Usted está aquí: martes 25 de octubre de 2005 Estados Siniestrado, entre 60 y 80% del campo zacatecano por la sequía

De un millón de hectáreas cultivadas, en 200 mil de frijol y maíz hay pérdida total: Sedagro

Siniestrado, entre 60 y 80% del campo zacatecano por la sequía

Afectados, campesinos de 25 municipios; "creo que aquí se va acabar la agricultura", dice uno

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen En los municipios de Villanueva y Calera hay sembrad� donde las matas de ma�no alcanzan ni 20 cent�tros de altura; de frijol apenas sobresalen los tallos por encima de la tierra FOTO Alfredo Valadez Foto: Alfredo Valadez

Zacatecas, Zac., 24 de octubre. De casi un millón de hectáreas cultivadas, al menos unas 200 mil de frijol y maíz se han perdido totalmente por el prolongado estiaje en el estado, mientras que entre 450 y 500 mil hectáreas más de sembradíos tendrán rendimiento "de regular a bajo", debido a la falta de lluvias en las últimas seis semanas, según la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) en la entidad. Es decir, el porcentaje del campo siniestrado se estima entre 60 y 80.

Campesinos de al menos 25 municipios del estado perderán la mayor parte de sus siembras, debido al prolongado estiaje. Los cultivos de temporal en el estado -la gran mayoría, ya que sólo una de cada diez hectáreas dedicadas a la actividad agrícola en Zacatecas son de riego-, han visto en este un año terrible, sólo superado por el periodo 1991- 1997, cuando durante casi siete años consecutivos no llovió en suelo zacatecano.

Hoy, de nueva cuenta, la mala racha del temporal la soportan con desencanto los agricultores.

José Santos Carrillo Pereyra, campesino del ejido Felipe Angeles, en el municipio de Villanueva, se postra frente a su milpa abatida por la sequía y se queda mudo. El horizonte está tapizado de hierba y maleza, donde deberían estar los maizales con mazorcas.

Entrevistado por La Jornada, el agricultor relata que "desgraciadamente llegaron tarde las nubes. No llovió a tiempo y las cañitas nacieron entre la hierba y no se pudo hacer nada. Ahora falta el agua. Ya tiene más de cinco semanas que no llueve. No hay esperanza de nada".

Aparte del mal año agrícola, en los últimos tiempos, narra el campesino, es menester batallar con el maíz y frijol importados, que abaten los precios y saturan el mercado, desplazando a muchos agricultores al autoconsumo. Porque cuando llueve y se da el maíz, recuerda, "uno recibe una miseria por él. Ya tenemos muchos años que no se vende un kilo de maíz, porque todo viene subsidiado para las tortillerías. A nosotros no nos compran. Y todo el maíz que se siembra lo tenemos que dejar para pastura (alimento para el ganado), pero este año ni pastura va a ver".

Mostrando un sorprendente conocimiento del entorno agrario del país, a menos de tres años de la apertura total a la importación de granos de Estados Unidos -según lo convenido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte-, el humilde agricultor José Santos Carrillo Pereyra, que tiene dos hijos y cinco nietos en Chicago y Las Vegas, Nevada, adonde hace muchos años la miseria del campo los arrojó indocumentados, describe con claridad:

"Desgraciadamente para toda la gente que sigue todavía en México, los que estamos en pie de lucha con la agricultura, ese es el tiro de gracia, porque si ahorita que no está destapado (el comercio internacional) está pasando todo... aquellas gentes (los extranjeros) producen muchísisimo y dan resultado, nosotros no. Los que siembran de riego cosechan mucho, pero apenas sacan para los gastos. Yo creo que se va a acabar aquí la agricultura".

En el gobierno y sus funcionarios, el septuagenario campesino no guarda esperanzas: "yo invitaría a que de veras, uno de los grandes, de los jefes que están ahí en sus oficinas, nomás vengan a calarse un día de sol, ver a uno trabajando con el lomo al sol, a ver cómo se les hace; nomás, no digo tanto, unas dos horas, para que vean lo que valen los frijolitos que le llegan a la mesa".

En tanto, entrevistado por La Jornada, Daniel Fajardo Ortiz, secretario de la Sedagro en Zacatecas, procura matizar la gravedad del problema por la sequía, que su homólogo de la Secretaría de Agricultura federal, el delegado Francisco López García, y el diputado Jesús del Real Sánchez, presidente de la Comisión de Asuntos Agropecuarios en la 58 Legislatura y dirigente de la Conferderación Nacional Campesina, han confirmado: entre 60 y 80 por ciento del campo zacatecano está siniestrado.

Para Daniel Fajardo la presencia de nubosidad, este fin de semana, en la mayor parte del estado, es un augurio de que "va a ver algo de cosecha; pero si te diste cuenta está muy chaparro el maíz, y a estas alturas ya prácticamente así va a quedar; según los especialistas no va a crecer más del 10 o 20 por ciento de lo que está".

En el recorrido que realizó La Jornada por los municipios de Villanueva y Calera, hay sembradíos donde las matas de maíz no alcanzan siquiera los 20 centímetros de altura. Del frijol, apenas sobresalían los tallos por encima de la tierra. También había pequeños "lunares", muy aislados, de grupos de 15 a 20 plantas de maíz de entre 50 y 80 centímetros.

A estas alturas del ciclo agrícola, las milpas debieran tener altura promedio de entre 1.8 y 2.2 metros, según la variedad. De eso no hay nada.

 
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