Usted está aquí: domingo 9 de abril de 2006 Mundo Nuevo bombazo en Irak deja seis muertos y 16 heridos

Líder chiíta aboga por la unidad con los sunitas para acabar con la violencia en el país

Nuevo bombazo en Irak deja seis muertos y 16 heridos

REUTERS, DPA Y AFP

Ampliar la imagen Marines estadunidenses intentan hacer un censo en 200 hogares de un nuevo vecindario de Bagdad. Entre otros temas, preguntan el número de habitantes por vivienda y la mezquita a la que acuden Foto: Ap

Bagdad, 8 de abril. La explosión de un coche bomba causó este sábado la muerte de al menos seis peregrinos chiítas al sur de Bagdad, mientras el jefe del principal partido chiíta, Abdel Aziz Hakim, abogó por la unidad con los sunitas para acabar con la violencia en el país.

La bomba explotó cerca de una mezquita chiíta en la ciudad de Musayib, y también dejó 16 personas heridas, informó el capitán de la policía Muthana Ma'amouri.

Apenas dos horas antes, el poderoso líder chiíta Abdul Aziz Hakim había instado a sus seguidores a resistir contra lo que llamó campaña de Al Qaeda para provocar una guerra civil con ataques con bomba como los del viernes, que mataron a 70 personas.

El discurso de Hakim, en el aniversario de la ejecución del alto clérigo chiíta Muhammad Batir Sadr y su hermana en manos del derrocado presidente iraquí, Saddam Hussein, pidió la unidad entre las comunidades mayoritarias chiítas, kurdas y árabes sunitas. Pero también le recordó a la mayoría chiíta sus décadas de sufrimiento bajo el régimen de Hussein, dominado por los sunitas, y los instó a resistir los intentos del extremista jordano Abu Mussab Zarqawi, de arrastrar al país a una guerra civil.

"Los militantes e insurgentes (sunitas) quieren llevar la fórmula de Saddam de nuevo a Irak", afirmó Hakim, líder del Consejo Supremo pro iraní para la Revolución Islámica en Irak (CSRII), un partido de la gobernante Alianza Chiíta.

Asimismo, los iraquíes salieron a las calles, en el contexto de la conmemoración del 26 aniversario de la muerte de Batir Sadr, para demandar el castigo a quienes planearon el atentado del viernes.

Miles de chiítas, la mayor parte seguidores del CSRII, protestaron en el puerto de Basora, en el sur del país. Los manifestantes portaron pancartas en las que reclamaban a las facciones políticas resolver el estancamiento y formar lo antes posible un nuevo gobierno.

Con banderas iraquíes e imágenes de clérigos chiítas, muchos corearon cánticos en demanda de castigo a quienes estuvieron detrás del sangriento atentado que perpetraron tres atacantes suicidas a la mezquita de Buratha mientras los feligreses participaban en las plegarias musulmanas de los viernes.

La ola de violencia en Irak creció desde el ataque a la mezquita de Askary el pasado 22 de febrero pasado en Samarra, al norte de Bagdad.

En tanto, varios responsables estadunidenses en Irak afirmaron que "queda mucho trabajo por hacer" en el país, tres años después de la caída del régimen de Hussein, el 9 de abril de 2003.

En una declaración conjunta, el embajador Zalmay Jalilzad y el general George Casey, jefe de la fuerza multinacional en este país, estimaron que "a pesar de los enormes progresos, queda mucho trabajo por hacer", por lo que exhortaron a los políticos iraquíes a formar "un gobierno competente al servicio de Irak y los iraquíes", e insistieron en la necesidad de que las fuerzas de seguridad "pongan fin a la violencia confesional".

 
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