Plantea Valadés crear una comisión para el diálogo
Necesarios, pacto de civilidad y mesura, advierte Camacho
Ante el ''delicado'' escenario político del país, el coordinador regional de las Redes Ciudadanas de la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia), Manuel Camacho Solís, planteó la necesidad de un pacto de civilidad que permita, primero, ''recuperar la mesura'', y después de las elecciones asegurar bases mínimas para la gobernabilidad del país.
Por su parte, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés, consideró que si bien es difícil alcanzar un acuerdo de fondo antes del 2 de julio próximo, no es prudente permitir que la etapa previa a las elecciones se convierta en un nuevo periodo de incertidumbre, por lo que convocó a los candidatos a ofrecer una prueba de su compromiso democrático y accedan a designar una comisión política y ciudadana del diálogo para la gobernabilidad.
En el foro denominado Tres de julio, por la gobernabilidad democrática de México, el ex procurador general de la República explicó que dicha comisión haría una especie de mediación y diálogo entre la sociedad civil y los candidatos, espacio que pondría freno y remediaría las ''tendencias divisivas que han calado'' en esta contienda.
También consideró que la falta de una reforma institucional que consolidara la democracia propició un clima político de tensión creciente y acentuó la naturaleza antagonista de la contienda.
Y esta confrontación, amplió, amenaza con trascender a los partidos y sus candidatos, y con polarizar las posiciones de los medios de comunicación, los agentes económicos y la sociedad.
Por ello recomendó adoptar, desde ahora, medidas que atenúen la intensidad de la contienda y disminuyan los riesgos de la polarización antes de la votación y que, una vez concluida, se logre una reconciliación política y se construyan instrumentos de lealtad recíproca entre partidos.
Previamente, y en nombre de la Iglesia católica, el obispo auxiliar de México, Abelardo Alvarado Alcántara, alertó sobre la probabilidad de que ''el clima de confrontación y de guerra sucia'', propiciado por los partidos, ''no augura más que un escenario de violencia'', sobre todo si la diferencia de votos entre los tres principales candidatos presidenciales es mínima y no se aceptan los resultados comiciales.
Esto provocaría, dijo, que el presidente electo se viera imposibilitado de integrar un gobierno que, ante el pueblo, tenga autoridad reconocida y le permita realizar una gestión eficaz.
La Iglesia católica y los obispos, afirmó, están preocupados por esa situación. ''Por eso queremos hacer un llamado a la sociedad civil, a los gobernantes y a los dirigentes políticos para que, con sensatez y serenidad, pensemos en el bien de México. A nadie beneficia la discordia, la división y el desbordamiento de las pasiones que sólo conducen a la violencia'', expresó.
Durante el foro, que organizó el diputado Alberto Aguilar, Manuel Camacho consideró ''pertinente'' el llamado del obispo Alvarado porque, dijo, aún es tiempo de corregir y lograr un acuerdo que baje la tensión y permita el fortalecimiento de las autoridades electorales ''a todo lo que se pueda''.