Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Sociedad y Justicia Atender a migrantes infectados con VIH costaría al país 60 mdd

Especialistas calculan que en EU radican más de 22 mil connacionales portadores del virus

Atender a migrantes infectados con VIH costaría al país 60 mdd

Señalan la importancia de profundizar en la detección oportuna y las acciones de prevención

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen Desde diversos foros se trata de hacer conciencia de los riesgos de contraer el sida Foto: María Luisa Severiano

Alrededor de 60 millones de dólares podría costar al país la atención de los migrantes mexicanos infectados con el VIH/sida que por diversas razones decidieran regresar a sus lugares de origen, asegura un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Con base en los datos disponibles sobre el número de personas que en forma legal o sin documentos viven en Estados Unidos, la prevalencia de la epidemia en ese grupo y el mejor escenario de atención médica para los infectados, los investigadores calcularon la cifra y resaltaron la importancia de profundizar en la detección oportuna y las acciones de prevención.

Durante el foro Prioridades para la investigación y la acción en migración, VIH/sida y temas relacionados, Sergio Bautista Arredondo, miembro del área de Evaluación de Sistemas y Economía de la Salud del INSP, planteó que ante la falta de información puntual y confiable sobre la cantidad de migrantes mexicanos que viven con VIH/sida, los ejercicios de simulación se vuelven una herramienta indispensable en el entendimiento, explicación y posible solución de los problemas.

Los especialistas que durante tres días se reunirán para diseñar una agenda para la investigación y acción en VIH/sida y migración para México y Centroamérica, tomaron como punto de partida un análisis de diferentes investigaciones, según el cual la respuesta del sistema de salud a las necesidades de los migrantes infectados es escasa y centralizada desde el gobierno y la sociedad civil.

Los programas de detección y control de la epidemia, señaló Tamil Kendall, coordinadora del Programa de VIH/sida de Population Council, están insertos en sistemas débiles, con falta de capacidad técnica de los trabajadores y funcionarios, y presupuestos limitados.

Las intervenciones oficiales en esta materia se limitan a pláticas y la difusión de materiales educativos, de los que ya se ha comprobado que no funcionan para lograr cambios de comportamiento sexual de las personas. Además, indicó la experta, el acceso de los migrantes a las pruebas de detección de VIH y a los condones es muy limitado.

Señaló que las condiciones de vida de los migrantes los vuelve vulnerables ante la epidemia, entre otros factores por los cambios en las redes sociales que se dan cuando salen de sus lugares de origen y llegan solos a un medio nuevo en el que el ejercicio de la sexualidad es más liberal.

Debido a su situación irregular y a la incertidumbre respecto a la fuente de empleo, los migrantes también enfrentan el riesgo de caer en el consumo de alcohol y drogas.

También influye la precariedad económica que les obliga a vivir en condiciones de hacinamiento. En otras ocasiones, expuso Kendall, los migrantes, particularmente las mujeres, se ven en la necesidad de recurrir a la actividad sexual como una manera de pagar la comida o el transporte hacia Estados Unidos.

Estos y otros factores contribuyen a la condición de vulnerabilidad de los migrantes frente a las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/sida, comentó la especialista durante el foro organizadao por Population Council y las fundaciones Ford y Rockefeller.

Sobre la erogación económica que podría representar para el gobierno federal la atención médica integral de los migrantes que viven con VIH/sida, el investigador Sergio Bautista presentó los resultados de un modelo con el que calculó dichos costos.

Para la realización de su trabajo tomó algunos datos que de diferentes fuentes de información se tienen sobre los migrantes, entre otros que en Estados Unidos viven casi 11 millones de mexicanos, de los cuales cinco millones son residentes legales y cinco millones 900 mil son indocumentados.

De acuerdo con las estadísticas nacionales sobre VIH/sida, los investigadores calcularon que de este total, 22 mil 318 individuos serían portadores del virus, y de éstos entre 8 mil 600 y 14 mil 300 regresarían a México por diversas causas, dependiendo de su situación migratoria, si tienen o no familia en Estados Unidos, o si tienen acceso a servicios médicos allá.

En el caso extremo, serían 14 mil 300 personas que en diferentes etapas de la infección solicitarían atención médica en México. De ellas, 37 por ciento estarían asintomáticos, 11 por ciento con síntomas, 47 por ciento estaría en etapa de sida, y cinco por ciento en fase terminal.

Bajo el supuesto de que estas personas se mantuvieran asintomáticas durante siete años, con síntomas durante dos, con sida nueve años y en fase terminal un año, y con una atención médica de calidad, se requeriría una inversión de 60 millones de dólares.

 
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