Usted está aquí: lunes 20 de febrero de 2006 Opinión Golfo Pérsico y abastecimiento mundial petrolero

Gonzalo Martínez Corbalá

Golfo Pérsico y abastecimiento mundial petrolero

Los analistas se preguntan en la actualidad, si los países del golfo Pérsico actualmente tienen los recursos, además del clima político necesario, para desarrollar sus cuantiosas reservas petroleras a toda capacidad, como se prevé que será necesario para enfrentar las necesidades de la demanda global por lo menos en los próximos 10 años. No hay que perder de vista que se puede hablar de cierto grado de parálisis petrolera en Irán, Irak y Kuwait, por diferentes motivos, pero que el efecto final es igual o muy parecido y, como es bien sabido, no está tan relacionado con sus reservas o su capacidad de producción como con factores de orden geopolíticos.

De cualquier manera, diremos que Irán producía, a finales de 2004, 3 millones 964 mil b/d, lo cual quiere decir que, excepción de Arabia Saudita, es el principal productor de crudo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En lo que se refiere a Kuwait, produce 2 millones 167 mil b/d y es también de los principales productores del Pérsico, y en la OPEP 10, solamente de nuevo Arabia Saudita, y además Nigeria, los Emiratos Arabes Unidos, y en otras latitudes Venezuela, son mayores productores que este país.

En lo que respecta a Irak, es bien sabido que su producción estaba sujeta a la autorización de Naciones Unidas hasta antes de que se desencadenara la invasión de su territorio con los países de la coalición, encabezados por Estados Unidos, Gran Bretaña y España. En la actualidad también es muy conocido el hecho lamentable del completo desastre que priva en ese país, y que, por lo tanto, no se puede anticipar para cuándo podría asegurarse que se normalizará la actividad petrolera.

Por lo que se refiere a las reservas probadas de petróleo, con mucho Arabia Saudita es el más importante, con 264 mil 310 millones de barriles de petróleo. Irán tiene 132 mil 460, Irak 115 mil y Kuwait 101 mil 500, regionalmente hablando. Para que pueda el lector hacer una comparación, por la importancia de los países del Golfo, en lo que a reservas probadas se refiere, el total mundial hasta 2004 era de 630 mil 677 millones de barriles, según cifras de la OPEP.

En cifras de la prestigiada publicación Oil and Gas Journal , Arabia Saudita tiene 259 mil millones de barriles, Irán 129 mil millones, Irak 115 mil millones, los Emiratos Arabes Unidos 98 mil millones y Kuwait 97 mil millones. Por lo que de todas maneras se puede afirmar que es Medio Oriente, precisamente en los países situados en el golfo Pérsico, donde por mucho están ubicadas las mayores reservas petroleras mundiales.

Hay otras cifras que ubican el nivel de éstas en más de un millón de millones de barriles de reservas, es decir, de un billón de nuestro sistema métrico decimal, entre ellas muy destacadamente la British Petroleum, que fija como total de reservas probadas mundiales un billón 186 mil millones, todo lo cual quiere decir que no hay completo acuerdo en lo que se refiere al número total de las reservas probadas mundiales, como no lo hay tampoco, en consecuencia, acerca de la relación entre reservas y producción, que es el indicador básico para definir para cuánto tiempo hay petróleo con las cifras disponibles en la actualidad. Generalmente se acepta que mientras en el golfo Pérsico se puede considerar que esta cifra es de 82 años, en Estados Unidos es de solamente 12, y más o menos la misma para México.

Ahora que la validez de estas cifras depende de que se mantenga cierto grado de recuperación de los campos en explotación, el cual permita continuar trabajándolos al mismo ritmo. Es decir, que se repongan los volúmenes que se extraen, explorando nuevas zonas y poniendo en servicio también nuevos pozos a medida que otros se van agotando.

Un ejemplo muy claro de lo que pasa cuando no se procede de esta manera es, por una parte, nuestro vecino del norte, que en los setentas incorporó a sus activos los 10 mil millones de barriles de la vertiente norte de Alaska, en la bahía de Prudhoe, y alcanzó su máximo histórico -que no ha vuelto a tener-, y a partir de entonces sus existencias han seguido una curva descendente muy pronunciada hasta la actualidad, cuando sus reservas probadas alcanzan solamente 14 mil millones de barriles aproximadamente, mientras consume 20 millones de barriles diarios, de los cuales produce la mitad e importa otro tanto. De allí la expresión del presidente George W. Bush en su informe a la nación de que su país es adicto a los energéticos.

Por otra parte, podemos también citar el caso de México mismo, de nuestra patria, pues mientras que en el régimen del presidente José López Portillo se anunciaba alegremente que nuestras reservas alcanzaban la fabulosa cifra de 70 mil millones de barriles, menos de tres décadas después se acepta como cifra oficial, expresada en el Anuario Estadístico de Pemex para 2005 según las definiciones de la Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos, la de 16 mil 749 millones de barriles.

Por lo que hace al consumo de petróleo crudo total mundial, para 2004 es del orden de 80 millones 757 mil b/d, lo cual significa un aumento de 3.4 por ciento en relación con 2003, que es muy superior al esperado para el periodo 2004-2025, de 1.9 por ciento promedio anual, frente al del gas, que se espera sea de 2.3 por ciento anual. De este crecimiento del consumo, el más grande se registra en Medio Oriente, con 5.2 por ciento, el de Asia Pacífico también igual al de Medio Oriente, y el menor de todo el mundo sería el de Europa y Eurasia, con solamente 1.8 por ciento.

El consumo previsto para todo el mundo, 80 millones de b/d, expresa por sí mismo el problema que representa en relación con la reposición de las reservas, pues esta cifra significa un consumo anual del orden de 25 mil millones de barriles, de modo que las cifras actuales nos llevan a la conclusión de que con el mismo nivel de consumo anual de petróleo, si no se adopta una política de reposición de reservas más intensa de la que hasta ahora se ha ejercido, habría solamente petróleo para 30 años, siempre que se mantuviera, insistimos, el mismo volumen de reservas y el mismo ritmo de consumo diario, lo cual es verdaderamente utópico.

Más vale que Arabia Saudita cumpliera sus promesas de aumentar al doble sus reservas y que el petróleo de aguas profundas se haga una realidad, muy especialmente en México.

 
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