1º de mayo, por la autonomía y la democracia sindical
Los mineros muertos en Pasta de Conchos y Lázaro Cárdenas, así como los paros de protesta en casi una decena de estados, son los grandes convocantes a las movilizaciones del primero de mayo. Se dará un rotundo rechazo a la política laboral de corte gerencial del presidente Fox y a su tozudez por imponer al gusto del empresariado -especialmente regiomontano- la representación formal del sindicato minero, a pesar de la creciente resistencia obrera en las zonas mineras del país y de los estragos generados a empresarios que no forman parte de la conjura antisindical. En este escenario el gobierno deberá revisar su estrategia, respetando los resultados del congreso del sindicato minero convocado para el próximo 2 de mayo.
La marcha del lunes próximo en la ciudad de México tendrá un rostro distinto a la movilización tradicional del sindicalismo independiente que buscaba llegar al Zócalo capitalino para reclamar democracia sindical y más salario, a pesar de la violenta oposición de grupos de granaderos. Hoy tendremos una marcha gigantesca, quizá la más grande de los últimos años, pues participarán organizaciones que en otro tiempo era impensable compartieran el mismo espacio como la Unión Nacional de Trabajadores, el Frente Sindical Mexicano y un conjunto de centrales disidentes del propio Congreso del Trabajo. La decisión del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la nueva federación burocrática, de adherirse a este movimiento de protesta, integra una nueva mayoría en el movimiento sindical, exhibiendo el abandono en que ha quedado la Confederación de Trabajadores de México, en el pasado la organización más numerosa, ahora tristemente encargada de administrar los restos del Congreso del Trabajo.
En otro lugar, el presidente Fox celebrará casi en privado el primero de mayo, admitiendo sólo a invitados especiales, con la consigna de que el tema minero no se mencione "ni de milagro". La novedad en esta ocasión es que presentará en sociedad a una nueva central, la Alianza Sindical Mexicana (ASM), alentada también por los empresarios del norte. La ASM está integrada por sindicatos blancos de Monterrey y del Bajío, sindicatos propiedad de abogados laborales con amplia experiencia en contratos de protección patronal, acompañados de una escisión sindical de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos en el estado de México, quienes se habían identificado como "los soldados de Arturo Montiel"; al salir éste de la carrera presidencial se quedaron sin padrino, por lo que rápidamente se pusieron a las órdenes del gobierno federal, con la esperanza de mantener sus privilegios. ¡Cómo estarán las cosas que el día de su constitución el Presidente los puso como "ejemplo a seguir"!
La inconformidad obrera en contra de la política laboral panista se reflejará este primero de mayo en múltiples expresiones, no sólo del nuevo Frente Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical, sino también de otros sectores que reclaman un nuevo modelo económico que favorezca el crecimiento y la equidad, mayores recursos para la seguridad social, transparencia y rendición de cuentas de líderes gremiales, tribunales imparciales, un registro público de sindicatos y contratos colectivos y voto secreto en la elección de dirigentes. Habrá mantas con reclamos particulares de los artistas de doblaje, que cumplen más de un año en huelga en la empresa de grabaciones de Demetrio Bilbatúa (huelga de los Simpson); de los choferes de Transportes Sonora, hoy Estrella Blanca, con 10 años exigiendo justicia a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; de los gasolineros de Nivel Superior, Corporativo Axa y AJPA, que reclaman a las autoridades laborales de esta ciudad justicia pronta y expedita; al igual que de los trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, demandando el registro de su sindicato. No podrá estar ausente de esta movilización popular el reciente frente ciudadano en contra de la ley Televisa, que pretende revertir el despojo del que hemos sido objeto en materia de medios de comunicación. Por su parte, la otra campaña, encabezada por el delegado Zero, ha anunciado su participación este día.
Los problemas del mundo del trabajo tienen un carácter global, por lo que la agenda este año no se limitará a presentar reclamos internos, hará causa común con otras movilizaciones internacionales, en especial la protesta de nuestros hermanos migrantes en Estados Unidos. Se apoyarán los esfuerzos en favor de la unidad sindical internacional: en Austria el primero de noviembre próximo se dará vida a la central más importante del orbe, al fusionarse la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) y otras organizaciones de diversos continentes; en el ámbito europeo, en Sevilla, España, en el verano de 2007, se reunirán sindicatos de esta región para constituir una nueva central, que les permita llegar a acuerdos más justos con los gobiernos y las empresas.
Nuestro país se encuentra en medio de una jornada electoral que a todos involucra. Si bien las organizaciones sindicales deben ser respetuosas de la ideología y opción política de sus miembros, esto no significa que el sindicalismo sea ajeno a las opciones electorales que mejor convengan a sus intereses. Muchos empresarios y personajes de gran poder económico se movilizan en favor del candidato conservador, pretendiendo inducir a los trabajadores a dicha opción, a pesar de imponerles a sus líderes sindicales y pagarles bajos salarios. Como ha sucedido en otras partes del mundo, los hombres y mujeres que viven de su trabajo optan por la propuesta más comprometida con la equidad y la justicia. Esta definición seguramente estará presente el primero de mayo en las mentes y en las mantas de los trabajadores.
Participemos juntos en esta histórica marcha, recordando que de una u otra manera todos somos trabajadores.