Usted está aquí: sábado 6 de mayo de 2006 Política Acto fast-track de Fox sobre la batalla de Puebla

Prefirió el Campo Marte a toparse con el góber precioso

Acto fast-track de Fox sobre la batalla de Puebla

ROSA ELVIRA VARGAS

A diferencia de los dos años anteriores, el presidente Vicente Fox no acudió en esta ocasión a Puebla. En su última conmemoración de la efeméride como jefe del Ejecutivo, el mandatario optó por una escueta y breve ceremonia donde fue el único orador. Tomó protesta a los conscriptos del Servicio Militar Nacional, recibió los honores a su investidura, escuchó una pieza musical y se marchó.

Así, a esa media hora destinada a recordar una de las páginas más significativas de la historia nacional, el mandatario correspondió con un discurso igualmente breve -tres cuartillas-, en el cual cupieron, sin embargo, sus referencias a la democracia, aunque esta vez el tema Atenco también se abrió espacio.

"La violencia no tiene cabida ni se justifica en una sociedad democrática. Nadie puede pasar por encima de la ley ni atentar contra las reglas básicas de la convivencia social'', apuntó.

Acompañado por parte de su gabinete legal y ampliado, y con asistencia de altos mandos militares, Fox llegó al Campo Marte. En el lugar esperaban en perfecta formación los conscriptos, así como algunas compañías del ejército regular. Tras su discurso, formuló el exhorto a los reclutas, el cual se transmitió de manera simultánea a todo el país.

En su mensaje, Fox habló de la conquista irreversible de la democracia. Definió a México como nación "unida y decorosa", con una sociedad plural e incluyente, donde todos pueden expresar libremente sus ideas "dentro del marco legal y sin atentar contra los derechos de los otros".

Advirtió que esa democracia y ese estado de derecho que tanto han costado a la sociedad mexicana "no pueden permitir el quebranto a las leyes y a las instituciones".

Por lo menos en los pasados tres años, la celebración del 5 de mayo ha estado marcada por hechos que han quedado impresos en el discurso o en los movimientos de Fox.

Así, hace dos años se vivía el llamado videoescándalo y el gobierno foxista había expulsado del país a dos altos diplomáticos de La Habana. Precisamente en esta fecha, el canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, dio una conferencia de prensa en su país, donde denunció a la actual administración como responsable de la crisis en las relaciones bilaterales, misma que hasta ahora no se ha resuelto del todo.

El año pasado, aunque ya había dado marcha atrás, el jefe del Ejecutivo todavía cargaba la impronta del conflicto político suscitado por la intención de desaforar al entonces jefe del Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

Y esta vez, última en la que como presidente de la República, Vicente Fox encabezaría en Puebla la conmemoración del 5 de mayo, el escándalo destapado en febrero por La Jornada, a raíz de la revelación de los nexos entre el empresario Kamel Nacif y el gobernador de aquella entidad, Mario Marín, seguramente fue el elemento que pesó en la casa presidencial para no acudir a la entidad poblana.

De hecho, desde la publicación de las conversaciones telefónicas entre ambos personajes, el jefe del Ejecutivo no ha tenido mayor contacto con el ahora conocido como góber precioso.

 
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