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PAGINA DEL CONSUMIDOR / sobrecito [email protected]

LA GOTA GORDA

9 de enero de 2006
Terminó la temporada de excesos asociada a las fiestas de fin e inicio de año. Una opción para remediarlos es el ejercicio. Pero no hay normas específicas para la certificación de gimnasios e instructores. Una mala elección puede comprometer su salud.

gymCEl inicio de año lo marca una lista de buenos propósitos, entre los cuales usualmente sobresale hacer ejercicio, ya sea para perder los kilitos ganados en las fiestas decembrinas, para ponerse en forma, o hasta para socializar en un gimnasio y pasar un rato luego de trabajar.

Cualquiera que sea el motivo, la inscripción a un gimnasio es una de las primeras opciones que se consideran para el ejercicio físico. Estos negocios se han puesto de moda, por lo que su número ha crecido de manera notable en todo el país.

Muchos de estos establecimientos funcionan incluso en lugares improvisados, en casas particulares y sin personal capacitado. Por ello, antes de acudir a alguno, se deben tomar precauciones para no arriesgar la salud, pues, como ocurre con otras actividades, no existe regulación para la prestación de estos servicios. En este ámbito una elección incorrecta conlleva el riesgo de sufrir lesiones ­desde un desgarre hasta una discapacidad temporal y aun permanente­ advirtió Felipe Hernández Jiménez, asesor médico del sitio www.fitness.com.mx.

El principal riesgo, de acuerdo con el especialista, es que en México no existe un organismo regulador de los instructores físicos, muchos de los cuales carecen de la capacitación adecuada para asesorar a los clientes de los gimnasios en la práctica de algún ejercicio o en el uso de aparatos.

"Una mala asesoría en el spinning (ciclismo estático), por ejemplo, puede ocasionar desde deshidratación hasta alteraciones en el ritmo cardiaco que pueden comprometer la vida; en el levantamiento de pesas pueden presentarse lesiones severas en algún músculo o en la columna; y el daño no necesariamente se manifiesta en el momento, sino varios días después", explicó.

Cuando esto ocurre, admitió, el establecimiento no siempre se hace responsable, y el afectado tiene que emprender una larga batalla legal para lograr la reparación del daño, por lo que lo más conveniente es informarse bien antes de elegir gimnasio.

ANTES DE PAGAR
Recuerde que más vale prevenir; asegúrese de que el gimnasio cumple con los siguientes requisitos
  • Instructores calificados, con certificados avalados por alguna institución oficial o reconocida
  • Solicitar o practicar examen médico previo a sus clientes
  • Buenas condiciones de higiene y cumplimiento de las normas de seguridad, como contar con extintores y salidas de emergencia
  • Area de acondicionamiento con espacio suficiente para las actividades físicas, así como buena ventilación e iluminación
  • Aparatos con señalamientos e instrucciones sobre su uso correcto
Fuente: Profeco

Los instructores profesionales requieren de un periodo de adiestramiento mínimo de dos a tres años en una institución reconocida, lo que les permite diseñar planes acordes con las necesidades de cada usuario del gimnasio: "No pueden decirle simplemente 'sube a la bicicleta y pedalea hasta que te canses'; tienen que estar preparados para indicarles lo que más les conviene y seguir de cerca el ejercicio", aclaró el médico.

Los gimnasios no están regulados de manera específica por instancia oficial alguna, aunque deben cumplir con la normatividad vigente en materia sanitaria, de seguridad y de protección civil. Para operar requieren sólo una licencia de funcionamiento expedida por el ayuntamiento, o la delegación correspondiente en el Distrito Federal.

La oferta

Acondicionamiento físico con pesas, spinning, aeróbicos, pilates (ejercicios de estiramiento y fortalecimiento), artes marciales (como kick boxing, tae bo y tae kwon do), jazz o yoga, son las actividades más comunes que ofrecen los gimnasios, clubes deportivos y centros especializados que funcionan en el país. En menor medida se incluye la natación, gimnasia reductiva, de acuerdo con un sondeo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Quienes practican alguna actividad física prefieren los gimnasios cercanos a casa o al centro de trabajo; en cuanto al costo las posibilidades también las define el mercado, ya que los clubes deportivos con servicios integrales representan un desembolso mucho mayor que el de la inscripción y cuota mensual que cobran los primeros.

En cuanto a precios, el abanico de opciones es muy diverso debido a factores como la infraestructura del establecimiento, ubicación, número de actividades que ofrece y servicios accesorios disponibles (regaderas, casilleros, cafetería). Algunos no cobran inscripción, u ofrecen descuentos según las actividades que se contratan.

Las inscripciones anuales van de 30 a mil 200 pesos, y las cuotas mensuales, de 300 a 900 pesos, mientras las clases individuales de pilates, por ejemplo, fluctúan entre 25 y 270 pesos. Otros más cobran por sesión o por paquete de clases.

Los clubes que ofrecen actividades sociales y familiares, e instalaciones como restaurantes y áreas verdes requieren el pago de una membresía, vitalicia o anual y una cuota mensual, o anual (entre 15 mil y 40 mil pesos) §


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