Usted está aquí: viernes 3 de marzo de 2006 Sociedad y Justicia La seguridad social militar reafilia a mujer

Le negaron el servicio a petición del marido, porque estaban en proceso de divorcio

La seguridad social militar reafilia a mujer

JESUS ARANDA

Obligado por las circunstancias, el Instituto de Seguridad Social de la Fuerzas Armadas (ISSFAM) tuvo que modificar su decisión de no atender a una derechohabiente a la que le había negado el servicio con el argumento de que su marido había iniciado el trámite de divorcio y, por ello, la "desafilió".

Cuarenta y ocho horas después de que La Jornada publicó que la Procuraduría General de Justicia Militar investiga la actuación del director general de Seguridad Social Militar, Alejandro Saavedra Hernández, quien de forma ilegal y discrecional ordenó que le fuera negada la atención médica a una embarazada, casada con un mayor del Ejército, porque el marido había avisado que estaba en proceso el "divorcio necesario", un emisario del director general del ISSFAM, general Tomás Angeles Dahuahare, se presentó el miércoles en el domicilio de la quejosa y le entregó la cédula de identificación que acredita que es derechohabiente.

El documento, cuya copia está en poder de este diario, está fechado el primero de marzo de 2006. ''El ISSFAM hizo en 48 horas lo que se había negado por varias semanas: reconocer que mi hija es derechohabiente", dijo la madre de la denunciante, quien solicitó se mantenga el anonimato de ambas.

Incluso, para la elaboración de la cédula de identidad los funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional recuperaron de sus archivos la foto y huella dactilar de la mujer.

De acuerdo con documentación en poder de La Jornada, Saavedra Hernández emitió en febrero pasado un oficio, relacionado con una petición de atención médica de la esposa de un mayor que por presentar problemas en su embarazo acudió a la Clínica de la Mujer de la Secretaría de la Defensa Nacional y fue prácticamente sacada del consultorio en que era atendida cuando los médicos de guardia se dieron cuenta que su esposo le había retirado la afiliación.

Pese al estado delicado en que se encontraba la mujer, los médicos no admitieron razones y se negaron a atenderla.

El oficio, cuya fecha, número y nombres de las personas involucradas se omite para evitar represalias en contra de la demandante, está fechado en Lomas de Sotelo y lleva el sello de la Dirección General de Seguridad Social Militar.

El director general de Seguridad Social Militar señalaba que "(...) no es posible acceder a su solicitud, en el sentido de afiliarla como derechohabiente del mayor (...), toda vez que los trámites para la afiliación de beneficiarios y derechohabientes ante el ISSFAM los debe realizar el propio militar, acreditando dicha situación con los medios de prueba que establecen las leyes".

En el presente caso, subraya el escrito, el mayor "manifestó que no desea iniciar el trámite de afiliación de usted, por encontrarse en trámite el divorcio necesario".

 
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