Usted está aquí: viernes 23 de junio de 2006 Opinión De la patada

De la patada

Ruben Montedónico

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Italia hizo buenos los pronósticos que indicaban que sin mayores complicaciones se colocaría a la cabeza del cuadrangular inicial del mundial. Ayer le ganó a República Checa aunando superioridad y azar: tras ser dominado en la primera mitad del tramo inicial y sufrir la pérdida por lesión de su capitán, Alessandro Nesta, a los 17 minutos, el sustituto, Marco Materazzi, consiguió el tanto de apertura a nueve minutos de su ingreso. Un habitualmente seguro portero checo, Petr Cech, falló al no decidir correctamente qué hacer ante un tiro de esquina, dar un paso para salir a cortar en las proximidades del área chica y arrepentirse de inmediato, para que -ante la mala marcación de su defensa- el relevista convirtiera de cabeza.

Luego del gol los azurri se asentaron pasando a dominar el juego en los 60 minutos restantes, en particular al enfrentar todo el segundo tiempo con superioridad numérica. El buen resultado del primer cambio efectuado por Marcello Lippi se extendió al segundo, cuando Alberto Gilardino, en el minuto 61, fue sustituido por Filippo Inzaghi, que daría el tiro de gracia a los checos al cierre del juego, confirmando pronósticos que indican que el lunes en Kaiserslautern -en los partidos a muerte súbita- deberá enfrentar a Australia. Para los peninsulares no debiera representar un escollo de importancia este rival que basa su juego en el orden táctico, un grado no menor de fuerza y la experiencia de algunos de sus integrantes en equipos europeos de segundo nivel.

Mientras, en la defensa italiana destacó ayer Gianluigi Buffon; al frente, Inzaghi y Francesco Totti dejaron abiertos paréntesis con dudas por lo que fallaron ante la valla contraria.

Pese a la eliminación checa, hay que señalar que en el partido de la víspera se vio a un enorme jugador, Pavel Nedved, pleno de virtudes, quien desde su medio campo protagonizó las mayores ambiciones de su escuadra, cuando sus compañeros, Jaroslav Plasil y Tomas Rosicky, de quienes se esperaba que destacaran, pasaron a un plano apenas discreto, mientras Jan Polak se hizo expulsar en el alargue del primer tiempo.

En tanto, merecidamente Ghana se ubicó en el segundo lugar del grupo y le tocará la difícil encomienda de enfrentar a la selección a derrotar, Brasil. Los africanos dieron relativamente fácil cuenta de un débil equipo estadunidense que llegó a Alemania por la dudosa virtud de la FIFA al atribuir un amplio número de plazas a Concacaf.

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