Privatizar y mercantilizar el líquido, mandato del Consejo Mundial
Fox abre la puerta a los cazadores de agua, advierte Maude Barlow
Es momento de actuar por la sobrevivencia, señala la presidenta del Council of Canadians
Comenzó ayer un encuentro internacional organizado por GDF, UNAM e IPN, entre otros
Ampliar la imagen Anil Naidoo, durante la exposición de la conferencia magistral de Maude Barlow, en el encuentro organizado por el Gobierno del Distrito Federal y varias instituciones de investigación y educación superior Foto: Marco Peláez
El cuarto Foro Mundial del Agua es una clara señal para el pueblo de México de que el presidente Vicente Fox Quesada tiene planes de dar la bienvenida oficialmente al cártel corporativo del agua, el cual ya se mueve en muchas comunidades del país, afirmó Maude Barlow, presidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de Canadienses), al abrir el Encuentro Internacional de Experiencias por el Agua, organizado por el Gobierno del Distrito Federal, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras instituciones.
Barlow cuestionó por qué mientras las crisis del agua avanza en el país, el presidente Fox invita al Consejo Mundial del Agua, cuyo mandato es la privatización y mercantilización del líquido, al realizar un foro aquí.
"Qué tan amigable es el ex vicepresidente de Coca-Cola con los barones del agua? ¿Estará el agua de México segura ante la amenaza corporativa o, como sospecho, en la mesa de negociación?", agregó Barlow durante su conferencia magistral presentada por Anil Naidoo, debido a que por problemas de traslado aéreo la especialista no pudo asistió al encuentro.
Al fijar la postura del movimiento internacional de justicia por el agua, la también coautora del libro Oro azul: la batalla contra el robo del agua del mundo por las corporaciones, señaló que si alguna vez hubo un momento para que la humanidad haga a un lado sus diferencias para unirse y lanzarse en una poderosa cruzada para salvar el agua del mundo, es ahora. De hecho, indicó, es muy tarde para ser presa del pánico, "es momento de actuar por nuestra sobrevivencia colectiva".
Muchas de las poderosas elites, económicas y políticas, no creen que las disminuidas reservas mundiales del líquido son patrimonio colectivo de la humanidad, sino una especie de "oro azul" que es de su propiedad para saquearlo.
Barlow dijo que los "cazadores de agua" están peinando el planeta en busca de nuevas fuentes de abastecimiento. Mencionó que el año pasado compañías embotelladoras colocaron casi 170 mil millones de litros de agua dulce en botellas de plástico, creando una masiva fuente de contaminación.
Si sólo la mitad de los 100 millones de dólares estadunidenses que el mundo rico gastó en agua embotellada en 2005 hubiese sido gastada en infraestructura y tratamiento, cada ser humano tendría agua potable hoy, agregó.
Las más grandes corporaciones del planeta están luchando contra los gobiernos locales por el control de los servicios de suministro para surtir el agua con fines de lucro a aquellos que puedan pagarla, y negarla a quienes no puedan hacerlo.
"No satisfechos con operar lo que alguna vez fueron servicios públicos para sus ganancias privadas, algunas (empresas) ahora están comprando sistemas completos de ríos, controlando e inclusive negando el suministro de agua a un número incalculable" de personas, agregó.
Esto ha provocado una fuerte lucha en la cual están unidas la industria global del agua, gigantescas embotelladoras, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que han hecho de la privatización del recurso requisito para otorgar créditos a los países del tercer mundo.
Aseveró que la Organización Mundial del Comercio protege los intereses de las compañías del agua, y los gobiernos de los países del primer mundo promueven los intereses de sus corporaciones privadas sobre las necesidades y derechos de los pueblos del mundo.
En foros previos, el Consejo Mundial del Agua se ha propuesto convencer a los gobiernos de que hay consenso global sobre la privatización de la disminuida reserva mundial de agua dulce, y se ha rehusado a considerar el recurso como derecho humano básico.
"Esta no es una cuestión semántica; no puedes comerciar o vender un derecho fundamental, y aquellos que lucran con el agua lo saben", agregó.
Barlow criticó duramente el hecho de que su gobierno fuera el único entre 55 que votó en contra del derecho humano al agua en una reunión clave de la Organización de las Naciones Unidas en 2002.
"Canadá permanecerá como una nación truhán en la campaña internacional por los derechos humanos significativos mientras mantenga esta posición perversa". El agua está en peligro. El planeta está llorando, concluyó.
En pro de la privatización del líquido, Otto Granados Roldán dijo que la reducción del consumo de agua, por tanto de la extracción, derroche y desperdicio, depende de que el líquido tenga precios reales; que cambie la desproporcionada distribución del recurso entre el agropecuario y el resto de los sectores económicos, que aumenten considerablemente los sistemas de tratamiento y que se realicen las obras ambientales y de infraestructura necesarias para garantizar el abasto a largo plazo.
"Toda privatización implica, en una primera fase, un alineamiento de tarifas, y sólo mucho después, como en Inglaterra y Argentina en el caso de la electricidad, reflejan una mejoría en los costos al usuario final", dijo.
Esto implica que haya siempre una rentabilidad política en oponerse a las privatizaciones, como lo han hecho los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional en Aguascalientes, agregó.