Con disidentes del tricolor, el PRD llena espacios del norte
El PRD ha aprovechado las disidencias del PRI para llenar los espacios vacíos de su lista de candidaturas, principalmente en los estados del norte, rumbo a la Cámara de Diputados y el Senado.
No importa si demuestra "incapacidad e incongruencia", como en el caso del ex gobernador interino de Chihuahua Víctor Emilio Anchondo Paredes -según la protesta de la diputada Eliana García Laguna-, o levanta de la noche a la mañana grises dirigentes del sector campesino, como Víctor Gandarilla. Lo significativo es "cachar" disidentes, expresan legisladores del sol azteca.
Otro caso polémico es la candidatura al gobierno de Chiapas, donde el senador Rutilio Escandón acusa a la directiva nacional perredista de favorecer al ex secretario de Gobierno del estado Rubén Velázquez, a quien vincula con el PAN y al uso de recursos del erario para promover su aspiración.
Plácido Morales, uno de quienes buscan esa candidatura, denunció que Velázquez, amigo del actual gobernador, Pablo Salazar Mendiguchía, es un hombre que desde la función pública atacó al ahora candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador.
El PRD reservó desde un inicio los distritos de los estados donde su estructura partidista y porcentaje de votos son mínimos, entre ellos Nuevo León, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Durango, entre otros.
Su estrategia de reservar esta franja de los estados del norte fue para esperar el punto de quiebre de priístas y algunos panistas. Retrasó la publicación de su lista de candidatos a las cámaras de Diputados y de Senadores para negociar con disidentes de otras organizaciones política, aunque la dirigencia nacional alega que el retraso se debe a los "tiempos" que marcan las leyes electorales a los tres partidos que forman la coalición.
La próxima semana, el Comité Ejecutivo Nacional del PRD deberá hacer públicas las listas de candidatos plurinominales a la Cámara de Diputados y el Senado.