Usted está aquí: miércoles 22 de marzo de 2006 Cultura Recorrido por ''la vertiginosa vida propia'' de un retrato del Che

LAS RESONANCIAS DE UN ICONO

Recorrido por ''la vertiginosa vida propia'' de un retrato del Che

El montaje de esta exposición itinerante se enriquece con aportaciones mexicanas: Trisha Ziff

El desafío es entender que la muestra no versa sobre el revolucionario, adelanta la curadora

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Guerrillero heroico, 1960, imagen cl�ca del revolucionario Ernesto Che Guevara, captado por la c�ra de Alberto Korda, que se incluye en la exposici�arrativa de un retrato: el Che de Korda, que este jueves se abrir�n el Centro de la Imagen (Plaza de la Ciudadela 2, Centro Hist�o)

Había una vez un fotógrafo cubano llamado Alberto Díaz Gutiérrez, mejor conocido como Korda, que retrató al comandante Ernesto Che Guevara mientras éste participaba en un acto fúnebre el 5 de marzo de 1960, en el cementerio Colón, de La Habana.

El día anterior el carguero francés La Coubre, con cerca de 60 toneladas de armas destinadas a la revolución, fue saboteado y hecho explotar en aguas cubanas, matando a casi un centenar de personas.

Abundan las versiones respecto de cómo la imagen conocida como Guerrillero heroico literalmente se escapó de las manos de su autor, Korda, para emprender una vertiginosa vida propia, más allá de todo control, que la ha convertido en la obra más reproducida en la historia de la fotografía. Y, más allá del personaje, en un símbolo universal de protesta.

Narrativa de un retrato: el Che de Korda, curada por Trisha Ziff, es una muestra itinerante que mañana será inaugurada a las 19:30 horas en el Centro de la Imagen (Plaza de la Ciudadela 2, Centro Histórico).

La exposición rastrea la historia y andanzas de la foto Guerrillero heroico durante más de cuatro décadas, sea en forma de carteles, camisetas, muñecos, bolsas de mano o colada en las fotos de famosos como Joseph Koudelka, Annie Leibowitz, Abbas, René Burri y Pedro Meyer.

Fue organizada por Ziff para el Museo Californiano de Fotografía, de la Universidad de California en Riverside, en colaboración con www.zonezero.com, la Anglo Mexican Foundation y 212Berlin. De allí viajó al Centro Internacional para la Fotografía, en Nueva York.

Después del Centro de la Imagen viajará al Museo Victoria y Alberto, en Londres; luego en Amsterdam, Milán, tres ciudades de España, Buenos Aires y La Paz. La curadora tiene interés en que la muestra termine en Bolivia, donde el Che fue asesinado.

Más lecturas en México

Tras la muerte de Korda en 2001, Ziff conversó con su representante, Darrel Coutourier, acerca de cómo el fotógrafo hubiera sentido al saberse recordado por una sola imagen. Aunque el gremio fotográfico lo conocía por su trabajo en el ámbito de la moda, así como sus fotos de la Revolución Cubana, cuando fue el fotógrafo personal de Fidel Castro, a escala mundial había trascendido de él una sola fotografía.

Al principio, ni siquiera se sabía que era de su autoría.

En un inicio, Ziff quiso escribir un cuento corto en torno de la foto que casi mata a su autor, pero como no se sentía en realidad una escritora, prefirió asumir el reto curatorial de crear una exposición alrededor de una sola imagen. ¿Sería eso aburrido?

Para Ziff, un curador es un cuentacuentos. ¿Sería posible mantener el interés del público al mostrar una y otra vez la misma fotografía?

Tal vez el desafío mayor es que las personas entiendan que esta muestra versa sobre el proceso curatorial y no acerca del Che Guevara ni de Korda, para quien guarda un gran respeto. Tiene que ver con el poder narrativo de una imagen, de cómo ésta trasciende a lo largo de los años, cómo es interpretada y las diferentes formas que adquiere.

Expresa: ''A cierto nivel uno de los problemas de esta exposición es que crece, la gente me manda objetos todo el tiempo. Esta imagen tiene vida propia y está fuera de control. Diana Díaz, hija de Korda, tiene abogados en París y constantemente se promueven demandas para reclamar el derecho de autor de la imagen".

Ziff sostuvo muchas pláticas con Diana Díaz, quien le ha dado su apoyo total, aunque varias de las imágenes le resultan ''inapropiadas" como, por ejemplo, la de la monja que descubre su pecho para mostrar un falso tatuaje del Che o el ''Che gay". Para la curadora, no exhibir ''todo" significaría no hacer bien su trabajo, aunque dejó fuera el apartado relacionado con el ''Che pornográfico", no por autocensura, sino porque quiere que la muestra sea para todo público.

En México, la exposición asume más lecturas. Por un lado, se aprecia ''la iconografía religiosa del Che que domina en Latinoamérica". También está la representación de la imagen en los muros de La Realidad, ya que en Chiapas se vinculó con los zapatistas. Tampoco podrían faltar el HomeroChe (Homero Simpson) y el Chepillín.

 
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