Negocio y cultura son las dos caras del mundo editorial, expresa a La Jornada
El editor de este siglo debe prepararse para correr un maratón: Herralde
Con su nuevo libro, el fundador de Anagrama invita a leer la obra de Roberto Bolaño
Ampliar la imagen Sexto Piso, Acantilado..., editoriales independientes que prueban que s�xisten lectores, subraya Jorge Herralde FOTO Arturo Campos Cedillo Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 2 de diciembre. No sé si soy aberrantemente optimista, pero sí hay lectores, afirma el editor catalán Jorge Herralde, director y fundador de Anagrama, una de las editoriales independientes más importantes del mundo de habla hispana.
El mercado editorial tal vez sí es más difícil para los jóvenes editores, ''porque está contaminado por Dan Brown and company'', deplora Herralde.
''Hay más lectores literarios que antes y muchísimos más autores de libros trash que antes. Sí que hay lectores, y la prueba es que en los años recientes están surgiendo una serie de editoriales muy interesantes en muchos países; es el caso de Acantilado, en España; Sexto Piso, en México; Adriana Hidalgo, en Argentina, que son muy jóvenes, pero ya han armado un catálogo y tienen identidad, es decir, que el lector curioso, el paseante de librerías, ya sabe que se puede fiar de estos sellos."
El editor de este siglo, como el de años anteriores, ''debe ser un apasionado de la literatura, tener una tenacidad a prueba de bomba, prepararse para correr un maratón, porque los resultados los verá a largo plazo; en el caso de Anagrama fue hasta el décimo año, esos fueron años en que vivimos en economía de guerra y después eso se tranquilizó", añade en entrevista.
Aposentamiento de un sello
Otro elemento imprescindible, prosigue Jorge Herralde, ''es la suerte, pero también preparar el campo de aterrizaje para la suerte, es decir que si uno publica buenos autores, aunque se vendan poquito, vayan haciendo olas".
Por supuesto reconoce que ser editor también implica ver el oficio como un negocio: ''de lo contrario uno ya no es independiente, ni editor ni nada, está expulsado. El mundo editorial tiene dos caras: el comercio y la cultura, entonces es un poco cómo se aprietan los pedales: en el ámbito de la edición independiente el acelerador está puesto en la cultura y en otros es en el comercio, no es porque sean malas personas ni asesinos, sino que la estructura del grupo lo exige, estas modulaciones son las que explican el trabajo editorial".
En cuanto a ventas y en el caso de Anagrama, que cuenta con un catálogo vivo de unos mil 500 títulos ''y algunos centenares vivos pero un poco catatónicos", el balance es positivo.
''Algunos títulos se venden mucho, otros poco, pero ya instituimos una marca editorial, porque sólo con el tiempo es que se establecen las complicidades entre autores, libreros, con críticos literarios, y todo esto va configurando el aposentamiento de un sello editorial.
''Lo hemos conseguido en mayor o menor medida, y esto nos permite publicar autores que sabemos que serán minoritarios y jóvenes, pero que no serán tan catastróficamente minoritarios."
Jorge Herralde llegó a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar su libro Para Roberto Bolaño, una recopilación de textos que escribió acerca de su amigo, el escritor chileno fallecido en 2003. ''Uno de los propósitos del libro, aparte de ser un homenaje y otras cosas, es instigar a la lectura de Bolaño, con la convicción de que a cualquier nuevo lector que quizá aún no lo haya descubierto le inspirará curiosidad".
Actualmente, adelanta, se están preparando textos inéditos del autor de 2666 y Los detectives salvajes.
Este es el cuarto libro de la autoría de Herralde, los tres primeros dedicados a temas relacionados con su profesión: Opiniones mohicanas, Flashes sobre escritores y otros textos editoriales y El observatorio editorial. Sin embargo, descarta dedicarse a la narrativa, porque ser editor ''es full time job. En realidad soy editor y el trabajo editorial es tan apasionante como atosigante a menudo. Como excrecencias del trabajo editorial voy escribiendo muchísimas cosas, porque casi todos los textos que me piden con respecto a autores de la casa, intervenciones en foros y simposios y que cada cuando voy agrupando, como el de Opiniones mohicanas o éste sobre Bolaño.
''No me animo a escribir novela porque sé la teoría, pero en la práctica hay escasísimas excepciones en las que un editor sea al mismo tiempo novelista. Me refiero a un editor vocacional y un novelista vocacional ambicioso.
''Son dos trabajos demasiado absorbentes para que los haga una sola persona. Yo con este tiempo tan cargado a veces me fabrico una cápsula de cinco horas para escribir un texto que me han pedido de alguna revista."
La vida personal, concepto irrelevante
-¿Y la vida personal?
-La vida personal de un editor es un concepto absolutamente irrelevante. En realidad hay una vida personal, pero muy impregnada por la vida profesional; ya la mayoría de mis mejores amigos son autores, colegas, periodistas, y básicamente mis aficiones siguen siendo leer, editar, el cine y el futbol, que me está siendo muy gratificante con el Barcelona.