Usted está aquí: sábado 7 de enero de 2006 Mundo Hélène Castel, francesa detenida aquí en 2004, libre en París

Hélène Castel, francesa detenida aquí en 2004, libre en París

AFP

París, 6 de enero. Hélène Castel, la popular ciudadana francesa que rehizo su vida en México tras haber atracado en 1980 un banco en París con toma de rehenes, no volverá a la cárcel, según la sentencia de un tribunal parisiense.

Pese a que Castel no pisará de nuevo una celda, el tribunal, después de tres horas de deliberaciones, la condenó a dos años de prisión con remisión condicional por su participación en un asalto cometido en 1980 a una sucursal del BNP, donde resultaron heridas varias personas.

El fiscal Philippe Bilger había pedido entre tres y cuatro años de cárcel, de los cuales 11 meses ya estaban cubiertos por la detención provisional que cumplió tras su arresto en México. Castel es fisioterapeuta y tiene una hija de 20 años, fruto de su relación con un pintor mexicano.

Fue detenida el 12 de mayo de 2004 en Jalapa, Veracruz, justo tres días antes de que prescribiera la condena a cadena perpetua que se le impuso en París, y ese mismo año fue extraditada a Francia.

Durante los tres días de audiencia, Castel multiplicó las disculpas y palabras de arrepentimiento ante antiguos cómplices reinsertados y víctimas que la perdonaron, sorprendiendo a buena parte de la opinión pública francesa y a la prensa.

Uno de los momentos decisivos del proceso lo protagonizó el fiscal, quien aseguró que el atraco cometido por Castel con otros cinco jóvenes revolucionarios "fue una transgresión grave", pero "la reinserción está lograda".

El proceso, sorprendente de por sí debido a la antigüedad de los hechos, tomó una dimensión más peculiar por la entereza de la acusada, quien desde el principio decidió saldar definitivamente las cuentas del pasado.

"Me hubiera gustado haber hecho antes esta transición que estoy viviendo ahora mismo, pero no me sentía capaz", reconoció Castel, hija de un sociólogo de renombre en Francia.

En total, una banda de unas cinco personas participó en el atraco de una sucursal bancaria del BNP, el 30 de mayo de 1980, pero al verse acorralados por la policía los jóvenes tomaron a seis personas de rehenes.

Otro de los momentos culminantes del juicio fue cuando Castel se dirigió al director de la agencia bancaria, quien resultó gravemente herido en la rodilla durante el asalto, y afirmó: "Es la primera vez que tengo la oportunidad de conocerle (...) siento de verdad que mi intervención en su vida le haya causado estos daños". Sin animosidad, el aludido respondió que era un "liberal" y que para él era más importante la reinserción que la represión.

Una reinserción perfectamente lograda, según el abogado de la parte civil, Michel Beaussier, quien se declaró "impresionado" del camino recorrido por Castel. El proceso logró "expurgar los viejos demonios", dijo, subrayando la minoría de edad de la acusada durante el atraco. En forma contraria a lo publicado en un primer momento, la defensa de Hélène aseguró que su cliente no era miembro del grupo extremista francés Acción Directa, aunque podría simpatizar con sus ideas.

Los antiguos cómplices de Castel, hoy en día completamente rehabilitados, testimoniaron aludiendo a sus propias dificultades personales y al "ambiente contestatario" que se vivía en la época.

Uno de ellos, Antoine, en la actualidad médico y condenado a 10 años de reclusión en 1984, evocó la juventud de aprendices de ladrones que soñaban con "una sociedad sin clases".

 
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