Usted está aquí: martes 25 de octubre de 2005 Sociedad y Justicia La Habana, inundada por el paso del huracán

Rescatistas en unidades anfibias trabajan en el Vedado y en el barrio de Miramar

La Habana, inundada por el paso del huracán

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Paseo y la avenida de los Presidentes, en el centro comercial y tur�ico del Vedado, se convirtieron en lagunas por los efectos de Wilma FOTO Gerardo Arreola Foto: Gerardo Arreola

La Habana, 24 de octubre. El mar mantenía esta noche el dominio de una franja costera de la ciudad de La Habana, para prolongar una inundación que alcanzó cerca de un kilómetro tierra adentro, tras el paso del huracán Wilma.

A lo largo de unos 50 kilómetros, desde el suburbio de Santa Fe hasta el municipio periférico de La Habana del este, el mar sobrepasó el contorno de la ciudad en el litoral norte y dejó atrapadas a miles de personas.

Recatistas y hombres rana en unidades anfibias y lanchas tuvieron que intervenir para salvar gente, entre otras zonas, en el barrio residencial de Miramar y en el Vedado, el centro comercial y turístico de la ciudad.

El servicio meteorológico pronosticó la inundación desde días atrás y la Defensa Civil promovió la evacuación de las zonas bajas, pero una parte de la población se resistió a salir de sus casas.

Esos rezagados tuvieron que apresurar la huida cuando el agua empezó a formar ríos en las calles, a rebasar las banquetas y finalmente a penetrar a las casas con la fuerza y el oleaje del mar.

"Oímos el mar como nunca. Fue como una explosión y luego nos dimos cuenta del tamaño de las olas", dijo una vecina de la calle tercera en el Vedado.

El meteorólogo José Rubiera comparó esta inundación con las similares ocurridas en 1977, 1985 y la de marzo de 1993, recordada por los cubanos como la tormenta del siglo.

Pero vecinos de Miramar, que vivieron aquel episodio, dijeron que el agua llegó esta vez más lejos y más alto. Con esa impresión coincidió Pedro Jorge Pérez Osorio, jefe de meteorología marina, quien manifestó que la inundación de hoy "superó nuestras expectativas".

El muro que protege el malecón de La Habana quedó bajo el mar. El agua sepultó sótanos y vehículos y llegó a invadir edificios hasta el nivel del primer piso.

Como islotes urbanos en el Caribe quedaron los ministerios de Relaciones Exteriores y de Turismo, la Casa de las Américas, hoteles como el Riviera y el Meliá-Cohiba, el Teatro Carl Marx, hospitales, tiendas, gasolineras y restaurantes.

Paseo y la avenida de los Presidentes, los dos grandes bulevares del Vedado, amanecieron convertidos en inmensas lagunas, igual que decenas de calles, pasos a desnivel y la Marina Hemingway, donde se desbordaron sus tres canales.

Desde la esquina de Paseo y Línea podían verse las olas que volaban sobre el malecón con unos 20 metros de altura.

Las unidades de rescate empezaron a trabajar de madrugada y al caer la tarde seguían sacando familias atrapadas. Decenas de ellas perdieron todas sus pertenencias, aunque no se reportaron víctimas.

Informes radiales indicaron que la carretera Monumental, que bordea un sector de La Habana, y la autopista Matanzas-Varadero, resultaron inundadas en tramos. La franja norte, habitualmente la más concurrida de la capital, estaba esta noche a oscuras y aún con el mar crecido.

 
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