Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Mundo Irán responderá "con fuerza destructora" a un posible ataque

Defiende Teherán su plan de construir plantas atómicas para producir electricidad

Irán responderá "con fuerza destructora" a un posible ataque

Cuestiona Ahmadinejad que potencias que poseen armas nucleares le exijan dejar su proyecto

Bush advierte que defenderá a Israel; Angela Merkel llama a buscar una solución pacífica

AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Mahmud Ahmadinejad, presidente de Irán (segundo a la derecha), supervisó ayer los trabajos en la planta nuclear de Bushehr, al sur de Teherán Foto: Reuters

Teherán, 1º de febrero. Al advertir que "cualquier acción contra las instalaciones nucleares iraníes irá seguida de una respuesta inmediata y destructora de las fuerzas armadas del país", Irán criticó que los "países que poseen armas nucleares" le exijan renunciar a su programa nuclear con el cual, aseguró, pretende "construir plantas atómicas para producir 20 mil megavatios de electricidad".

Pero los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) mantuvieron la presión sobre la república islámica, y acordaron un proyecto de resolución para que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) turne el caso al organismo mundial, lo que allana el camino para aplicar sanciones a la república islámica.

Más aún, el presidente George W. Bush sostuvo que su país defenderá a Israel frente a Irán, mientras el primer ministro británico, Tony Blair, pidió que se envíe "una señal de fuerza" a Teherán y su ministro del Exterior, Jack Straw, afirmó que la nación islámica está ante la "última oportunidad" de cumplir sus compromisos.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, advirtió a las potencias de Naciones Unidas que no lograrán que la república islámica renuncie a su programa nuclear. "Los que poseen armas nucleares se reúnen y toman decisiones, y creen que el pueblo iraní se someterá a sus resoluciones", declaró Ahmadinejad, en referencia a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Rusia y China.

"Les digo a las potencias de paja que el pueblo iraní es independiente desde hace 27 años y, apoyándose en su determinación, toma sus decisiones según su voluntad", sentenció Ahmadinejad, y agregó que su país "continuará hasta la victoria".

"Nosotros insistimos en construir plantas atómicas en el país para producir 20 mil megavatios de electricidad, con base en los intentos de nuestros científicos y nuestra juventud, y con la aprobación del Parlamento", dijo el presidente.

El ministro iraní de Defensa, Mustafa Mohamad Najar, advirtió que su país responderá a cualquier ataque contra sus instalaciones nucleares, informó la agencia oficial Irna. "Cualquier acción contra las instalaciones nucleares iraníes irá seguida de una respuesta inmediata y destructora de las fuerzas armadas del país", declaró Najar, que acompañaba al presidente a la provincia de Buchehr, donde Rusia construye la primera central nuclear de la república islámica.

El jefe negociador iraní, Ali Larijani, sostuvo: "Si el caso de Irán es enviado para información al Consejo de Seguridad, entonces el gobierno está obligado a interrumpir todas las medidas voluntarias, entre ellas la suspensión del enriquecimiento industrial de uranio, y lo hará".

En su discurso televisado, Ahmadinejad también criticó a Bush, horas después de que éste, en su discurso sobre el estado de la Unión, denunció que en Irán "una pequeña elite clerical aísla y oprime a su pueblo".

El presidente iraní sostuvo que Bush está "embarrado hasta los codos de la sangre de otras naciones" y que logró la presidencia "gastando miles de millones de dólares para comprar un fallo judicial", en alusión a las elecciones de 2000.

"Alguien que apoya a los sionistas, aprueba la represión de los palestinos y es traficante de guerras no tiene derecho a hablar de libertad ni derechos humanos y debe ser puesto ante un tribunal del pueblo", declaró Ahmadinejad.

El Consejo de Gobernadores de la AIEA analizará mañana y el viernes en Viena el programa nuclear iraní, que genera sospechas de que alberga planes secretos para desarrollar armas atómicas. Se da por descontado que sea turnado al Consejo de Seguridad de la ONU, como se establece en un proyecto de resolución acordado este día por los cinco miembros permanentes de ese mecanismo.

Para apaciguar a Rusia, los occidentales han aceptado que el Consejo de Seguridad no adopte medidas hasta por lo menos el 6 de marzo, fecha de la próxima reunión ordinaria de los gobernadores de la AIEA, y hasta la presentación de un informe completo del director general de la AIEA, Mohamed El Baradei, sobre Irán.

Bush, prometió que su país defenderá a Israel frente a Irán si es necesario. "Estoy preocupado por una persona que, primero, trata de reescribir la historia del Holocausto y, segundo, ha dejado claro que sus intenciones son destruir Israel".

"Tel Aviv es un aliado sólido de Washington, saldremos en defensa de Israel si es necesario.

Consultado acerca de si eso significaba una defensa militar, Bush dijo: "Puedes apostar que defenderemos a Israel".

El Departamento de Estado estadunidense calificó de "preocupante" el informe de la AIEA que indica que el programa nuclear iraní tiene implicaciones militares.

Ese informe intermedio, que la AIEA transmitió a los 35 estados miembros de su Consejo de Gobernadores, indica que sus inspectores vieron documentos sobre la fabricación de componentes para el arma nuclear.

El informe precisa que los iraníes disponen de documentos sobre la fabricación de hemisferios de metal de uranio. "Sólo hay una razón por la que se quiera fabricar hemisferios de metal de uranio altamente enriquecido. Se hace porque se quiere fabricar una arma nuclear", añadió.

Blair, por su parte, llamó a la comunidad internacional a enviar "una señal común de fuerza a Irán", para dejar claro que Teherán no puede seguir "burlando sus obligaciones internacionales". Previamente, el ministro británico del Exterior, Jack Straw, afirmó poco antes de reunirse con el canciller iraní, Manuchehr Mottakim, que Teherán debería ver la postura común de los líderes de la comunidad internacional no como una amenaza, sino como una oportunidad, "la última para respetar sus obligaciones y no hacer nada que pudiera conducir al desarrollo de armas nucleares".

De su lado, la canciller federal alemana, Angela Merkel, exhortó al gobierno iraní a seguir cooperando en busca de una solución pacífica al conflicto y no descartó el empleo de la fuerza militar en la lucha antiterrorista.

 
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