Aventuras con la Maga
Eduardo Ruiz Saviñón
A Elena Garro
Apareció de la nada.
La invoque y se presentó.
Me sonrió, me adivinó,
rozó mi rostro.
Elena me introdujo a las
profundidades de lo femenino.
Ya no fui el mismo.
Ella me eligió
su caballero.
La defendí con ferocidad
de los relámpagos.
Guardo su belleza
en mi alma.
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