Usted está aquí: martes 30 de mayo de 2006 Sociedad y Justicia Alianza contra el saqueo de arte mexicano

Alianza contra el saqueo de arte mexicano

Acuerdo entre el INAH y el Inacipe; pavorosa ignorancia de funcionarios en este tema

MONICA MATEOS-VEGA

Entre los servidores públicos encargados de combatir y prevenir el delito existe "un desconocimiento pavoroso" de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, reconoció en entrevista Gerardo Laveaga, director del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

El organismo descentralizado de la Procuraduría General de la República firmó ayer un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que dentro de un mes se impartan cursos de capacitación a policías, agentes del Ministerio Público y jueces, muchos de los cuales, "debido a la ignorancia", permiten el robo, saqueo o tráfico de piezas de arte consideradas patrimonio nacional.

Durante la firma del acuerdo, Luciano Cedillo, director del INAH, confió en que, en alianza con el Inacipe, se frene el saqueo de la riqueza originaria, el cual "se estima es grande, pero no existen datos fehacientes".

Agregó que el comercio ilícito de bienes culturales es una de las formas más frecuentes del crimen internacional. Detalló que, por lo general, el traslado de piezas sustraídas se realiza en vehículos de doble fondo, además de que algunos objetos arqueológicos, inclusive, se fragmentan y se embarcan como materiales de construcción.

Pero sin duda son las piezas de arte sacro las que despiertan mayor codicia; se estima que en el país existen unos cinco millones de bienes de este tipo. Tlaxcala, Morelos, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí son los estados más afectados por el saqueo de ese patrimonio.

Apenas el 15 de mayo un lienzo del siglo XVIII de la Virgen de Guadalupe, así como dos estatuas del siglo XVII de San Agustín y San Juan Bautista, fueron hurtados de la iglesia de San Agustín Zapotlán, ubicada en el municipio de Zempoala, Hidalgo.

Los ladrones de arte sacro suelen repintar las piezas para que pasen desapercibidas en caso de que alguna autoridad las detecte. En su mayoría se trata de grupos organizados que realizan los robos por encargo. En el mundo, las piezas de arte robadas tienen su mercado principal en Estados Unidos, algunos países de Europa y Japón, "y no necesariamente las obras van a parar a manos de coleccionistas privados; inclusive se ofrecen a museos", afirmó Cedillo.

El director del Inacipe señaló que si bien el gobierno federal ha tenido en los últimos años "éxitos notables" en la recuperación de piezas robadas, hace falta redoblar esfuerzos.

En particular, dijo Laveaga, "nos preocupa el robo de objetos pequeños, pues es más fácil detectar la sustracción de piezas grandes.

"El convenio con el INAH no pretende modificar los acuerdos internacionales sobre protección del patrimonio cultural; al contrario, trataremos de difundirlos.

"Capacitaremos a policías y jueces, porque en ese ámbito existe gran desconocimiento, por ejemplo, sobre las competencias de las autoridades locales y federales en la materia.

"Lo que está en juego es nuestra identidad. Para que podamos aportar algo al mundo global (sic) es importante cuidar nuestra cultura. Por ello trataremos también de sensibilizar a la sociedad civil, para que presente más denuncias."

Que se aplique la ley

Especialistas del INAH e investigadores del Inacipe prepararán los contenidos de los cursos, cuya convocatoria será lanzada en un mes.

"Las leyes están bien hechas, el problema es que no se aplican. Es pavoroso el desconocimiento de los servidores públicos sobre la existencia de una ley que protege el patrimonio", reiteró Laveaga.

En México, la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos prohíbe las transacciones con monumentos.

Ese ordenamiento "es uno de los más avanzados" del mundo, comentó el director del INAH, durante la firma del convenio con el Inacipe, efectuada en el Castillo de Chapultepec.

El INAH tiene la custodia de poco más de un millón de piezas arqueológicas e históricas, resguardadas en más de 100 museos y depósitos.

El robo de bienes puede ser denunciado en las delegaciones de la PGR, el Ministerio Público más cercano, los centros INAH de cada estado, la Coordinación de Asuntos Jurídicos de la institución, el INBA o la Interpol México.

En 2006 se han abierto 20 averiguaciones previas por robo de piezas arqueológicas e históricas en Hidalgo (sustracción del archivo histórico de Huitzila, Tizayuca), Puebla (robo de cinco lienzos y una escultura del templo de Santa María Natividad, en Texmelucan), estado de México (hurto de una pieza arqueológica de la exposición Las representaciones de la indumentaria teotihuacana) y Veracruz (apropiación de una pieza del museo de Tres Zapotes, en Santiago Tuxtla), entre otros ilícitos.

 
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