Usted está aquí: domingo 13 de noviembre de 2005 Cultura Dan multitudinaria, sincera, cálida y festiva despedida a Emilio Ebergenyi

Radio Educación debería estar de luto; en vez de eso pone música festiva, critican

Dan multitudinaria, sincera, cálida y festiva despedida a Emilio Ebergenyi

Asistentes al adiós de "la voz cultural de México" comieron, bebieron, lloraron y rieron

También escucharon selección de música en honor del locutor, actor y director de teatro

ARTURO JIMENEZ Y FERNANDO CAMACHO

Sincera, cálida y festiva, como su excelente voz, fue la despedida que ayer brindaron a Emilio Ebergenyi unos 500 amigos, de los miles que con toda seguridad tuvo a través de la radio, la televisión, el teatro y el trato cotidiano.

Más que un adiós, el de la luminosa tarde sabatina en Jardines del Pedregal, allá por el Camino a Santa Teresa, fue un "nos vemos manito" a la fraterna voz de Radio Educación, considerado por todos "la voz cultural de México".

En una tertulia tan informal como el propio locutor y su voluntad -pero que sin contradicciones se transformó en un homenaje-, sus amigos y radioescuchas hablaron con él y sobre él, repasaron el largo anecdotario común y, al final, se lo llevaron muy adentro, de modo entrañable, como el propio Ebergenyi siempre lo hizo con quienes lo rodeaban.

Pero los cientos de personas presentes, que comieron, bebieron, lloraron, rieron y escucharon una selección especial de música en su honor, también oyeron de nuevo su voz familiar, pues en la reunión se reprodujeron grabaciones de algunos de los reconocidos programas de Emilio, como En la noche jazz, Panorama folklórico, De puntitas y El lado obscuro de la Luna.

Ahí estuvieron, en primer lugar, Hilda Saray, su compañera y quien junto con los hijos de Emilio, Ingrid Ebergenyi Salinas y Víctor Ebergenyi Kelly, tuvieron la iniciativa de organizar una despedida como él lo había manifestado.

Y ello incluía una ofrenda en la que colocaron la urna con sus cenizas, muchas flores y varias fotos de él: Emilio joven, Emilio adulto, Emilio maduro. "No es un homenaje oficial ni de Radio Educación, sino un espacio creado para que vinieran sus amigos; él decía que no quería rezos ni velorio", comentó Hilda Saray.

Cientos de amigos-radioescuchas

Acudieron además personajes de la música, como Salvador El Negro Ojeda, quien hasta poco antes de las 6 de la tarde todavía no se había echado un palomazo; integrantes de Radio Educación, como Maru Pulido y José Angel Domínguez, así como Peny Echánove y Héctor Parker.

Sin embargo, sobresalían en su anonimato cientos de radioescuchas que se dejaron caer desde las 2 de la tarde para despedirlo. Ellos también hablaron y le hablaron a Emilio, y muchos leyeron textos escritos ex profeso.

Durante más de 30 años Emilio Ebergenyi (México, DF, 1º de septiembre, 1959-10 de noviembre, 2005) consolidó una trayectoria como locutor en Radio Educación, pero también participó en Imevisión, Canal 11, Canal 22 e incursionó como actor, director de teatro, narrador de películas y documentales.

En teatro participó en obras como El gordo y el flaco van al cielo, de Paul Auster; Muerte accidental de un anarquista, de Dario Fo, y 1822, el año que fuimos imperio, de Flavio González Mello. En cine, en películas como La última luna, dirigida por Sergio Muñoz Gómez, y Perfume, efecto inmediato, realizada por Alejandro Gamboa.

Trabajó hasta el último momento. El 2 de noviembre pasado, por ejemplo, durante el noticiario Pulso de la tarde, Ebergenyi mostró una vez su talante y leyó una calaverita escrita en ese momento para el reportero Reynaldo Cerezero, quien le acababa de enviar un recuento de la situación en el Panteón de Dolores.

Dicen los especialistas, y es cierto, que Emilio Ebergenyi marcó un estilo propio, fresco, improvisado, antisolemne e impuso nuevos esquemas en el cuadrante, es decir, una nueva forma de hacer radio.

Radio Educación debería estar de luto

Ayer fue la despedida de Emilio Evergenyi, pero quedan los ecos de las muchas reacciones de consternación que causó su muerte. Como José Luis Guzmán, jefe de locutores de Radio Educación, quien destacó:

"Emilio siempre fue un irreverente. Decía que la radio cultural no tenía por qué hacerse como siempre: guardando formas, respetando cánones. A menudo tenía llamadas de atención por parte de sus jefes y del público porque hacía cosas no permitidas, como mofarse de algunas noticias. Pero de esa forma despertaba controversias con el radioescucha."

Mientras, Enrique Velasco, locutor de la misma emisora, expresó: "Es una desgracia que haya muerto un comunicador de la magnitud de Emilio, quien siempre se caracterizó por ser un hombre generoso. Le dedicó 30 años de su vida a la radio. Guardo siempre muy gratos recuerdos de sus programas, entre ellos Panorama folklórico, sobre música y literatura mexicanas; Una costra porosa, sátira política con Olga Durón, y De puntitas, emisión para niños que hacía con Marta Romo, con pocos recursos pero mucho talento.

"El era capaz de hacer voces de personajes insólitos y recrear imágenes. Lo considero un maestro innato de la voz. Por otra parte, estoy muy enojado porque la administración de Radio Educación debería estar de luto y en vez de eso está poniendo música festiva, como si no pasara nada. Creo que la estación se ha alejado de su proyecto original."

Edmundo Cepeda, locutor y productor de la misma estación, compartió: "Tuve el gusto de conocer a Emilio desde 1973. Era un joven muy alegre, de inteligencia muy despierta. Su gran aportación como locutor fue emplear un estilo espontáneo y sencillo en una emisora cultural que tenía un estilo solemne y paternal. El se presentaba desprovisto de todo ese artificio, y eso era insólito.

"Durante 14 años se desempeñó como subdirector de Producción y su trabajo fue muy fecundo. Realizó el programa musical No hagan ruido, que era muy bueno, y la serie Resonancias, de reportajes dramatizados sobre la ceguera. La desaparición de la voz más identificable de Radio Educación es una gran pérdida."

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.