No da detalles de la dimisión y quién sucederá a Goss

Anuncia el presidente Bush la renuncia del director de la CIA

AFP

Washington, 5 de mayo. El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Porter Goss, renunció a su cargo este viernes a menos de dos años de haber asumido ese puesto clave en los servicios de espionaje estadunidenses, anunció el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

"Porter Goss ofreció su renuncia como director de la Agencia Central de Inteligencia esta mañana, y la he aceptado", dijo Bush en la Casa Blanca. "Aprecio su integridad, el honor que brindó al trabajo", agregó el mandatario, quien no dio detalles de la dimisión y quién lo sucederá.

El paso de Goss al frente de la CIA fue un periodo de "transición, en el correr del cual contribuyó a integrar esa agencia en la nueva comunidad de inteligencia (conducida por John Negroponte), lo que era una tarea difícil", señaló el mandatario.

"La dirigió con solvencia. Hay un plan de cinco años para aumentar la cantidad de analistas y miembros operacionales, lo que hará que Estados Unidos sea un lugar más seguro y nos ayudará a ganar la guerra contra el terrorismo internacional", agregó el jefe de la Casa Blanca.

Sentado al lado de Bush, Goss dijo que "fue un honor muy particular y un privilegio servirle a usted y por supuesto a la población de este país y los empleados de la Agencia Central de Inteligencia".

Goss, ex legislador del Partido Republicano, fue cuestionado desde el momento mismo en que entró en funciones, y ahora abandona la dirección de la CIA tras varios escándalos por las filtraciones a la prensa de informaciones incómodas para el gobierno de Bush.

La revelación de la existencia de prisiones secretas en el exterior para detener a acusados de terrorismo, por ejemplo, determinó que en abril la agencia decidiera despedir a un funcionario de alto rango.

En septiembre de 2004, Goss sucedió en el cargo de director de la CIA a George Tenet, cuya reputación estaba en entredicho por la información falsa que indicaba que Irak poseía armas de destrucción masiva, lo que justificó la guerra en Irak.

Goss abandona el puesto en momentos en que Bush, caído en desgracia en los sondeos de opinión, restructura su equipo para intentar recuperar la confianza de los estadunidenses y mejorar las expectativas de su Partido Republicano para las elecciones parlamentarias de noviembre.

La reputación de la CIA también fue empañada por las informaciones según las cuales su número tres, Kyle Dusty Foggo, es objeto de una investigación criminal por haber asistido a partidas de póker en hoteles de Washington.

Tras el fiasco de los servicios de inteligencia en Irak, la Casa Blanca dijo haber aprendido la lección y reorganizó el espionaje. Esa reorganización se tradujo en el nombramiento de un director nacional de Inteligencia, John Negroponte, que pasó a encabezar 16 organismos de ese tipo, incluyendo a la CIA.

Además, la salida de Goss es un nuevo revés para una organización que lucha por recuperar su imagen tras las fallas que permitieron los ataques del 11 de septiembre de 2001 y su incapacidad para encontrar y capturar al líder de la red Al Qaeda, el saudita Osama Bin Laden.