Usted está aquí: martes 30 de agosto de 2005 Cultura El documental, rechazado por el poder, aceptado por la gente

El menosprecio, artificial, considera Carlos Mendoza

El documental, rechazado por el poder, aceptado por la gente

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Un país carente de cine documental es un país tartamudo, afirmaba Luis Buñuel, idea que retomó en su eslogan el festival Días de Documental, en el que desde el jueves pasado se exhiben 30 cintas en diferentes sedes: Museo Universitario de Ciencias y Arte (colonia Roma), Museo Tamayo Arte Contemporáneo y en el Centro de Diseño, Cine y Televisión, organizado por Proyectos Antialias.

"El documental es un género menospreciado, creo que intencionalmente, sobre todo por las burocracias culturales, inclusive por los medios académicos", señala en entrevista Carlos Mendoza, documentalista y director de la productora canalseisdejulio, quien este sábado realizó, con los alumnos del Centro, el análisis del documental Tierra sin pan, de Buñuel.

"En el fondo se le teme al documental, es muy del neoliberalismo mandarnos a ver qué pasa con la magia de Harry Potter y esas cosas, y no meternos mucho en la problemática económica, política y social que se vive en todo el mundo, sobre todo en nuestros países. Lo cierto es que es a contrapelo del interés que tiene el público, porque los espectadores reciben bien el documental. Por eso el menosprecio es artificial."

Aun cuando existen festivales como los de Morelia, Guanajuato y éste, de Días de Cine, que muestran algunos trabajos documentales, cada vez se cierran más los espacios para exhibir el documental, dice.

"En México ser documentalista es remar a contracorriente; eso no quiere decir que uno sufra. Yo me la paso muy bien, pero sí es remar a contracorriente. Hay algo que nos pasa tarde o temprano a todos los documentalistas, que tus cuates te dicen: ¿cuándo haces una película ya bien?"

Aquí, añade, "no hay alfombra roja ni chavas bonitas. El glamur no nos salpica. Yo he desarrollado un trabajo, a partir del canalseisdejulio, que es muy difícil, pero con muchas recompensas, porque tenemos un espacio de libertad único y acceso a un público que nos busca. Ahora ya estamos de moda en la piratería".

Sin embargo, gracias a sucesos documentalistas de años recientes, sobre todo lo relacionado con Michael Moore, los jóvenes estudiantes de cine comienzan a interesarse por el documental y comienza a hacerse un poco más, dijo.

Para el cineasta Jorge Bolado la situación del documental en el país es contradictoria. "Podría decir que es muy mala, pero sería injusto con los documentalistas, porque hay gente muy valiosa que ha luchado durante años o que siempre ha tenido la inquietud, por ejemplo yo, de apoyar el documental y creer en él.

"No creo en la categoría de documental como tal, pero si queremos ponerlo como género sería el más poético del cine, desafortunadamente por eso no se ha apoyado durante años. Es lo mismo que sucede con la poesía, que tiene pocos lectores", dice.

"El problema es que no tiene una supuesta recuperación económica real y por tanto no puede tener productores detrás; depende mucho del estado de las instituciones culturales, que desde el neoliberalismo han acabado con el apoyo al arte en general. Nos estamos quedando tartamudos y eso tiene como consecuencia que no vamos a exportar cultura y de eso viven los países."

El documental es menospreciado "porque a muchos estados totalitarios no les conviene porque habla de la realidad. Hay muchas maneras de ser totalitario; en México se es totalitario porque el poder está en unas manos, aunque cambie de colores, finalmente es la misma gente en el poder y no le conviene que haya personas educadas".

En el caso del festival Días de Documental la intención era rescatar algunos clásicos en este género, que han ganado premios importantes a escala internacional. "Buscamos esos documentales que a nivel estético fueran propositivos y tuvieran carga discursiva fuerte", señala a su vez Gabriella Gómez-Mont, una de los organizadores.

Así, por ejemplo, esta semana se presentarán los documentales Observación y fantasía, de Jean Painlevé; Hearts and minds, de Peter Davis, y The weather underground, de Sam Green.

Como parte del festival, que concluye el 7 de octubre, se estrenará de manera comercial la cinta Tarnation, de Jonathan Caouette. Este documental, producido por Gus Van Sant, fue filmado durante 20 años; en él Caouette da cuenta de la relación con su madre, una mujer esquizofrénica, adelantó Gómez-Mont.

Para más información de las películas y su exhibición está disponible la página www.diasdedocumental.com.

 
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