La Jornada Semanal,   domingo 30 de abril  de 2006        núm. 582

MENTIRAS TRANSPARENTES

Felipe Garrido


UN CRISTO

Hay un pedazo de tierra donde pasta el ganado y juegan futbol. Hay siete palmeras reales y un pequeño quiosco. Hay un busto de yeso que puede ser Hidalgo o Madero o... Un pobre palacio municipal con arcos color de rosa. En una de sus puertas dice COMIS, y luego unas letras borradas; en otra dice BAÑO. La iglesia está enfrente. El patrono del pueblo es Santiago. Hay una Dolorosa, un San Judas Tadeo, una Santa Rita, un Santo Cristo en una cruz enorme.

—Aquí veneraban a una cabeza en una charola —dice una vieja que se acerca—. Luego trajeron a un obispo que estaba ciego. Luego ya vino el Cristo este.

Es impresionante. Vuelve la mirada a lo alto y se le miran las costillas al aire, como si fuera una res en la carnicería. Manuel y Vero se acercan; ella alza una mano hacia las rodillas llagadas.

—Si usted no está pura —dice la vieja— va a caerse la cruz y la mata. Ya pasó dos veces.

Manuel toma a Vero del hombro. Ella da otro paso. Luego el estrépito.