MEXICO SA
Para negocios (con el gobierno) como México no hay dos
Mexicana, símil de la reprivatización bancaria
Las rebanadas del pastel:
MIENTRAS EL PRECIO de las acciones de Cintra sigue en picada (ayer cayó 3.95 por ciento y acumula 32 por ciento en los últimos días), la venta de Mexicana de Aviación al Grupo Posadas invita a recordar el inicio de la reprivatización bancaria, es decir, cuando en mayo de 1990 el entonces inquilino de Los Pinos hizo pública la intención de su gobierno de regresar las instituciones financieras a los que casi ocho años atrás fueron acusados de "traidores a la patria".
EL MECANISMO DE venta parece ser el mismo: con información privilegiada se toman las decisiones pertinentes y se concretan jugosos negocios, sea mediante la especulación para inflar los precios de los certificados de aportación patrimonial (como en el caso de los bolsistas y la banca), la venta de acciones en el "momento preciso" (como en el de Bancomer y sus títulos de Mexicana de Aviación) o la depreciación forzada de los precios accionarios (como en el del Grupo Posadas y su nueva adquisición).
NO ES PARA sorprender a nadie, porque ese ha sido el camino más transitado por los barones del dinero y sus amigos o empleados en las altas esferas gubernamentales, si de incrementar fortunas se trata: devaluaciones, créditos "especiales", Ficorca, privatizaciones, "rescates", "saneamientos", reprivatizaciones, tesobonos, Fobaproa, IPAB y tantas otras gracias del poder público y el privado, siempre con cargo a los mexicanos.
PARECE SER QUE si de "negocios" se trata, sólo en México y en operaciones de esta naturaleza con el gobierno -léase las privatizaciones- los postores privados llegan a comprar la entidad pública ofrecida con más saliva que dinero en efectivo; si bien la primera es importante en muchas ocasiones, a la hora de la hora si no hay con qué pagar lejos de concretarse la venta debe aplicarse una fuerte sanción. Pero aquí no.
CON MEXICANA DE Aviación parece repetirse la historia de la banca, aunque con matices: el Grupo Posadas siguió todo el procedimiento, resultó ganador, obtuvo un precio de ganga (165.5 millones de dólares) y ahora piensa recurrir al crédito para "completar" lo que supuestamente pagará al IPAB y demás accionistas de Cintra por la citada aerolínea. En el caso de lo banca, todos los compradores dieron un "adelanto", mediante los certificados de aportación patrimonial -CAPS- para posteriormente pagar -si algún día en realidad lo hicieron- la parte complementaria con créditos "obtenidos" en los bancos por ellos adquiridos, financiamientos que en la mayoría de esos casos -por no decir todos- terminaron en la panza del Fobaproa.
RESULTA INTERESANTE LO que apunta la calificadora Fitch Ratings sobre la reprivatización de Mexicana de Aviación y su nuevo propietario: Grupo Posadas "espera" pagar esos 165.5 millones de dólares por medio de "una mezcla" de capital propio y nueva deuda. Fitch estima que la adquisición de la línea aérea incremente el nivel de apalancamiento financiero de Posadas, lo que "pudiera potencialmente afectar el riesgo de negocios dependiendo del resultado final de la estructura organizacional y financiera, la cual deberá ser definida".
COMO EN EL caso de la banca, Posadas adquiere Mexicana de Aviación con dinero sólo suficiente para el "adelanto", y ya con el tigre en la casa entonces recurre a la búsqueda de crédito para "terminar de pagar" lo que acaba de comprar, a pesar de que este consorcio es reconocido como altamente endeudado, que buena parte de su negocio está en Cancún, que fue víctima de Wilma y que a la hora de la hora las aseguradoras le fallaron porque pagarán las pólizas, pero hasta el año que viene, es decir, meses después de que resultó ganador en el proceso de venta de la aerolínea.
COMO RECORDAR ES vivir, una semana después del anuncio presidencial (2 de mayo de 1990) en torno a la reprivatización de la banca, los "hombres de negocios" reaccionaron así: ocho casas de bolsa, cuyos accionistas mayoritarios son ex banqueros privados, acaparan aproximadamente 60 por ciento de los certificados de aportación patrimonial (CAP), correspondientes a la serie B del capital de las sociedades nacionales de crédito, lo que en líquido representa más de 3 billones de pesos, a precios de abril del presente año.
DE ACUERDO CON información de la Bolsa Mexicana de Valores, las casas de Bolsa Acciones y Valores (Accival), Operadora de Bolsa (OBSA), Abaco, Interacciones, Probursa, Inverlat, CBI y Grupo Bursátil Mexicano (GBM) acaparan 59.57 por ciento de los CAPS, mientras que las 17 instituciones bursátiles restantes poseen, pulverizadamente, 40.43 por ciento restante. Las cabezas visibles de esas casas de bolsa figuraban como los propietarios de los paquetes accionarios más importantes de distintas instituciones bancarias, antes del primero de septiembre de 1982.
ANTES DE QUE se apruebe la iniciativa de ley presidencial en materia de banca, que se presentará en el pleno de la Cámara de Diputados el viernes, se comienzan a observar las cabezas de los iceberg financieros, compuestos en su gran mayoría por ex banqueros privados, que son los potencialmente capacitados para adquirir las acciones serie A de las instituciones bancarias comerciales. Con ello, prácticamente queda cancelada la posibilidad de que se "democratice" el capital, como asegura el Ejecutivo federal.
LA INFORMACION DE la BMV revela que Acciones y Valores (Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú) acapara 19.29 por ciento del total de los CAP; Operadora de Bolsa, 9.36 por ciento; Abaco, 7.55 por ciento; Interacciones, 7.53 por ciento; Probursa, 6.66 por ciento; Inverlat, 5.99 por ciento; CBI, 5.12 por ciento y Grupo Bursátil Mexicano, 4.06 por ciento.
MESES DESPUES, ESAS casas de bolsa y sus dueños estrenaron banco (Banamex, Serfin, Confía, Multibanco Mercantil, Multibanco Comermex y Atlántico, respectivamente) y entre sus primeras decisiones destacó la del auto otorgamiento de créditos para "terminar de pagar" la institución adquirida, dineros que los mexicanos siguen pagando.
POR ANDAR DE buenas, Lino Korrodi se limitó en los calificativos: Santiago Creel, Diego Fernández de Cevallos y Luis Felipe Bravo Mena, "mugrosos" y "mafiosos"... Por cierto, el charrito y la ardilla mucho han tenido que ver en el asunto de las casas de bolsa, la reprivatización bancaria y el "rescate".