Usted está aquí: jueves 1 de junio de 2006 Estados Rechazo en Yucatán a la construcción de procesadora de residuos tóxicos

Aducen riesgo de contaminación de mantos freáticos

Rechazo en Yucatán a la construcción de procesadora de residuos tóxicos

HUGO MARTOCCIA CORRESPONSAL

Cancún, QR, 31 de mayo. La Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán y el Grupo Ecologista del Mayab (Gema) rechazaron la construcción de una planta de residuos tóxicos peligrosos en el municipio de Baca, Yucatán, que podría poner en peligro la reserva de agua de la región, y que ha mostrado irregularidades en su proceso de edificación.

Los grupos ecologistas pidieron que se rechace el llamado Centro de Mejoramiento Ambiental de Residuos, porque, consideran, presenta ilegalidades y originará un serio daño a la salud de los pobladores pues tendrá efectos contaminantes en los mantos freáticos de la región.

Araceli Domínguez, presidenta del Gema, mencionó que en la manifestación de impacto ambiental (MIA) se aclara que el proyecto consiste en "un incinerador de residuos peligrosos que dará servicio a todo el sureste del país (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Yucatán); un autoclave para tratar residuos peligrosos biológico-infecciosos, igualmente para todo el sureste, y un relleno sanitario en el que ingresarán cenizas y escorias tóxicas generadas por el incinerador y el autoclave, así como residuos sólidos y de manejo especial de 13 municipios del estado".

La planta, agregó, estará ubicada en el kilómetro 34 de la carretera Mérida-Motul, sobre más de 68 hectáreas situadas a 3.5 kilómetros de la zona céntrica de Baca, y tratará residuos tóxicos de industrias, empresas, clínicas y hospitales. Mostró recortes de diarios locales de Yucatán que muestran que el alcalde de Baca, el panista Luis Felipe Parra Pech, reconoce haber otorgado la licencia de uso de suelo a la empresa constructora sin autorización del cabildo.

En la MIA se reconoce que un basurero de residuos tóxicos debe ubicarse "preferentemente es una zona que no tenga conexión con acuíferos", y que "de no cumplirse esta condición, el acuífero subyacente debe estar a una profundidad mínima de 200 metros". Sin embargo, por las características de la tierra en la península, el manto freático se encuentra a ocho metros, lo que hace muy peligrosa la instalación de esta planta.

Araceli Domínguez dijo que la situación es peligrosa para toda la península, pues no existen estudios claros sobre las corrientes de agua subterránea en el área. El proyecto, agregó, aún está en evaluación, y se pretende realizar una consulta pública cerrada y sin difusión.

 
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