Usted está aquí: viernes 5 de mayo de 2006 Política Un encapuchado, delator de los atenquenses involucrados

Llevó a los policías a las casas de los principales líderes

Un encapuchado, delator de los atenquenses involucrados

JAVIER SALINAS, RENE RAMON; GUSTAVO CASTILLO, ROBERTO GARDUÑO CORRESPONSALES Y ENVIADOS

San Salvador Atenco, Mex., 4 de mayo. Cada una de las viviendas cateadas en San Salvador Atenco fue señalada por un civil encapuchado, que acompañó al cuerpo de elite de la Policía Federal Preventiva conocido como Grupo de Operaciones Especiales (Gopes). En el recorrido por la comunidad, el denunciante anónimo llegó hasta la vivienda de la familia de Ignacio del Valle, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).

Una vez que la policía tomó el control de este poblado, y apenas terminaban de disiparse las nubes de gas lacrimógeno, grupos de agentes se movilizaban, de manera aparentemente discreta, en medio de las calles vacías y tendían retenes momentáneos. Una vez que tenían delimitada un área, aparecía un grupo de alrededor de 50 elementos del Gopes, entre ellos un hombre con el rostro cubierto por una capucha, quien identificaba el sitio exacto donde debían realizar la irrupción.

En pocos minutos, la policía cateaba los domicilios y detenía a quienes se encontraban en su interior. A unos 50 metros a la redonda se establecía un retén para evitar el acceso a los medios de comunicación. No había identificación de las personas que eran detenidas.

Uno de los lugares donde mayor cuidado se puso fue en la vivienda de Ignacio del Valle Medina.

Eran las 8:15 de la mañana. A dos cuadras del centro del poblado, sobre la calle 27 de septiembre, un grupo de federales al mando del jefe del Estado Mayor, Ardelio Vargas Fosado, se apostó frente a la vivienda de la familia Del Valle.

Tres camionetas blancas sin placas, tipo Van, fueron colocadas justo frente al zaguán metálico. Una pequeña capilla y una reja forman parte de la fachada del inmueble. En ese momento, unos 30 elementos de la policía federal irrumpieron en las habitaciones lateral y posterior de la vivienda, que consta de un extenso patio de tierra. Una a una fueron sacadas las personas que se encontraban en su interior e introducidas a los vehículos.

Tan sólo en dicha casa fueron apostados al menos 100 elementos, principalmente sobre la calle, que impidieron el paso a los reporteros. La operación duró no más de 15 minutos.

Luego, los vehículos fueron conducidos a gran velocidad rumbo a la carretera federal Texcoco-Lechería, donde en camiones congregaban a los atenquenses detenidos.

 
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