Usted está aquí: viernes 24 de febrero de 2006 Cultura Refrescante propuesta de Demián Flores sobre el diálogo Tijuana-Los Angeles

Abren en esa urbe mexicana la segunda parte de su muestra Match dual presence

Refrescante propuesta de Demián Flores sobre el diálogo Tijuana-Los Angeles

El artista presenta en una galería angelina su primera gran exposición en Estados Unidos

Ambas exhibiciones se basan en la gráfica como medio para la multiplicidad, explica

MERRY MACMASTERS

La dualidad, es decir, las nociones de blanco/negro, rural/urbano es algo que el artista juchiteco Demián Flores Cortés (1971) lleva tiempo de trabajar. Ahora, este concepto se desdobla no sólo en su obra, sino en el ámbito territorial, para incluir conceptos de frontera e identidad.

En su primera gran exposición en Estados Unidos, Match dual presence -también encierra una alusión al juego-, cuya primera parte fue abierta el pasado 15 de febrero en la galería Fisher de la Universidad de California, en Los Angeles, Flores Cortés aborda esa temática mediante una curaduría con base en sus series Monte Albán, Play ball, Lucha libre y Defensa personal.

La segunda parte de la exhibición, concebida como un espejo de la primera, organizada por medio del Centro Cultural Tijuana, se inaugura hoy en la sala de arte de la Universidad Autónoma de Baja California, en esa ciudad fronteriza.

Posteriormente, la muestra de la galería Fisher viajará a la del teatro José Peón Contreras, en Mérida, Yucatán, para su apertura el 25 de mayo.

Enfasis en el grabado

Selma Holo, directora de la galería Fisher, conoció el trabajo de Demián Flores cuando preparaba su libro Oaxaca en la encrucijada. La administración de la memoria, la negación del cambio. En particular, cuando el artista montó la exposición Novena: una mirada plástica sobre el beisbol, en el parque de pelota Eduardo Vasconcelos. Holo expresó su interés por mostrarla en ese recinto angelino.

De Flores, la especialista en estudios museísticos, ha dicho que tiene un modo de representar el mundo, al mismo tiempo antiguo y contemporáneo, que lo hace ''un artista de Oaxaca que reconoce sus raíces, pero las trasciende de manera tan potencialmente significativa como un Rufino Tamayo, un Rodolfo Morales o un Francisco Toledo".

Hace una década, Flores Cortés conoció a Olga Margarita Dávila, por medio del tijuanense José Hugo Sánchez, y años después coincidió con la curadora de Atte.com en la renovación de la revista Origina.

Como Dávila había trabajado mucho la problemática de la frontera, a Flores Cortés le pareció pertinente invitarla para que ofreciera una visión distinta a un proyecto que pudiera presentarse en Tijuana y en Los Angeles. Así fue como se gestó una propuesta estética en torno a la idea de la frontera y, por tanto, de la dualidad.

El proyecto, además, empezó a crecer. También se pensó en hacer intervenciones gráficas en diarios y revistas de Tijuana, y en el periódico El Oaxaqueño, de Oaxaca, pero distribuido en Los Angeles. Y hacer dibujos murales en los espacios públicos de ambos campus.

La galería Fisher también ha organizado actividades paralelas, dentro de las cuales Flores Cortés y Dávila disertarán, el 2 de marzo, sobre el Más allá de la identidad: un punto de vista artístico.

Ambas exposiciones, explica Demián Flores, se basan en la gráfica como un medio que se expande con la idea de la multiplicidad, de lo serial, de lo indefinido. No obstante, desplazan su estructura gráfica a otras disciplinas, como la pintura, que el artista ocupa como medio gráfico.

En la galería Fisher, Flores Cortés comparte el espacio con la muestra Variaciones sobre un tema: grabados estadunidenses de Albers a Lichtenstein, una selección de la colección Anderson de artes gráficas. De allí el énfasis puesto en el grabado.

La muestra de Tijuana es más grande que su contraparte angelina y más pictórica, con alrededor de 13 cuadros de dos metros por 1.80, además de los objetos. Ambas sedes comparten algunas piezas como pelotas de beisbol y videos.

Moverse entre territorios

Con más de 12 años de trabajar sobre el proceso de la frontera, la identidad y la migración, para Olga Margarita Dávila, Match dual presence representa ''otra forma de dialogar y unir dos ciudades, porque el reflejo de Tijuana no es San Diego, sino Los Angeles".

Las dos sedes albergan una propuesta más para enfatizar la evolución artística de Demián: "Llegó porque se movió de Juchitán a la ciudad de México. Entonces, para comprender el proceso social de la conciencia y, por otro lado, la conciencia de identidad, hay que moverse entre territorios".

De las cuatro series, Dávila señala el interés de su autor por la conciencia social, ''tema bastante vituperado en algunos tiempos y anquilosado en otros. Demián da una propuesta refrescante y adecuada a los tiempos contemporáneos".

Es un asunto del arte que ''todavía es una gran vena de combate y trabajo, muy adecuada; además para contrarrestar el boom de conceptualismos, a veces conceptualismo light, que ha imperado en el arte actual en la ciudad de México".

 
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