MEXICO SA
El gobierno del cambio, lavador de imagen del gran capital
Grupo México incumple a los mineros
Machismo en Los Pinos
Las rebanadas del pastel:
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Mineros de Pasta de Conchos en San Juan de Sabinas, Coahuila
Foto: María Meléndrez Parada
CON UN ENORME jabón en las manos, el secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, decidió que el "primer responsable" de la tragedia en Pasta de Conchos es el Grupo México y que el único culpable en la danza (tranza) de los millones de los mineros de la otrora Compañía Minera de Cananea es Napoleón Gómez Urrutia.
NI MAS, NI menos, porque en eso de responsabilidades y culpas, sentencia el secretario de Estado que más rápido corre -cuando menos en Pasta de Conchos-, el gobierno del "cambio" nada tiene que ver, como en tantos otros delicados asuntos.
QUE NADA TIENE que ver, dice el jabonero laboral, quien olvidó mencionar que la última inspección oficial realizada en Pasta de Conchos fue en julio de 2004, que sólo un año después la dependencia a su cargo "formuló" 34 medidas para corregir la inseguridad en la mina, que tras dicha "formulación" Grupo México fingió demencia a lo largo de siete meses, y que a principios de febrero pasado su delegado estatal en Coahuila aseguró y firmó que "todo está en orden", justo dos semanas antes de la fatídica explosión.
QUE NADA TIENE que ver, reitera, pero nada hizo ni hace para evitar la sistemática violación a la Ley Federal del Trabajo, infracción que Grupo México, como otras empresas mineras, ha hecho norma en sus relaciones laborales. Tampoco para evitar que los consorcios paguen salarios de hambre de los mineros, ni para obligarlos a que inscriban a los trabajadores en el IMSS, que respeten los contratos colectivos y que apliquen medidas mínimas de seguridad y sanidad para su plantilla.
LA AUTORIDAD LABORAL mucho menos intervino para que los trabajadores de la extinta Compañía Minera de Cananea -ese generoso regalo que Carlos Salinas de Gortari hiciera a la familia Larrea- recibieran su parte, de acuerdo con lo pactado originalmente. Nada hizo el gobierno de la "solidaridad"; tampoco el del "bienestar para la familia" y nada hizo el del "cambio", y cuando por presión sindical el dinero terminó en un fideicomiso, nada hizo la autoridad para evitar el mal manejo de esos fondos.
NADA TIENE QUE ver el gobierno federal, dice ese invento del "cambio" que terminó como secretario del Trabajo, el mismo que sin vela en el entierro -de acuerdo con su propia versión- encabezó "un acto al que no fueron invitados los familiares de los 65 mineros fallecidos (en Pasta de Conchos) en el que atestiguó el anuncio de un paquete-ayudes para las viudas y huérfanos", siempre con la intención de limpiarle la imagen a la familia Larrea y su Grupo México, por lo demás algo imposible.
MAS QUE "BECAS" miserables, créditos de 15 mil pesos para micro changarros familiares, "empleo temporal", "proyectos de vida", "talleres", "oficios" y otros espejitos repartidos lejos de la zona de la tragedia, lo que realmente ayudaría a los mineros sería que la Secretaría del Trabajo cumpliera con su función y actuara en tiempo y forma en favor de su objetivo social, y se abstuviera de cumplir el deprimente papel de lavador de imagen del gran capital.
GRUPO MEXICO ES el "primer responsable", asegura Francisco Javier Salazar Sáenz, pero de inmediato deslinda al consorcio "de un probable homicidio industrial", a pesar de que no ha concluido la investigación (La Jornada), si es que ha iniciado. Que las indagatorias "podrían llegar hasta la familia Larrea", cuando es obligado que por allí inicien: desde las condiciones de inseguridad en la que los mineros desarrollan su labor, pasando por los salarios de hambre y la falta de prestaciones, hasta los tres lustros que el consorcio tardó en entregar los fondos para los trabajadores y dónde fueron a parar.
MIENTRAS EL SECRETARIO del Trabajo alegremente repartía espejitos en Coahuila, Grupo México dio una muestra más de lo respetuoso que es con sus mineros. Narra La Jornada: en respuesta a las denuncias de los trabajadores de Pasta de Conchos, publicadas por el diario, según las cuales fueron una farsa las labores de rescate en la mina que se derrumbó el 19 de febrero pasado, los directivos del consorcio propietario del yacimiento carbonífero prohibieron hoy que los obreros salieran a los patios de la planta para evitar que hablen con los escasos periodistas que aún rondan por ahí.
ASIMISMO, OFRECIERON DOBLE paga a quienes accedieran a explorar de nuevo las ruinas de los túneles destruidos por una explosión de gas metano 21 días atrás, pero la propuesta no fue aceptada por ninguno de los integrantes del turno matutino porque, dijeron algunos de ellos a los enviados de este diario, "en primer lugar no tiene caso y, en segundo, si seguimos bajando en cualquier momento va a haber más muertos".
GRUPO MEXICO NO puede -no quiere- con el rescate de lo mineros muertos el pasado 19 de febrero. Incumple su compromiso público -vía Bolsa Mexicana de Valores, como debe ser- en el sentido de que "el presidente del consejo de administración, Germán Larrea, confirmó que la prioridad absoluta es el rescate de sus trabajadores atrapados en la mina de carbón Pasta de Conchos y la atención de sus familias".
SIN EMBARGO, SI puede darle colorido al asunto. Ayer divulgó un comunicado que dice así: "Minera México informa que, como complemento a la ayuda para las familias que brinda el gobierno de Coahuila, la empresa cuenta con dos tráileres que funcionarán como salas móviles acondicionadas que mejorarán la comodidad de los familiares en las instalaciones de la mina. Se espera la llegada de otros dos tráileres en el transcurso del día.
"DIECISIETE TRABAJADORES DE las cuadrillas de apoyo a los brigadistas se encuentran en dos turnos realizando las labores que permitirán acondicionar la zona limpia de aire. Entre dichas labores se encuentran, por un lado, regar la galería para retirar el polvo de carbón y aplicar polvo inerte que permitirá reducir el riesgo de explosividad, y por otro lado, revisar, alinear y limpiar la banda transportadora..."
DICE MARTITA QUE persiste el machismo en el país, "incluso en Los Pinos". Claro que sí, sólo que Vicente, una de las víctimas, no lo denuncia.