SALON PALACIO
Las políticas culturales del siglo XXI
EN UNA MUY plural e inédita reunión a puerta cerrada, en donde lo mismo hubo académicos, diputados, diplomáticos, promotores culturales, ex roqueros y hasta algunos borrachos, se discutió el documento Diagnóstico y líneas estratégicas para las políticas culturales de México, ambiciosa investigación coordinada por el doctor Eduardo Nivón Bolán y auspiciada por el Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo, de la Universidad de Guadalajara, que dirige la siempre inquieta Mara Robles. Este singular seminario tuvo una duración de siete horas, durante las cuales se discutieron a profundidad las 62 páginas que conforman el mencionado documento, en cuyo equipo de trabajo también participó el periodista Eduardo Cruz Vázquez. Independientemente del resultado final, que será entregado a los candidatos presidenciales y a los ministros de Cultura de varios países durante enero de 2006, este necesario ejercicio de reflexión en torno de las políticas culturales del Estado mexicano para los próximos años se hace indispensable en estos momentos de incertidumbre electorera.
El Estado, el sector privado y las industrias culturales
HABRIA QUE MENCIONAR algunos nombres de los participantes en esta encerrona cultural: Néstor García Canclini, Pacho Paredes, Lucina Jiménez, el diputado Inti Muñoz, José Jorge Alberto Lozoya, Sergio Zermeño, Alejandro Sandoval, Rossana Reguillo, Gregorio Luke, el senador Javier Corral, Ricardo Bautista, José Texeira Coelho (Brasil), Toby Mille (especialista en industrias culturales de la Universidad de California) y hasta quien esto escribe (por aquello de la pluralidad), como asesora del proyecto se encuentra la ex directora de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Margarita Sierra. Para continuar con el debate en torno a las políticas culturales del siglo XXI, también en el contexto de la feria, se programaron tres mesas redondas los días primero, 2 y 3 de diciembre, serán para todo público y se discutirán tres temas: El papel del Estado en la cultura en el siglo XXI, en la que participan Carlos Montemayor, José María Pérez Gay, Sari Bermudez, Javier Corral y Víctor Hugo Rascón Banda, entre otros. La segunda mesa se llama El apoyo del sector privado al desarrollo cultural, con José Texeira Coello, Greorio Luke, director del Museo de Arte Latinoamericano de California, y Eraclia Gómez Maqueo, de la Fundación Cuervo. La tercera mesa se refiere a las industrias culturales, estarán Toby Miller, Ramiro Osorio y María Cristina García Cepeda.
Un año sin Mauricio Achar
EN LA LIBRERIA GANDHI de Guadalajara hubo una muy fraternal cena en donde nos obsequiaron el libro sobre Mauricio Achar, un librero de nuestro tiempo, en donde se reúnen más de 50 textos escritos por los más diversos personajes de la cultura mexicana, quienes confirman la generosidad, el ingenio, la intrepidez, la genialidad de ese gran librero, quien falleció hace un año. Pero lo más entrañable de la noche fue conocer a Nelly Achar (gracias a nuestro amigo Benjamín Anaya), la hija predilecta de don Mauricio, una mujer que no sólo heredó el oficio librero, sino también su gran intensidad de vida. Con Nelly bebimos cantidades industriales de tequila y después la iniciamos en ese recorrido del inframundo tapatío llamado El Tucanazo.
¡Ya liberen a Fernando Valdés!
EL CLAMOR POR la libertad del editor Fernando Valdés se escucha por todos lados. A cuatro meses de su detención y en el contexto de la FIL se inició una recolección de firmas solidarias, impulsada por la Alianza de Editores Independientes, que integran 14 pequeñas empresas mexicanas y 55 del extranjero, entre ellas Anagrama. El hijo de Fernando Valdés encabezó valientemente esta nueva cruzada que pareciera enfrentarse a oscuros intereses por dar prioridad a un conflicto leguleyo en torno a un libro de geometría que todo el trabajo de un hombre siempre apasionado por la difusión del libro y la lectura.
Jorge Herralde y Roberto Bolaño
UNA VEZ MAS el entrañable editor de Anagrama se encuentra en Guadalajara para presentar el libro Para Roberto Bolaño, en donde cuenta su profunda amistad con ese escritor chileno que viviera los más intensos momentos de su juventud en México, en donde fundó ese irreverente y etilizado movimiento de los Infrarrealistas. La edición de este libro estuvo a cargo de la editorial mexicana Sexto piso, que comandan un puñado de jóvenes editores.