¿"Formalizar" a los informales por decreto?
Todo empezó con ¡otra! irresponsable declaración presidencial que casi movía a la carcajada. Mientras Santiago Levy se ensañaba con los "privilegiados" trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Fox se atrevió a prometer -en abril de 2005- que "pronto habrá pensión para todos". Y ¿cómo? Para él, muy sencillo: con un programita que "garantizaría" que los que cumplan 65 años "puedan retirarse con dignidad: un tercer pilar de la estrategia de seguridad social, junto con el Seguro Popular, programa 'estrella' de la gestión".
Para no perder la costumbre, Fox incumplió su "pronto", pero siguió reiterando su temeraria oferta. En mayo (2005) sostuvo que la "creación del Instituto de Protección Social" (sic!) incorporaría "50 millones a un sistema de ahorro para obtener jubilación y pensión, dará apoyo para la compra de vivienda y servicios médicos del Seguro Popular". Y en agosto agregó que el Presupuesto 2006 contendría una propuesta de pensiones para los adultos mayores, aunque "manteniendo la disciplina financiera y fiscal".
Pero la primera reacción a su electorero programita fue todo menos suave: la Afore Metlife sostuvo estar lista para iniciar la afiliación de los trabajadores independientes e informales, precisando que el proyecto foxista "será una opción más en el mercado que incrementará la competencia en el sector", mientras la Amafore expresó que "no aprovechar nuestra experiencia, sería un desperdicio", aunque las comisiones "se establecerán conforme a lo que cada administradora considere como competitivo".
Y en su programa radiofónico del 10 de diciembre (2005), Fox agregó que la iniciativa para "regularizar" a 200 mil comerciantes informales (pago del IVA, ISR y gravámenes estatales) incluía "la prestación de servicios en el IMSS o mediante el Seguro Popular". Los ambulantes, precisó, deberán "desistir de vender mercancía robada, pirata o productos de contrabando".
La catarata de críticas creció inmediatamente. Voceros sindicales, así como algunos académicos, denunciaron que el IMSS "carece de la capacidad" para atender la ofertita de Fox, mientras la Unión de Comerciantes de Tepito adelantaba que "nos reímos y desconocemos el pronunciamiento de Fox. Si tenemos que armar una resistencia lo vamos a hacer, porque no estamos en contra de la regularización sino del método que pretende emplear la Presidencia. Nosotros somos el resultado de un sistema económico que no funciona y la solución tiene que venir por ahí y no por decreto". Días después, 250 ambulantes protestaron en Los Pinos.
Por su parte, la Confederación Nacional de Comerciantes y Prestadores de Servicios lo condicionó a la conformación de un fideicomiso que "beneficie a sus afiliados". Y los secretarios de Finanzas de Michoacán y Zacatecas, así como la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales puntualizaron que el programita de Fox debería ser "compartido entre la Federación y los gobiernos locales", porque "siempre es bueno pensar que no sólo tenga facilidades, sino también responsabilidades".
Sólo el tecnocrático secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, se atrevió a "coincidir" con Fox: el programa presidencial "para dar seguridad social a los trabajadores ambulantes", señaló, es "viable", mientras la Concanaco-Servitur lo recibió como una "extraordinaria propuesta", con la condición de que los que quieran incorporarse a la formalidad "tengan domicilio y una actividad lícita". El mismo Centro de Estudios Económicos del Sector Privado estimó que "habrá que evaluar si el costo que representarán dichas medidas rendirá frutos", y el Consejo Coordinador Empresarial agregó su "preocupación de que al incorporar a la formalidad a comerciantes en pequeño, podrían legalizarse operaciones de venta de productos de contrabando o piratas".
Pero Fox inició el 2006 con un profundo viraje: convirtió su programita "de pensiones" en un mega proyecto para el año electoral -formalizado y operado desde un fantasmagórico "Consejo de Gobierno"- y, a fuerza de tanto repetirlo, ahora, Felipe Calderón hace campaña a la Presidencia arrastrando utilitariamente otra de las muchas incongruencia de Fox,
Y es que su universo electoral resulta más que apetecible: más de 7 millones de "pobres" de entre 30 y 69 años, con un millón de adultos mayores de 70 años inscritos en el padrón Oportunidades que, a partir de marzo 2006, recibirán 250 pesos mensuales. El programita se apresta a promoverles 300 mil nuevas cuentas.
Para la población entre 30 y 69 también contempla que, por cada peso ahorrado por el "beneficiario", el gobierno federal aporte otro con vistas a "garantizar" una pensión "suficiente" que comenzará a "cobrar" cuando cumpla 70 años. Claro que, al decir del operador foxista Rogelio Gómez Hermosillo, la "innovadora" iniciativa enfrentará "la resistencia a la cultura del ahorro" que portan informales, ancianos y población pobre (sic).
De tal suerte que Fox considera que "no hemos resuelto todo, pero vamos a la mitad del camino de resolverlo y le vamos a dejar poca tarea al siguiente gobierno en esta materia". Y no pudiendo quedarse callado, Julio Frenk aseguró que al "disponerse" de acceso "universal" a los servicios de salud, se obtienen "beneficios tangibles y concretos" del cambio democrático que el presidente Fox "ofreció cuando tomó posesión".
Lamentablemente, a ese programita no sólo el fracaso le aguarda a la puerta: también el próximo Presidente y los que sin duda serán sus solventes auditores.
* Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco