Usted está aquí: jueves 13 de octubre de 2005 Sociedad y Justicia Purgan cadena perpetua 2 mil 225 menores en EU

La mayoría son negros o hispanos y primodelincuentes

Purgan cadena perpetua 2 mil 225 menores en EU

Esa nación y Somalia, únicos estados que permiten penas máximas a adolescentes, denuncian en informe AI y HRW

BLANCHE PETRICH

Al menos 2 mil 225 niños y niñas que cometieron delitos graves -homicidio, la mayoría- viven en prisiones para adultos, sentenciados a cadena perpetua en Estados Unidos, denunciaron ayer Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW). Aunque muchos de estos infractores hoy son mayores de edad, 16 por ciento tenían entre 13 y 15 años al momento de cometer estos crímenes, 32 por ciento entre 16 y 17 años, y 52 por ciento entre 17 y 18 años.

Más de la mitad de estos chicos -59 por ciento- eran primodelincuentes al momento de ser juzgados, lo que no sirvió como atenuante a los ojos de jueces y jurados. Casi la totalidad de estos jóvenes reos son varones; dos por ciento son muchachas. El 93 por ciento fueron condenados por homicidio aunque, según logró determinar la investigación, alrededor de una cuarta parte -26 por ciento- fueron incriminados por felony murder, es decir, porque de alguna manera se vieron involucrados en hechos que culminaron con un homicidio, aunque no hubieran participado personal o directamente en la comisión del crimen.

"Estados Unidos -dice el documento- es uno de los pocos países en el mundo que permiten que niños y niñas sean condenados a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional", lo cual está expresamente prohibido por la Convención de los Derechos del Niño. Todos los países, menos Estados Unidos y Somalia, han firmado y ratificado este instrumento. En otros 13 países donde está permitida esta práctica son sólo 12 los chicos condenados a terminar sus días en una cárcel.

Como ocurre también entre adultos, el tema racial y de clase marca drásticamente los destinos de estos menores. A escala nacional, por cada adolescente blanco condenado de por vida a prisión hay 10 muchachos negros. California es uno de los estados donde esa tendencia es aún más extrema: 22 afroestadunidenses sentenciados a cadena perpetua sin libertad condicional por uno blanco.

En el caso de los latinos -o hispanos- también se verifica esta tendencia. En Pensilvania, por ejemplo, la tasa es de 13 delincuentes juveniles de origen hispano por cada chico de raza blanca.

El resto de su vida: cadena perpetua sin derecho a libertad condicional para delincuentes juveniles en Estados Unidos es el título de este documento de 157 cuartillas, primer estudio nacional que analiza la práctica del sistema judicial de Estados Unidos de procesar niños como si fueran adultos sin posibilidad de acceder a la libertad provisional.

Redactado por Alison Parker y basado en la investigación de un equipo que trabajó durante dos años, constituye el primer informe que trabajan en forma conjunta AI y HRW, dos de las organizaciones internacionales de derechos humanos más prestigiosas, sobre la situación humanitaria en Estados Unidos.

Esta investigación permitió observar la tendencia de endurecimiento penal en casos de menores en los tribunales federales y estatales de la nación norteamericana. Y concluye que el elevado incremento de sentencias de por vida a niños y niñas -que aumentó en un 9 por ciento entre 1990 y 2000- no corresponde al mismo aumento en la tasa de procesos por homicidios cometidos por menores o con participación de ellos en el mismo periodo, que de hecho registró una drástica caída de 55 por ciento.

Más aún, las estadísticas de este informe demuestran que en el periodo comprendido entre 1985 y 2001 los menores declarados culpables de asesinato tenían más probabilidades de ser sentenciados a pena perpetua que los adultos. En los años posteriores a 2001 esta tendencia cambió ligeramente, lo que no modifica la conclusión del informe El resto de su vida... sobre este problema:

''Los estados son, con frecuencia, más punitivos ante niños que cometen homicidio que ante adultos. En todo caso, la edad no constituye un factor que mitigue la determinación de imponer estas sentencias.''

El informe recomienda al presidente George W. Bush que someta al Senado la Convención Internacional de los Derechos del Niño. También contiene toda una batería de recomendaciones al Congreso, a los procuradores, jueces, magistrados y fiscales de todos los niveles y a los gobernadores de los 26 estados donde la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional es obligatoria para todo aquel que se declara culpable de homicidio con agravantes, sin importar la edad, para que tomen medidas destinadas a remediar esta situación.

Esta dureza del sistema judicial juvenil en Estados Unidos, señala el informe en su análisis histórico, es resultado de los dramáticos cambios que sufrió el aparato de procuración de justicia en ese país en la década de los 80, cuando se dispararon las cifras de delincuencia juvenil y se respondió con un cuerpo de leyes que promovieron mano dura contra los chicos: reducción en la edad de imputabilidad, sentencias más largas, transferencias de los centros de menores a cárceles para adultos.

Dos frases se acuñaron en esa época: la del adolescente "superdepredador" y la de "una condena adulta para un crimen adulto".

Esta frase, opinan los autores del informe, "refleja un pobre entendimiento de los principios y compromisos del sistema de justicia para menores con la idea de la rehabilitación de la juventud. Estados Unidos abandonó estos principios".

Lo más dramático del caso es que, según las estadísticas analizadas en El resto de su vida..., el incremento agudo de la criminalidad juvenil sólo fue un fenómeno temporal que alcanzó su máxima expresión en 1994, cuando se registraron 3 mil 337 asesinatos cometidos por niños. Pero esa cifra no ha vuelto a repetirse y el fenómeno rescindió. Ya para 2002 los índices de homicidios cometidos por menores había bajado a los niveles que había antes de los setenta. Sin embargo, el sistema sigue aplicando el mismo criterio de máximo rigor con los niños y las niñas que algunos criminalistas conservadores aún consideran como "superdepredadores".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.