Usted está aquí: lunes 10 de julio de 2006 Cultura Llega Alí Chumacero a los 88 años consagrado a su quehacer literario

Lo más importante de la vida es hacer lo que a uno le dé la gana, asegura

Llega Alí Chumacero a los 88 años consagrado a su quehacer literario

El jueves recibirá un homenaje a su trayectoria en el Palacio de Bellas Artes

ARTURO HERNANDEZ GARCIA

Ampliar la imagen Alí Chumacero no sólo es poeta sino también un lector dedicado Foto: Carlos Cisneros

Alí Chumacero cumplió ayer 88 años de andar por el mundo. La mayor parte de ese tiempo la ha dedicado a dos actividades: leer y escribir. Empezó niño, con tal avidez, con tal intensidad, con tal convicción, que a los 13 años ya quería ser crítico literario. A los 18 o 19 hizo su primer "intento de poema". Vio desde entonces que podía ser escritor. "Lo fui, lo soy y lo seré", ha dicho.

Con motivo de su cumpleaños y como un reconocimiento a tan prolongada y prolífica trayectoria, Chumacero recibirá un homenaje el próximo jueves a las siete de la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

El reconocimiento lo organizan el Instituto Nacional de Bellas Artes y el gobierno de Nayarit, estado natal del autor de los libros Páramo de sueños, Imágenes desterradas y Palabras en reposo.

Alí Chumacero nació en Acaponeta. Terminó la primaria en Guadalajara, ciudad donde permaneció hasta concluir la preparatoria. En 1937, ya en la ciudad de México, ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Dos años después fundó Tierra nueva, su primer proyecto editorial, junto con José Luis Martínez, Leopoldo Zea y Jorge González Durán.

La extensa trayectoria de Chumacero en el ámbito literario y editorial incluye colaboraciones en revistas como Letras de México y El Hijo Pródigo (1943-1946).

En 1949 participó en la fundación de México en la Cultura, el mítico suplemento cultural del periódico Novedades, dirigido por Fernando Benítez hasta 1961.

Ha sido becario de El Colegio de México y del Centro Mexicano de Escritores. En 1964 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua y, entre otros galardones, ha recibido el premios Xavier Villaurrutia (1984), el Alfonso Reyes (1986) y el Nacional de Lingüística y Literatura (1987).

Desde 1950 ha sido funcionario del Fondo de Cultura Económica.

De su poesía se ha dicho que "es concentrada, habitada por la liturgia, el erotismo y la profanación; que a veces raya en el hermetismo con la dureza y el brillo de un diamante explosivo engendrado en la relectura. En ella el aire se enreda a la ola, a la flor, a la carne, a la muerte y a la mujer y no sólo lo hace en el reino de la imagen profusamente encabalgada, sino también en el de la forma: el hipérbaton, la disyunción (esa "o" en la que todo cabe), la musicalidad y el ritmo son algunas de las peculiaridades que resultan de esos borradores previos a un poema de Alí Chumacero, de ese amor a lo perfecto. El paisaje de su poesía es la desolación, la imperfección del amor, el tiempo y la memoria".

A propósito de los valores literarios de su obra, el poeta ha expresado: "Yo nunca me preocupo por saber si soy un buen escritor o un mal escritor, para mí es secundario. Lo importante en la vida es hacer lo que a uno le da la gana. A mí me dio la gana ser escritor y llegué a serlo, independientemente de que el desempeño de ese oficio sea o no válido o valioso. Para mí, lo que importa, es haber hecho lo que me dio la gana".

Y lo ha hecho, transitando entre siglos con su vida y sus lecturas.

En el homenaje en Bellas Artes participarán Emanuel Carballo, Héctor Gamboa, Dionisio Morales y Alma Vidal.

 
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