ALACRANES

"Llámanse Alacranes porque este animal es muy enconado y de grande dolor su veneno, y por haber allí tantos se dio este nombre a las islas, porque a los que por allí dieron con ellos los hicieron morir dolorosamente. Hay en esas islas quince o más leguas de bajos, unos blancos y otros rojos y otros muy negros y otros azules. Y con bajamar se descubren; pero no se ven desde los navíos si no están muy cerca: que este es el peligro. Y como quedaron muchos muertos en ellas las intitulamos también islas de sepulcros, porque quedaron perecidos de hambre y de sed y de alacranes la mayor parte de los que iban conmigo. Y también pueden llamarse las islas de la sed de sangre de tortugas; porque allí comenzamos a beber sangre de las tortugas que hallamos y eso fue por muchos días. Que sólo por merced de aquella niña que jugaba con alacranes pude yo salvar la vida, y fue de esta manera..." (De Nuevas navegaciones..., atribuido a Antón Gil, el Xamurado.)