco es un secreto para nadie que la verdadera medicina se maneja no tanto en los niveles fisiológicos ni bioquímicos, que son secundarios, sino en los niveles cuánticos, o sea, metales. En este contexto, la densidad cuántica de la materia viva representa un verdadero vínculo entre los dos aspectos de la vida: el mental y el físico, así como un parteaguas entre la salud y la enfermedad.

"El auténtico diagnóstico no es la descripción de las situación física del organismo, la que refleja nada más las secuelas, casi siempre interconectadas y ramificadas, del aumento de la densidad cuántica, sino la localización, dentro del sistema, de las áreas subyacentes de cualquier alteración (tanto actual como futura) fisiológica y bioquímica."

-¿Cuál es el procedimiento de diagnóstico?

-Primero detecto dónde están las áreas densas en el cuerpo, y para ello tomo el pulso en tres posiciones superficiales y tres profundas. Es decir, es una lectura del pulso a través de seis canales. Ahí veo dónde están las densidades y los estancamientos de la energía.

"Luego veo el iris, que es como un holograma del cuerpo. Ahí se ven los órganos como en un espacio tridimensional del cuerpo reflejado en una superficie plana. Con esa información veo dónde está el problema."

-¿El método holístico descarta la medicina de especialidades?

-Es aberrante tener especialidades. Ves una parte del cuerpo y no ves el resto. No puedes arreglar algo en un sistema interrelacionado sin ver el total. ¿Cómo puedes entender el riñón sin entender el estómago? Es imposible, porque todo lo que pasa por el riñón antes pasa por el intestino. ¿Cómo puedes tratar a una señora que tiene quistes en el ovario sin buscar las causas en el intestino? Mi hipótesis es que la medicina de especialidades surgió para dividir y repartir el mercado. La medicina es el más grande negocio. Entonces, ¡viva la enfermedad!

-¿Cuáles son las tendencias de la medicina actual?

-Actualmente el médico no sale como individuo pensante, sino como representante de la industria farmacéutica, y ésta no va a soltar el negocio porque es el más grande del mundo. Es 28 veces más grande que la automotriz y cuatro veces más que toda la de energéticos. En ese sentido, la nueva ciencia farmacogenómica (la cual examina la forma en que la herencia genética afecta la respuesta individual a los fármacos) trata de adecuar el fármaco al individuo. Todo es parte del negocio.

-¿Usted utiliza medicamentos?

-Sí, y para ello creamos una empresa llamada Human Intelligent Drug. Son medicamentos tibetanos, hechos a base de plantas, pero no tanto aprovechando su composición química, sino energética. Se llaman medicamentos inteligentes, porque no actúan de manera directa sobre el cuerpo, sino que el cuerpo dirige su acción terapéutica de acuerdo con sus necesidades.

-¿Es lento el tratamiento?

-Si la persona se abre, en tres meses la liberamos de la presión. Lo que ocurre es que la gente suele querer resultados inmediatos, aunque no se trate a fondo la enfermedad, sólo el síntoma, aunque sabemos que el síntoma es sólo un aviso.

-¿Considera que su método es científico?

-La ciencia es descubrir cómo funciona la realidad para aprovechar ese conocimiento en beneficio del ser humano. La ciencia reduccionista ha mejorado la comodidad de la vida, pero no tanto la calidad. Para nosotros la calidad es algo intrínseco al ser humano y observa que éste no sólo tiene necesidades físicas, sino también emocionales e intelectuales. No utilizamos el mismo método de la ciencia moderna, pero sí el conocimiento.

 
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