Usted está aquí: jueves 16 de marzo de 2006 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Chachalaquear

Riesgos de la vocinglería

Hipnotismo aviar

Al ritmo de AMLO

Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, platica en un pasillo del aeropuerto capitalino con Xóchitl Gálvez, comisionada para los pueblos indígenas, momentos antes de abordar el vuelo MX 111 a Oaxaca Foto: Carlos Ramos Mamahua

LA POLITICA MEXICANA se ha chachalaquizado. Pajarracos de diversos plumajes partidistas compiten desde el ramaje electoral tratando de imponer sus chillidos propagandísticos sobre las emisiones ruidosas de sus adversarios. La implantación del estridente término aviar en el vocabulario político sugiere más un proceso zoológico que uno sucesorio presidencial (y hace pensar que la patria requiere proyectos veterinarios de salvación, más que planes y debates homínidos).

TRIUNFO LINGÜISTICO popular de uno de los contendientes (el neólogo vernáculo López Obrador, vate de beisbol), la tonalidad chachalaca de las actuales campañas conlleva los naturales riesgos de toda vocinglería. En primer lugar, desde luego, que el alto volumen intencional de las voces haga desatender el contenido y la orientación de lo que se diga. Y, en segundo término, que al convertir el combate político en duelo de ecualizadores y en concurso de motes y descalificaciones se abone el camino a tentaciones que de la violencia sónica transiten a la corporal.

LA POLITICA CHACHALACA del momento pasa, desde luego, por los desesperados esfuerzos fónicos de un Presidente que con desesperación prejudicial (los citatorios, en solitario o en pareja, comenzarán después del primero de diciembre) trata de convencer al electorado esquivo de que vote para mantener en el poder a sus aliados calderónico-espinosos-yunquetos (y, desde luego, a él y a su maridita viajera). El jinete con el agua al cuello da consejos de equitación hídrica y se desgañita prometiendo mañanas mejores y preguntando para qué la gente querría cambiar de rumbo si, según sus cálculos de hipocampo, todo marcha tan bien en el país de las (en)aguas exitosas.

LA CHACHALACA PARECIERA ser, por lo demás, un fetiche hipnótico. Hoy, de manera impresionante, todo en la política mexicana gira alrededor de López Obrador, quien sigue poniendo la agenda diaria. Ni siquiera la persistente delantera en las encuestas de opinión había logrado consolidar la percepción popular de que Andrés Manuel va ganando con ventaja notable como la que produce el ver actualmente a todos los actores políticos moviéndose al ritmo de López Obrador (como si convalidaran desde ahora un triunfo frente al que sólo pudieran reaccionar). Allí están Madrazo y Calderón, esforzándose cada día en demostrar la falsedad de las propuestas de AMLO, metiéndolo incluso en sus propias producciones visuales con una generosidad sólo comparable a la que en su momento mostró el gran publicista Vicente Fox con la campaña del desafuero con la que dio proyección y símbolo al entonces jefe de Gobierno. Allí está ese Presidente arguyendo que no es posible bajar responsablemente el cobro al público de gas y electricidad (respuesta a dos tabasqueños pero, en esencia, directamente a uno). Y los dos alegres compadres, Madra y Calde, coincidiendo en lo peligrosísimo que es el tipo llamado Lopesobra. Y en la sesión del Consejo General del IFE, el tema y el personaje es AMLO, con la discusión sobre los espots bravucones del reto a debatir y las multas "lopezobradorianas" al PAN y al PRI. Y el Consejo Coordinador Empresarial, por voz de su dirigente, José Luis Barraza, diciendo que si el nombrable no quiere firmar los AcudeChapu no hay tos, pues el rejego no es imprescindible sino todo lo contrario.

EN EL FONDO pareciera (¡oh, la maldición de la chachalaca!) que ninguno de los opositores a López Obrador es capaz de sustraerse al imán embrujado de la rijosidad declarativa (la vocinglería), campo éste en el que probada y comprobadamente gana la tropical ave galliforme que acusa a los demás de alborotar y gritar cuando en el fondo esa escandalera forma parte de una estratagema electoral exitosa (a la chachalaca bautismal no le han quitado ni una pluma sonora, podría ser una nueva forma avícola-discursiva de alarde).

ASTILLAS: FINA ESTAMPA la de los caballeros sabidamente reconciliados. El Presidente que prometió combatir la corrupción se retrata junto a uno de los emblemas del fracaso de ese combate: Fox y Romero Deschamps, en Veracruz, posando para la fotografía que dice más que mil discursos... Fidelindo Herrera, por su parte, oportuno y servicial como siempre, regalándole al jinete de mitad del río una silla de montar que, a juicio del yóquey Vic Fo, es uno de esos regalos que, como en comercial de tarjeta de crédito, "no tienen precio"... Snif: que el tercer lema de Calderón podría caérsele porque el PRI y el Verde en 2003 usaron el de "Para que vivas mejor" y, ahora, los brillantísimos creadores publicitarios del blanquiazul imitaron a Dan Brown (el Código Da Lipe) con un originalísimo "Para que vivamos mejor"... A propósito de la anterior columna (Internet marcado), en que se informó de la vigilancia (y eventuales castigos) del gobierno federal sobre correos en cuentas oficiales que lleven referencias electorales, a Antonio Neme ([email protected]) se le ocurrió "que todos podríamos mandarles, a los altos funcionarios, correos no sólo con palabras 'mágicas' incluidas, sino con algunas frases más elaboradas ('esos mojigatos del PAN', 'los tramposos y execrables del PRI', por ejemplo), de tal forma que esos funcionarios se vean en la necesidad de aclarar el recibo de esos textos ante quien corresponda. Es más, ¿qué tal que les enviamos esos mismos correos a los meros meros de la Función Pública? ¿Ellos mismos se llamarán para aclararse esos correos?" Neme propone algunas direcciones electrónicas de secretarios del gabinetazo, como Derbez ([email protected]), Canales Clariond ([email protected]), Eduardo Romero Ramos ([email protected]); directores como el de Pemex, Luis Ramírez Corzo (directorgeneral@pemex. com) e incluso el propio Presidente ([email protected])... Y, mientras el PRD le abre la puerta en Sinaloa a personajes como Víctor Gandarilla (¿más delante, a Juan S. Millán?), ¡hasta mañana, en esta columna chachalacochona!

* Fax: 5605-2099 * [email protected] *

 
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