Usted está aquí: domingo 19 de marzo de 2006 Sociedad y Justicia En la declaración ministerial se rasuró el discurso de Fox sobre el derecho al agua

La Paz no suscribirá ningún acuerdo que excluya esa garantía: ministro boliviano

En la declaración ministerial se rasuró el discurso de Fox sobre el derecho al agua

Censuran activistas medidas depredadoras que llevarán a varios pueblos a su extinción

LAURA POY SOLANO

Abel Mamani, ministro del Agua de Bolivia, afirmó que "con o sin el consentimiento de instituciones financieras multilaterales", en muchos países de América Latina y el mundo "sólo se impulsará un modelo público y comunitario en la gestión del agua, porque consideramos que es un derecho no sólo de los seres humanos, sino de todos los organismos vivos".

Tras participar en el segundo día de actividades del Foro Internacional en Defensa del Agua, señaló que es momento de "ajustar cuentas" a los gobiernos del mundo y exigir un compromiso a la comunidad internacional para que suscriba un acuerdo en el que reconozca "la demanda de pueblos y comunidades del mundo de que el líquido es un derecho humano".

En el cuarto Foro Mundial del Agua, indicó, se ha difundido una declaración ministerial en la que fue "excluida la voz de los pobres y marginados. Creemos que se trata de un documento cocinado por las instituciones financieras internacionales, en el que no se quiere reconocer ese derecho ni se tomó en cuenta la opinión de los pueblos".

Llama la atención que, a pesar de que el presidente Vicente Fox Quesada habló en dos ocasiones durante la inauguración del acto sobre el agua como derecho humano, en la declaración ministerial que se muestra a la comunidad internacional "no aparezca por ningún lado".

Por ello, aseguró, Bolivia "no suscribirá ningún acuerdo que excluya ese derecho en el que hemos insistido, porque el líquido no se puede entregar a la lógica mercantil".

Una declaración ministerial que no dice nada, "en la que prevalece el silencio, es mucho peor en un momento tan crítico como el que enfrentamos". La posición de Bolivia, indicó, es retirar el agua de cualquier acuerdo de libre comercio, impulsar el financiamiento público del sector y "abrir el foro mundial a pobres y organizaciones sociales, porque de lo contrario está condenado a morir".

Al respecto, trabajadores del campo, mujeres indígenas, ambientalistas, habitantes de urbes y comunidades alertaron sobre los riesgos de "ceder" a una lógica del mercado que busca "extinguir la vida de nuestras comunidades y continuar el saqueo, la contaminación y la degradación del líquido".

Para miles de habitantes del planeta, afirmaron activistas de Malasia, India, Brasil y Tanzania, la privatización del agua representa no sólo la destrucción de sus pueblos, sino la aplicación de medidas "depredadoras, como establecer fichas de prepago para su abastecimiento o el cierre de grifos, con candados, para evitar que los habitantes de escasos recursos la roben".

En un llamado a impulsar acciones que no sólo garanticen el uso sustentable del líquido, sino a "parar un modelo insostenible" del crecimiento de las ciudades, que rompe el equilibrio entre las cuencas hidrológicas del planeta, investigadores y especialistas señalaron que "no sólo se trata de vencer a las grandes trasnacionales del agua, sino de mantener modelos autogestivos en todos los planos y niveles del desarrollo humano".

Andrés Barreda, investigador del Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular, afirmó que las organizaciones sociales no deben centrarse "sólo en establecer un modelo público del agua. También se debe visibilizar el metabolismo de saqueo, contaminación, desperdicio y manejo insustentable del líquido en las ciudades".

Foro mundial, un negocio

Mamani señaló que, a diferencia de las discusiones del movimiento social y de las comunidades campesinas e indígenas, en los espacios oficiales, como el cuarto foro mundial, "prevalece una noción de negocio, aunque también es claro que las luchas que se han emprendido en Brasil, Uruguay, Argentina, Francia y México, con movimientos en las calles, el reclamo de la gente que se atreve a decir queremos que el agua se convierta en derecho humano tiene sus efectos allá dentro".

Los organismos financieros, afirmó, "no quieren aceptar que somos nosotros quienes debemos decir qué modelo queremos, qué es lo que queremos hacer con el agua. Si quieren ayudar, que lo hagan pero sin condiciones. Nosotros decidimos qué modelo, pues no vamos a dejar que usufructúen con la pobreza y la miseria de la gente, porque no hacen donaciones, dan créditos".

 
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