Usted está aquí: miércoles 30 de noviembre de 2005 Cultura POESIA PARA LLEVAR

POESIA PARA LLEVAR

Ricardo Yáñez

Reanudación suspensa

LA ESCRITURA ES caliente, la redacción es fría.

ESPERO NO HABER expuesto esta expresión antes aquí, que puede ejemplificarse sucintamente así: un memorándum es frío, un poema es caliente.

ELLO, DESDE LUEGO, en relación a (o, para satisfacer a los obsesivos, con) la disposición afectiva de quien escribe respecto al lenguaje; lo cual desde luego alguna sensibilidad conlleva, esperemos, respecto a la caligrafía o el tecleo, lenguaje dispuesto para la lectura, y no cancela, no debe cancelar, la oralidad, lo auditivo, la fisicidad primera de la lengua.

NO TANTO LA oposición visual-acústico es lo que intento resaltar, que en los momentos más afortunados (recuérdense, para recurrir a límites modestamente extremos, el texto sobre la lluvia de Apollinaire, el pajarito dibujado de Tablada, el famosísimo poema concreto de Pignatari que juega con las palabras cola, cocacola, cloaca) más bien se refuerzan que se cohiben, debilitan o pelean. No: en los textos o (aquí sí) texturas traídas a cuento es obvio que la poesía iba para allá, que de esa manera encontró su ''definición mejor".

REDACTAR UN memorándum implica algún ejercicio de poder, por escaso que sea; en cambio, por ambicioso se proyecte, escribir un poema exige cierto ejercicio (el que se pueda) de humildad.

PRESENCIA/RETIRO son palabras que acá podrían aportar sus buenos granitos de arena para explicar, puestos en relación, claro está, los casos. Apuntemos nomás que quien redacta un memorándum se hace visible, que quien escribe un poema, invisible. (Por, en apariencia, otra parte, nadie dice: ''estoy escribiendo un memorándum", y menos: ''estoy redactando un poema" -si bien, algo ociosamente aquí, reconozcamos que el verbo hacer se aplica a ambas acciones.)

ALGUIEN, MAS O menos sensiblemente, se retira; alguien, más o menos insensiblemente, se presenta. La dosis de afecto -dosis y calidad- por el lenguaje es una de las comprobabales distancias entre ambos tipos de textos, de actitudes, ¿de (¿es en rigor a ambos aplicable el sustantivo?) hacedores?

ESA DOSIS DE afecto por el lenguaje, ¿será posible sin una mayor dosis de afecto por la comunicación?; y, más arriesgadamente, ¿sin el reconocimiento de que carente del todo de elemento afectivo es imposible una genuina comunicación, de que el impulso comunicativo, origen del lenguaje, parte de la consideración (respeto, estima, atención) al, y por lo tanto pensamiento del, otro?

NECESIDAD DE comunicación es necesidad de comunidad. Lenguaje es siempre lenguaje en comunidad y comunidad es siempre comunidad en lenguaje.

SENTIR LA COMUNIDAD, sentir el lenguaje es lo que hace a un poeta. Conditio sine qua non. No hay, sino por comodidad clasificatoria, poetas del lenguaje y poetas de la comunidad.

CONTINUAREMOS, hay hilos sueltos. Pero para cerrar por hoy digamos: La redaccción es dirigida, en cierto modo rígida, procede de un modelo más que de la persona; la escritura, que desde luego practica la persona, nos lleva, es su estilo, por donde sabrosamente quiere. Y aunque se atiene a normas comprende que esas normas pueden ser abolidas (de ella nacieron) por la ley.

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